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El proyecto de la nueva Romareda entra en barrena: lío político y Oughourlian y Mas impacientes
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El proyecto de la nueva Romareda entra en barrena: lío político y Oughourlian y Mas impacientes

Los propietarios del Real Zaragoza renuncian sorpresivamente al concurso para reformar y explotar el nuevo estadio de fútbol por las dudas judiciales y el riesgo financiero. La solución requiere de consenso

Foto: Render del proyectyo de la nueva Romareda. (IDOM)
Render del proyectyo de la nueva Romareda. (IDOM)

La transformación de La Romareda entra de nuevo en barrena. La decisión de los propietarios del Real Zaragoza (entre otros el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, y el americano Jorge Mas) de no presentarse al concurso para la reforma y explotación del futuro estadio, anunciada este jueves, alimenta la incertidumbre en torno al proyecto, que lleva más de veinte años en el aire y tres propuestas fallidas.

En juego está convertirse en una de las sedes del Mundial de 2030 si España la consigue, pero, sobre todo, que la ciudad tenga un estadio digno. El modelo de concurso elegido, con cesión de suelos a la sociedad propietaria del club, fue impugnado por Podemos, ahora fuera del Ayuntamiento de Zaragoza, y sigue en los tribunales. Ante esa circunstancia, la entidad ha explicado que se ha generado una inseguridad jurídica que ha dificultado la obtención de la financiación con la que contaba para desarrollar la obra. El proyecto para la construcción del nuevo espacio, encargado a la consultora IDOM, se estima preliminarmente en 140 millones de euros.

Foto: 'Render' del proyecto de la nueva Romareda. (IDOM)

Los primeros sorprendidos han sido los responsables municipales. Como primera reacción, la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, ha propuesto abrir el proyecto a las demás instituciones, desde el Gobierno de España al Ejecutivo de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza, y ha convocado un pleno extraordinario para el próximo miércoles, día 20, donde mostrar su voluntad de mantener el impulso político y poder conocer la posición de los demás grupos políticos. Eso no ha evitado que a esta hora ya estén desatadas las reacciones contrarias de la oposición, que incluso han pedido su dimisión.

El lío político vuelve a centrar la atención de las instituciones con la Nueva Romareda, mientras los propietarios del Real Zaragoza sólo quieren una solución jurídica y financiera en un plazo de 9 meses. Sea de quien sea, sin olvidar que el estadio es de propiedad municipal. Si no hay novedades en este periodo, Jorge Mas, Joseph Oughourlian o el aragonés Juan Forcén darán portazo a la construcción del recinto. En ese caso, la ciudad y el Ayuntamiento deberían buscarse otro promotor privado o dejar que el actual se hunda en su ya vetusta estructura.

Renuncia por sorpresa

Tras cerrarse este jueves el plazo del concurso y que no optara nadie, el teniente de alcalde y titular de Urbanismo, Víctor Serrano, explicó que espera que el Pleno permita saber en qué punto está cada grupo y abrir una vía entre las instituciones y el Real Zaragoza. “Vamos a trabajar para encontrar la fórmula que nos permita seguir con el proyecto y cubrir las etapas previstas en el calendario del Mundial. Debemos recuperar cuanto antes el consenso para responder al sentir de los zaragozanos y zaragocistas y tener un nuevo campo de fútbol", declara Serra a El Confidencial. "Que el PSOE diga si quiere estar o no. El Real Zaragoza ha dicho que quiere estar. El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza vamos a estar. Tener un estadio en condiciones está por encima de quien gobierne”, añade.

Pero esa meta, hoy por hoy, parece estar lejos del sentir de la oposición y más en concreto de los socialistas, cuya líder, Lola Ranera, habla abiertamente de engaño y recela del modelo de gestión propuesto. Todo está en el aire.

Consorcio público-privado

En el horizonte se abre la posible creación de un consorcio público–privado, integrado por Real Zaragoza y las instituciones, para afrontar las obras, valoradas en 140 millones de euros. Este modelo fue uno de los más aplaudidos por Jorge Azcón cuando inició su paso por la alcaldía, de la que acaba de pasar a la presidencia del Gobierno de Aragón. El espejo al que se miraba era el proyecto de construcción del nuevo San Mames, con una sociedad mixta entre ayuntamiento, gobierno foral, la comunidad e instituciones financieras.

