Es noticia
El patrimonio desperdigado de Aragón: su biblia en California y un busto en el Louvre
  1. España
  2. Aragón
Difícil retorno a tierras aragonesas

El patrimonio desperdigado de Aragón: su biblia en California y un busto en el Louvre

Más de 400 piezas de arte están dispersas por varios continentes y su recuperación se antoja imposible. El Vidal Mayor, la primera compilación del Fuero, es reclamada sin éxito

Foto: El facsímil del Vidal Mayor, joya medieval aragonesa. (Cedido)
El facsímil del Vidal Mayor, joya medieval aragonesa. (Cedido)

La historia milenaria de Aragón le ha llevado a tener uno de los registros de patrimonio más importantes del periodo comprendido en la Edad Media, cuando dominaba el Mediterráneo con la señal real de la Corona de Aragón. Sin embargo, durante los siglos posteriores, ha sufrido compraventas masivas por coleccionistas privados en un periodo donde el respeto al valor patrimonial brillaba por su ausencia. En ocasiones, el precio de las piezas de arte aragonesas desperdigadas por el mundo es incalculable.

Solo en Estados Unidos hay piezas de arte aragonés en hasta 25 estados diferentes, repartidos por 40 museos tanto públicos como privados. Pero no es el único lugar: hay piezas en Francia, Inglaterra y Alemania; así como en México o Argentina. Entre las más icónicas, destaca la considerada biblia jurídica aragonesa: el Vidal Mayor, la primera compilación del Fuero de Aragón. O un busto real con un relicario de cristal en forma de corazón en el Museo del Louvre, la flamante biblioteca del siglo XVII de Vincencio Juan de Lastanosa que se halla entre Londres o Estocolmo, la portada románica de Uncastillo que se vendió por 800 pesetas y está en el Museo de Bellas Artes de Boston…

placeholder El banquero estadounidense JP Morgan. (Bettaman)
El banquero estadounidense JP Morgan. (Bettaman)

A día de hoy, según fuentes jurídicas, es imposible recuperar estas piezas de valor incalculable que son de las más visitadas en los museos que las exponen. La gran mayoría de ellas fueron vendidas legalmente y sin dudas sobre su procedencia o propietario que decidió su venta. El asunto recae más en la nula conciencia sobre el patrimonio aragonés, y por extensión español, a principios del siglo XX. Entre 1910 y 1930 se disparó un interés voraz por el arte europeo desde suelo estadounidense. Entre los compradores, hay nombres tan conocidos como el banquero JP Morgan, el magnate del petróleo Rockefeller o el propietario editorial William R. Hearst.

Según una investigación del historiador aragonés Antonio Naval, en el comercio del arte mundial, hay hasta 400 piezas de arte aragonesas dispersas por varios continentes. Sabiendo que su recuperación es altamente complicada, y excesivamente cara en caso de tantear la compra, el Gobierno aragonés está realizando un inventario de las piezas emigradas.

El patrimonio donde no fue concebido

La sensibilización que tiene la sociedad sobre el patrimonio en pleno siglo XXI es bien distinta a la que se tenía a principios del siglo XX. Sin un marco jurídico nacional que protegiera las obras de arte, salvo algún decreto canónico que limitaba su venta, el interés por las piezas de arte europeas fue desmedido. Esto ha llevado a que sea habitual ver piezas de arte de pequeñas ermitas románicas o incluso portadas completas de iglesias desmontadas pieza a pieza en museos de medio mundo.

En conversación con este diario, la directora general de Patrimonio del Gobierno aragonés, Marisancho Menjón, detalla que la única ley nacional de patrimonio data de 1931, con la II República, y siguió vigente hasta 1985. "Las ventas conocidas del patrimonio aragonés fuera de nuestras fronteras se consideran legales y, por tanto, es muy difícil recuperarlas. Tan solo por la vía de la negociación o por la compra, algo que resulta imposible por el valor altísimo de las piezas", cuenta. Respecto al patrimonio expoliado o vendido fraudulentamente, como el yacimiento celtíbero de Aranda de Moncayo o el tapiz de la Catedral de Roda de Isábena (robado por Erik el Belga, el mayor ladrón de obras de arte del siglo XX), consideran fuentes del Gobierno aragonés que se está en permanente alerta para activar todas las vías jurídicas o policiales necesarias.

placeholder Portada románica del monasterio de Uncastillo. (Cedida)
Portada románica del monasterio de Uncastillo. (Cedida)

En este sentido, Menjón destaca que "Aragón colabora estrechamente con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y con la Policía Nacional si la situación lo requiere para captar las piezas de arte". Eso sí, Menjón insiste en que la recuperación del patrimonio fuera de las fronteras nacionales es competencia del Gobierno de España. En el caso aragonés, según fuentes museísticas, la dispersión del patrimonio tiene su auge en la creación de grandes colecciones a principios del siglo XX. Los marchantes y anticuarios recorrieron la geografía aragonesa buscando todas las reliquias y detalles artísticos de una tierra con gran valor patrimonial.

