El pucherazo del vicepresidente de Lambán complica el camino electoral

El socio estratégico del presidente aragonés, Javier Lambán, está herido de muerte. O casi al borde de su desaparición. La situación actual es la más crítica de su historia. El Partido Aragonés (PAR) acumula años de una caída importante de votos —solo cuenta con tres diputados autonómicos— y vive en permanente convulsión interna. Pero, además, una reciente sentencia judicial que acredita un pucherazo en su último congreso lo deja desacreditado. Y el protagonista tiene nombre y apellidos: Arturo Aliaga, vicepresidente del Ejecutivo que preside Javier Lambán.

Este dirigente aragonesista ha sido clave para la configuración del Gobierno cuatripartito que lidera el PSOE, junto a Unidas Podemos y Chunta Aragonesista. Sin embargo, su posición política está muy debilitada. La citada sentencia ha determinado que el último cónclave del PAR, donde salió reelegido el vicepresidente, Arturo Aliaga, como líder de su partido, fue un cúmulo de irregularidades, apaños y manoseo de compromisarios que le beneficiaron de manera notable. En resumen: ha acreditado que fue un congreso "nulo de pleno derecho".

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Lejos de reconocer la decisión judicial, el vicepresidente aragonés, Arturo Aliaga, ha decidido seguir en el cargo a pesar de su ilegitimidad acreditada judicialmente y ha pospuesto la celebración de un futuro congreso, sin dar plazos, donde quiere presentarse a la reelección. Junto a ello, también ha decidido presentar su candidatura a la presidencia de Aragón, mediante la celebración de unas primarias en el PAR, para las elecciones de mayo de 2023.

Esta batalla que quiere emprender el vicepresidente de Lambán tiene una fuerte contestación interna de un sector crítico encabezado por Elena Allué. Precisamente, esta dirigente perdió el congreso acreditado como nulo de pleno derecho contra Arturo Aliaga por tan solo 20 votos. Desde entonces, la corriente de los críticos ha emprendido un camino judicial al denunciar el pucherazo, que ahora sí ha sido determinado por un juez. En el horizonte, está todo abierto. Desde la convocatoria de un nuevo congreso para dirimir responsabilidades o la desaparición del PAR como partido, si Arturo Aliaga sigue enrocándose en la presidencia. Y todo ello mengua la estabilidad del Gobierno de Javier Lambán, al tener a su principal socio en una crisis de difícil solución.

Una sentencia y el terremoto

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 18 de Zaragoza declara la nulidad del congreso, y con ello comienza un terremoto de futuro incierto que sacude toda la política aragonesa. En dicha sentencia, se determina que en la comisión organizadora se acreditó irregularmente la afiliación en bloque de 311 personas justo antes de la cita congresual. Y de 64 de estos afiliados, la cuota fue pagada por Rafael Samper, una persona del círculo más estrecho de Arturo Aliaga y de su número dos, Alberto Izquierdo. "Es evidentemente anómalo e insólito", detalla la sentencia.

El juez acredita que estas irregularidades están documentadas en los asientos contables de la cuenta del partido aceptados por varios testigos vinculados con la contabilidad del PAR. Además, el alta de estos 311 afiliados no fue aprobada por la ejecutiva del PAR sino por la comisión organizadora, que controla el entorno de Arturo Aliaga. Ahí el juez es claro: "Esto es una irregularidad muy relevante". Cabe volver a mencionar que Arturo Aliaga tan solo ganó por 20 votos a su rival Elena Allué, por lo que esté manoseo de nuevos afiliados o amaños electorales hace aún más relevante la sentencia judicial. "Esto podría a su vez alterar el resultado electoral. Por ello, se ha de anular el acuerdo de la comisión ejecutiva de 13 de octubre de 2021 por el que se aprueba la lista definitiva de compromisarios, así como los resultados de la asamblea del 24 de octubre de 2022", concluye la sentencia del juez.

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Esto no es todo. El juez se inclina por acreditar una alteración de la composición de los compromisarios con derecho a voto en el congreso del PAR. La comisión organizadora controlada por el sector oficial de Arturo Aliaga decidió reducir la representación de la ciudad de Zaragoza, donde la otra candidata, Elena Allué, obtendría un gran respaldo. Con ello, decidió equiparar el peso electoral de Zaragoza con el de cualquier otra comarca aragonesa. El juez cita que con esta decisión se vulneran los derechos de representación: "Supone alterar la composición de los compromisarios en el congreso, lo cual a su vez podría incidir en los resultados del mismo, por lo que es otro motivo por el que debe de anularse el acuerdo de la ejecutiva de 13 de octubre de 2021 por el que se aprueba la lista definitiva de compromisarios, así como los resultados de la asamblea".

En esta situación tan delicada, los críticos del PAR quieren ir a por todas y exigen de manera inmediata la expulsión del partido del actual presidente y socio en el Gobierno cuatripartito de Javier Lambán. Esta batalla por el poder interno del PAR tiene su derivada en el resto de partidos políticos. Nadie duda de que este terremoto trasciende más allá del PAR por las consecuencias en los pactos de gobierno actuales y los futuros. "Esto no puede quedar impune", sentenció Elena Allué en una rueda de prensa celebrada el pasado jueves, e instó al presidente de Aragón, Javier Lambán, a cesar a Aliaga como vicepresidente por ser "indigno" al "manipular el censo de militantes o pervertir las reglas de un congreso y hacer trampas para ganar". "Su número dos en el Gobierno es capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el cargo. Ese no debe ser el nivel ético que se exija en política", criticó.

¿La salida del cuatripartito?

A día de hoy, los críticos no desvelan cuáles serán los pasos a seguir si acceden al liderazgo del PAR. Tienen claro, de momento, que Arturo Aliaga debe dejar fulminantemente su puesto. Pero a seis meses de las elecciones, las especulaciones sobre el futuro del PAR son la comidilla entre los partidos políticos y todos buscan sacar tajada de la crisis interna. El primero en posicionarse a favor y en defensa de Arturo Aliaga fue el presidente aragonés, Javier Lambán. "Su apoyo total y absoluto", determinó el dirigente socialista.

En el caso de la posición de los críticos, fuentes de este sector del PAR aseguran que "Arturo Aliaga es un okupa en la vicepresidencia de Aragón y en ningún caso está representando al PAR". Esta aseveración aventura que la postura de los críticos, en caso de acceder a la presidencia en un posible futuro congreso, será más dura con la decisión de gobernar junto a tres partidos de izquierda. Elena Allué, sobre este respecto, no se moja. Sin embargo, la dirigente aragonesista ha dicho por activa y por pasiva que si hubiera estado al frente del PAR en el momento de la decisión, hubiera consultado a la militancia.

La respuesta del presidente del PP de Aragón y alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, fue más contundente, ya que es consciente de que esta situación es una puerta abierta a captar a los votantes desilusionados del PAR. "Quien hace una trampa tan escandalosa a sus propios compañeros de partido está deslegitimado para desempeñar un cargo público como la vicepresidencia de la DGA", dijo.