Por el momento, según fuentes de la propiedad del club, la idea de que la construcción sea exclusivamente con dinero privado está descartada, debido a la situación jurídica de incertidumbre y la imposibilidad de financiarse externamente. Todo apunta, según las mismas voces consultadas, a que los dueños del Real Zaragoza financien a través de la entidad el 40% del nuevo estadio. El 60% restante está por ver quién lo aporta.

En el proyecto ahora frustrado las obras eran responsabilidad del Real Zaragoza, una vez obtenidos el derecho de superficie y la explotación por 75 años. Con su renuncia, pese a lo anunciado cuando arrancó este proyecto, habrá que aportar dinero público. Una realidad que, en el fondo, siempre ha estado ahí, se llame dinero, cesión de suelo u operación urbanística. Porque, como en las tres veces anteriores, obtener los recursos necesarios para afrontar la actuación es el inevitable y persistente trasfondo. En los proyectos fallidos de 2002, 2004 y 2008 se incluían operaciones urbanísticas para construir pisos al lado o con generosas permutas. Y promovidas tanto por el PP como por el PSOE, con el aval de sus socios aragonesistas del PAR o de Chunta.

Foto: El estadio de La Romareda. (Reuters/Juan Medina)

Dos de los campos proyectados se trasladaban. En 2002, el PP del desaparecido alcalde José Atarés lo llevaba al barrio de Valdespartera, entonces en construcción, como elemento de centralidad, singularidad y dignidad para un gran enclave de vivienda protegida. Ahora se ha levantado allí la Comandancia de la Guardia Civil. En 2008, el PSOE, con Juan Alberto Belloch, lo colocaba al este de la ciudad, entre la Z-30 y la Z-40, para impulsar la renovación de dos barrios populares envejecidos, San José y Las Fuentes.

Los dos partidos han tenido también sendos proyectos a favor de la permanencia en su emplazamiento actual. En 2004 Belloch -en ese caso junto a Chunta Aragonesista- lo reformaba in situ, pero un recurso de los populares y el PAR impidió que arrancara. Ha sido igualmente un recurso, en este caso de Podemos, el que ha puesto en apuros el proyecto actual de reforma y ampliación, promovido por el PP, para el mismo sitio.

Arquitectos estrellas y proyectos estrellados

Se trataba de proyectos con firmas de renombre, como Ricardo Bofill, Sicilia y asociados y Carlos Lamela, respectivamente, que han costado varios millones de euros y acabaron en fracaso. Ahora, si ese consorcio no sale adelante, se puede sumar el de César Azcárate. No parece que el camino vaya a estar más despejado y todo apunta a que será uno de los pulsos de la legislatura entre gobierno y oposición.

placeholder El arquitecto César Azcárate, de IDOM Ingeniería y Consultoría, explica detalles del proyecto durante la presentación del anteproyecto del nuevo estadio de La Romareda. (EFE/Javier Cebollada)
El arquitecto César Azcárate, de IDOM Ingeniería y Consultoría, explica detalles del proyecto durante la presentación del anteproyecto del nuevo estadio de La Romareda. (EFE/Javier Cebollada)

Sólo el diseñado en el barrio de San José tuvo un mínimo consenso, pero la crisis financiera lo disolvió. Ante este cuarto intento se retomó inicialmente ese emplazamiento. Al PP le parecía bien y contaba con el respaldo de arquitectos y urbanistas, pero como familiares de Jorge Azcón tenían propiedades en la zona, el entonces alcalde se inhibió y dejó la decisión en manos de la mayoría. Entonces, sin razonamientos técnicos y pese a ser el ideólogo inicial, el PSOE dio un paso atrás.

Así, el proyecto acabó donde estamos, en la avenida de Isabel la Católica, en el mismo lugar que en los últimos setenta años, junto al mayor hospital de la ciudad y en un barrio sobre dotado de equipamientos educativos, culturales, deportivos y naturales. Y ahora, sin negocio seguro que lo pague, con unos accionistas que seguramente no han querido poner avales personales para financiar la operación, aunque siguen con el equipo y con el suelo como aportación municipal inicial a esa posible sociedad. Tener un campo nuevo de fútbol vale dinero. La duda está en saber de cuántos ceros será el aporte de las arcas públicas.

La transformación de La Romareda entra de nuevo en barrena. La decisión de los propietarios del Real Zaragoza (entre otros el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, y el americano Jorge Mas) de no presentarse al concurso para la reforma y explotación del futuro estadio, anunciada este jueves, alimenta la incertidumbre en torno al proyecto, que lleva más de veinte años en el aire y tres propuestas fallidas.

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