Este interés por el arte no encuentra obstáculo en los habitantes de los municipios. Los pueblos, o las iglesias, se desprendían de sus objetos artísticos por entender que no tenían valor, o para lograr algún dinero que pueda solventar otras necesidades. Sobre la legalidad o ilegalidad, estas fuentes reconocen que la gran mayoría se entiende que fue bajo el concepto de compraventa y no cabe señalar su compra fraudulenta.

Al margen de las 400 piezas de arte aragonés inventariadas fuera del territorio nacional, se ha calculado que hay otros 8.000 bienes fuera de Aragón, pero ubicado en colecciones y museos españoles. Entre ellos, el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional de Arte de Cataluña —donde hay aún litigios pendientes por su dudosa compraventa—, o el museo de Santa Cruz de Toledo. Más allá del territorio patrio, destacan los museos estadounidenses: el Metropolitan Museum de Nueva York, el Fine Arts de Boston o el Philadelphia Museum of Art.

Objetivo: recuperar el Vidal Mayor

Si hay una obra de un valor patrimonial incalculable, y con un apego sentimental a la identidad aragonesa, que está desperdigada por el mundo es el Vidal Mayor, un documento escrito en lengua aragonesa con 277 folios escritos a dos columnas que contiene una compilación de los fueros aragoneses realizada en 1247. Esta obra jurídica se localiza en la sede de la Fundación Paul Getty, en Malibú, después de recorrer Londres y Nueva York. Esta compilación de leyes recoge todos los fueros anteriores, desde en el inicio del Reino de Aragón, con el fuero de Jaca. Fue el rey aragonés Jaime I el Conquistador quien decidió encargar esta compilación de los fueros y leyes de todos los territorios de la Corona de Aragón al obispo de Huesca, Vidal de Canellas.

Según el historiador Sergio Martínez, en conversación con El Confidencial, su importancia histórica es indudable: "El primer documento oficial en el que se empieza utilizar un idioma que se puede llamar lengua aragonesa es el Vidal Mayor, junto con la importancia de condensar toda la obra jurídica de los fueros aragoneses en una única compilación". De los detalles jurídicos que recoge el Vidal Mayor, datado en 1247, se encuentra la obligación de proteger el buen hacer de la Justicia, la pena de los adúlteros o la prohibición de que ninguno de los cónyuges enajenara algo sin permiso de la otra parte.

Foto: Monasterio de Santa María de Sijena. (Gobierno de Aragón)

Por todo ello, desde la política aragonesa se ha entendido en los últimos años que su importancia debe reflejarse en suelo aragonés. Tanto es así que en distintas ocasiones, desde las Cortes de Aragón, se ha reclamado la devolución del Vidal Mayor desde California. "Es necesario abordar la recuperación del patrimonio histórico-artístico aragonés emigrado, expoliado o disperso, esté donde esté, sea en Cataluña, en el Museo del Prado, en el Archivo de Salamanca, en el Museo Arqueológico de Madrid, o como es el caso, en California", explicitó el entonces diputado de Chunta Aragonesista, Gregorio Briz, en la última sesión parlamentaria que se reclamó su devolución.

Fuentes museísticas de primer orden reconocen que "el Vidal Mayor no es una obra cualquier sino uno de los documentos más importantes de la Edad Media y nadie se deshará de él sin una negociación intensa y tras desembolsar una gran cantidad de dinero. Podrían ser millones de euros su valor. Su venta fue completamente legal y el propietario la guarda en el museo de la Fundación Getty como una de las piezas más exquisitas de su colección".

La historia milenaria de Aragón le ha llevado a tener uno de los registros de patrimonio más importantes del periodo comprendido en la Edad Media, cuando dominaba el Mediterráneo con la señal real de la Corona de Aragón. Sin embargo, durante los siglos posteriores, ha sufrido compraventas masivas por coleccionistas privados en un periodo donde el respeto al valor patrimonial brillaba por su ausencia. En ocasiones, el precio de las piezas de arte aragonesas desperdigadas por el mundo es incalculable.

Historia Aragón Venta
El redactor recomienda