¿Por qué Castilla y León tiene tanto patrimonio en riesgo de desaparecer?

El conjunto sur de palomares de Guaza de Campos y de Torremormojón, ambas localidades situadas en Palencia, son dos de las últimas incorporaciones el pasado mes de marzo a la Lista Roja que gestiona la asociación sin ánimo de lucro Hispania Nostra. La iniciativa tiene como objeto alertar del patrimonio natural y cultural en peligro. Cada mes, aquellos componentes del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores pasan a formar parte de esta Lista Roja.

El objetivo es darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración para evitar que se pierda su valor histórico y cultural. Actualmente, son 404 los elementos de Castilla y León que están adheridos a esta Lista Roja. De hecho, es una de las regiones que mayor patrimonio en riesgo de desaparecer tiene o, al menos, así está registrado. La colaboración ciudadana es uno de los factores clave para poder localizar y trabajar en cada uno de estos proyectos.

Solo en el año 2023, se incluyeron 61 nuevos monumentos en Castilla y León, lo que eleva la cifra 404. El listado lo encabeza la provincia de Palencia, con 74 bienes en riesgo, seguida de Burgos, con 68, mientras la provincia con menos patrimonio en riesgo es Ávila, que solo tiene 17. Unas cifras que ponen de manifiesto la cantidad de patrimonio histórico que atesora la región.

De los 1.346 monumentos repartidos por todo el país, los 404 de Castilla y León representan el 30% del total, colocando a esta comunidad muy por delante de la segunda, Andalucía, que cuenta con 195. El dato positivo es que, al menos, ningún elemento ha pasado a engrosar durante el año pasado la Lista Negra. Este segundo listado lo componen aquellos elementos que terminan por desaparecer o tras haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible.

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"Yo creo que el patrimonio está en peligro en todas las comunidades, más o menos por igual. Es verdad que Castilla y León tienen una superficie territorial inmensa, puede ser prácticamente el 20% del total del territorio nacional, además de contar con el problema de la despoblación que comparte con otras regiones", explica Víctor Antona, miembro del comité científico de la Lista Roja.

Los vigilantes del patrimonio

Antona aclara que la Lista Roja no responde a un estudio científico, ya que depende, en gran parte, de la colaboración ciudadana que es quien recoge cada uno de los casos. Por ejemplo, el Canal de Castilla está prácticamente incluido "metro a metro" debido a la importante participación de vecinos y transeúntes. "Creo que depende mucho de la actividad de las personas y depende mucho que haya un ayuntamiento, una asociación o algún particular que sea muy activo y se muevan. En algunas provincias en España hay asociaciones que están permanentemente vigilando el patrimonio y nos están mandando cosas cada dos por tres", sostiene este especialista.

En Hispania Nostra se ha percibido una evolución del concepto de patrimonio porque ahora hay una mayor tendencia a incorporar patrimonio industrial, este se considera muy importante por muchas razones, la principal, permite conservar esa memoria sobre cuál ha sido la evolución económica de la zona. En Castilla y León están registradas muchas puertas mineras, además de un elevado número de instalaciones vinculadas a la extracción.

También, estaciones de tren o líneas férreas que han transportado mercancías y también población. "Tenemos que hacer todo lo posible para que ese patrimonio, por lo menos, no se deteriore, que no se pierda", agrega Antona. Desde Hispania Nostra se hace un llamamiento a la colaboración entre las administraciones y la población, sosteniendo que "debemos hacer todo lo posible para no perder elementos".

"Ya lo restauraremos cuando tengamos recursos económicos. Es un compromiso que tiene que ser de todos, no puede ser echarle el muerto al propietario en determinado momento porque si se pierde, lo perdemos todos. Lo que tenemos que intentar hacer es, entre todos, tratar por todos los medios de que poco a poco se vayan incorporando esos elementos, se vayan restaurando y no perder ninguno por el camino", aclara el experto.

Lista verde

Pero no todo son malas noticias, ya que además de contar con una Lista Roja, Hispania Nostra también tiene habilitada una Lista Verde a la que se adhieren los elementos que han sido restaurados y, por tanto, recuperados. El ritmo de incorporación no es el mismo, pero es un canto de esperanza a pesar de que estas mejoras se den de forma más lenta.

"Hay una especie de ritmo que se mantiene según hemos ido viendo y que hace que entre un 15 y un 20%, dependiendo de zonas y de las características, los elementos de la Lista Roja van pasando a la verde", concluye Antona.

Un ejemplo de ello es la Iglesia del Salvador de Rágama ubicada en la localidad de Rágama, en Salamanca. Fue incluida en la Lista Roja en febrero de 2009 y acaba de salir hace unos días, quince años después, tras haber sido restaurada después de haber finalizado la restauración de las obras del atrio y del campanario de la Iglesia. Todo ello gracias a la colaboración de los ciudadanos, del Ayuntamiento de Rágama y de la ayuda de la Asociación Nordeste de Salamanca.