La foto del exalcalde con Moreno en un festival 'indie' reaviva el lío orgánico en el PSOE de Sevilla

No es raro encontrarse en un concierto a Juanma Moreno con su mujer, Manuela Villena. Y tampoco lo es si se trata de Antonio Muñoz, el exalcalde socialista de Sevilla. El presidente de la Junta es un reconocido fan del indie español, como dijo él mismo en la campaña de las andaluzas. Y el ahora senador del PSOE se presentó a las municipales con la vitola de ser miembro del cultureteo sevillano. Era cuestión de tiempo que ambos, que ya habían demostrado sintonía en lo político, se encontrasen. Y fue Muñoz quien publicó en redes la instantánea que inmortalizó la coincidencia. Al poco tiempo, el líder del PSOE de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, utilizó la foto para lanzarle un dardo al barón popular, pero la onda expansiva le llegó también a su colega, dando pistas de un cierto malestar en el principal bastión del PSOE en Andalucía.

"Mientras usted está en conciertos, hay 15 municipios de Sevilla en que los vecinos no tienen urgencias médicas", se quejó en X el también presidente de la Diputación de Sevilla. Es cierto que el mensaje tenía a Moreno como destinatario y que las competencias en materia sanitaria son de la Junta, pero no hay que olvidar que Muñoz no sólo es concejal del Ayuntamiento de la capital, sino que también es senador electo por la provincia. La reacción del dirigente provincial no pasó desapercibida entre los socialistas sevillanos. "Aluciné cuando lo vi", dice una fuente del PSOE de Sevilla mientras que otra habla de un cierto "cabreo" en parte de la militancia de la provincia.

Un dirigente PSOE andaluz abunda en el posible enfado que ha provocado la imagen de Moreno y Muñoz en un contexto de confrontación entre socialistas y populares. Sobre todo cuando todavía hay abiertas heridas provocadas por las victorias logradas por los populares en algunos municipios sevillanos, como San Juan de Aznalfarache o Utrera. En esta localidad, donde el PP barrió con mayoría absoluta el 28-M tras fichar a un exalcalde andalucista, 8 miembros de la dirección dimitieron tras una decisión del local que dejó clara la división que sufre la militancia.

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Es un síntoma más de la pérdida de poder institucional que sufrió el PSOE en las municipales y que ha provocado varias crisis similares repartidas por todo el territorio andaluz. Sevilla se había librado en mayor medida porque es el territorio donde más fuerza conserva la formación, junto con Jaén. Pero eso no es garantía de una tranquilidad total. El propio Javier Fernández de los Ríos dejó claro hace unas semanas que su intención era designar a los candidatos a las elecciones de 2027 a lo largo de este año, sobre todo en esos lugares donde el PSOE perdió el poder. Los estatutos socialistas establecen que allí donde se gobierna, el alcalde tiene prioridad si quiere volver a presentarse, aunque el caso de la capital es distinto, ya que la decisión depende también de Ferraz.

Hay quien habla de algunos "leves conatos" dentro del partido entre afiliados que no están por la labor de que Antonio Muñoz repita en las próximas municipales. Él ha mostrado su disposición y Fernández de los Ríos siempre lo ha apoyado. Ambos se conocen desde hace años, ya que son de La Rinconada, donde el líder provincial es alcalde. Fuentes del partido descartan que el mensaje de la foto con Juanma Moreno suponga un divorcio y aseguran que las aguas se han calmado tras el tuit explosivo. Tampoco en el entorno de Muñoz hablan de problemas mayores, pero hay que tener en cuenta que si el exregidor quiere intentar recuperar el bastón de mando debe tener el aval de Fernández de los Ríos. El exprimer edil no ha dedicado nunca demasiado tiempo a la vida orgánica del partido, por lo que debe contar con apoyos de la dirección si quiere volver a ser candidato.

La semana ha sido muy ajetreada en el PSOE de Sevilla, la agrupación provincial mas numerosa del partido. A la polémica del Interestelar -el festival donde se hicieron la foto Muñoz y Moreno- hay que sumar las dimisiones en Utrera y la expulsión de seis ediles en Arahal. En este pueblo de la campiña el grupo socialista se ha disuelto después de que los concejales que salieron elegidos el 28-M se hayan aliado con el PP en una moción de censura para desalojar a IU y dar la alcaldía al ya exportavoz del PSOE, Francisco Brenes. La dirección hizo saber el martes al consistorio arahalense que los seis ediles, en aplicación de los estatutos, habían sido expulsados del partido por suscribir una moción de censura sin el aval orgánico.

Todos estos vaivenes, además de los que sufre el PSOE en otros lugares de Andalucía, han llegado hasta las televisiones nacionales después de que la expresidenta de la Junta Susana Díaz fuera cuestionada por ellos en el programa de Risto Mejide, donde ejerce de tertuliana. La exlíder del PSOE andaluz también tiene una foto reciente con un dirigente del PP, en este caso el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Fue el regidor popular quien publicó la imagen con Díaz en la aldea del Rocío, desde donde la expresidenta viajó a Madrid para participar en la tertulia.

No suele prodigarse sobre la vida orgánica de su partido, pero este miércoles sí lanzó algunos mensajes de los que se podía destilar un tirón de orejas a su sucesor, Juan Espadas. "Tiene que ser un partido acogedor", dijo en Cuatro entre las preguntas de sus compañeros antes de afirmar que la formación tiene que incluir las "distintas sensibilidades" para "levantar cabeza" porque hay militantes que "no se sienten parte del proyecto".

Díaz aseguró que ya ha pasado página de su aspiración autonómica, pero también dijo que tiene "mucho que aportar" al partido. Desde que perdió las primarias ante Espadas, el candidato ungido por Ferraz y Moncloa, ha sido senadora por designación autonómica, labor que compagina con su faceta televisiva. No se puede decir que exista ahora una corriente susanista dentro del PSOE andaluz, pero sí que hay una sensación de descontento con el camino que lleva el partido desde que lo dirige el exalcalde de Sevilla. La expresidenta no se expresó en ese sentido, pero si se quejó de cómo fue su marcha. "Me sacaron por una ventana y yo lo pasé muy mal", sentenció Díaz, que afirmó que "en lo personal" ya superó esa fase y no quiso abundar en su opinión para no dar una imagen de que busca "una revancha".