La unidad canina descarta víctimas sepultadas en el edificio derrumbado en Teruel

La unidad canina de los bomberos de la Diputación de Zaragoza, requerida por los equipos de emergencias que trabajan en el derrumbe de un edificio de cinco plantas en Teruel, ha descartado la existencia de víctimas entre los escombros del inmueble, que había sido desalojado previamente, informan fuentes de la Diputación de Teruel. Esta unidad canina se ha incorporado al dispositivo sobre las 14.00 horas, con tres perros especializadas en la búsqueda de personas, que han rastreado los restos del edificio y han confirmado que no había personas bajo los escombros.

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Europa Press

José Luis Alejos, jefe de intervención de la zona Oeste del Servicio de Bomberos de la Diputación de Teruel, ha explicado que una vez descartada la presencia de víctimas, se va a empezar al desescombro y la limpieza de la vía pública. Ha añadido que uno de los edificios contiguos al que se ha desplomado, un poco más antiguo que el que ha colapsado, que databa de 1960, presenta daños estructurales en la azotea y los técnicos se están planteando su derribo.

Se mantienen desalojados tres edificios a cada lado del inmueble derrumbado, y también el de enfrente. De momento se desconocen las causas del siniestro, si bien varios vecinos han apuntado a que se habían registrado varias filtraciones de agua. Justo en el momento del derrumbe, la empresa encargada del saneamiento se encontraba en el inmueble.

"En una hora hemos pasado de estar sentados a no tener casa". Ha explicado Javier Carbó la rapidez con que se ha venido abajo este martes el edificio de cinco plantas en el que vivía en Teruel con otras veinte familias y que hoy han salvado sus vidas al intuir la desgracia, avisarse unos a otros y evacuar el edificio prácticamente antes de que llegaran los bomberos y las fuerzas de seguridad.

"Hemos salido porque nos hemos percatado", ha relatado Carbó a los medios. El y otros tres vecinos estuvieron hasta las 23.00 horas del lunes tratando de achicar el agua que "salía por la pared" en el garaje para poder acceder a sus vehículos. Ese día en Teruel llovió mucho, más de 29 litros por metro cuadrado que se han sumado a las precipitaciones que no han dejado de caer en toda la semana.

Uno de los vecinos que estuvo por la noche le comentó a Carbó que vio un pilar rajado y otros dos que se habían movido, y que había piedras del muro que ya no tenían la tierra de fijación. Los bomberos de la Diputación Provincial apuntan a que la causa podría deberse a los daños que las lluvias han causado al suelo, y especialmente a los cimientos, dado que la calle San Francisco es una cuesta a la que van a parar la mayoría de bajadas de agua del centro de la ciudad.