8.000€ por un balcón en Sevilla: la locura por la Semana Santa que sorprende a los foráneos

En Sevilla, el precio del metro cuadrado de alquiler es el más alto desde que hay registros: 11,3 euros, según estudios inmobiliarios, lo que significa que un piso de unos 60 metros debería rondar los 700 euros al mes, aunque es cierto que puede subir en las zonas más cotizadas. Pero hay una semana al año en la que todavía están por encima de cualquier índice que pueda establecer el Gobierno. Entre Domingo de Ramos y Domingo de Resurrección, un inmueble de las mismas dimensiones puede costar hasta 8.000 euros la semana. Al menos es lo que ha pedido el propietario de una vivienda en el centro neurálgico de la Semana Santa de la ciudad, para sorpresa de los foráneos… y no tanta de los sevillanos.

Este caso concreto, que se ha viralizado en X, tiene una serie de matices que explican el coste, aunque es cierto que en ese mismo punto los precios eran inferiores hace años. La inflación también llega a la devoción. Pero la plaza de La Campana es donde comienza la Carrera Oficial, el recorrido por el que tienen que pasar todas las hermandades que hacen su estación de penitencia a la Catedral de Sevilla. Son 1,3 kilómetros que van desde la citada plaza al templo gótico, pasando por la calle Sierpes, la Plaza de San Francisco y la Avenida de la Constitución. Y están rodeados de un espacio acotado que se llena con sillas y palcos que gestiona el Consejo de Hermandades y Cofradías de la ciudad.

Cuando un nazareno va camino de la catedral y mira hacia arriba, es normal ver a grupos de personas agolpadas en cada balcón. Puede pillar a alguien con un vaso ancho furtivo, que habrá rellenado en una mesa dentro del piso. Y en algunos de esos pisos habrá incluso camareros. Porque en esos pisos vive gente, pero también los hay disponibles para alquilar y algunos pueden incluir el servicio de bar con camarero. Este año incluso puede encontrarse una suerte de paquete turístico que permite al visitante combinar las vistas desde un balcón con un paseo a pie de calle por vía para ver los pasos como los ve un sevillano, brujuleando por las calles de la ciudad.

Otra página web permitía acceso por jornadas en balcones a un coste que va desde 81 euros en los días centrales a 203 en la madrugada del Viernes Santo, la jornada en la que salen algunas de las procesiones más señeras de la ciudad, como la Esperanza Macarena o Jesús del Gran Poder. Este jueves, cuando todavía faltan casi dos semanas para el inicio de la Semana Santa de la capital andaluza, solo había disponibles dos entradas para la tarde del Jueves Santo a razón de 178 euros por persona. En este caso, el balcón está en la Plaza de San Francisco, frente al Ayuntamiento de la ciudad, una de las zonas más solemnes del recorrido y el precio incluye el acceso al baño en un apartamento con wifi y aire acondicionado, así como bar con servicio de catering.

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El caso del piso en la Campana por 8.000 euros era menos lujoso, pero el propietario ofrecía la posibilidad de facilitar un frigorífico para atender al máximo de 20 personas que caben en el inmueble. En los balcones de esa plaza plantan sus estudios efímeros las cadenas de radio, pero también es una zona señera para algunos saeteros. Y para personajes de la farándula como Kiko Rivera, el hijo de Isabel Pantoja, o Manuel Ruiz de Lopera, histórico presidente del Betis con un balcón privilegiado en la zona. No es casualidad que el Rey optase por la Campana en la visita que hizo el Lunes Santo de 2015 a la Semana Santa de Sevilla.

El aumento de los precios del alquiler de balcones en la semana mayor de la capital andaluza se ha producido al mismo tiempo que el número de turistas que ha llegado a la ciudad ha crecido exponencialmente. Se entienden así esas ofertas que pueden encontrarse en internet para una suerte de tour. Y el sorteo que ha puesto en marcha El Corte Inglés, que ofrecía acceso a las sillas de la Carrera Oficial y que ha tenido que cancelar después de una denuncia de Facua. La iniciativa de los grandes almacenes ha puesto el foco sobre una práctica habitual en la ciudad, a pesar de que está prohibida la venta de las sillas y los palcos de la zona acotada a la que el resto de habitantes de la ciudad no pueden acceder durante la semana que dura la fiesta.

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El Consejo de Hermandades y Cofradías ha anunciado una suerte de inspección en la Carrera Oficial ante la polémica que se ha generado porque los abonos de "las sillas", como se conoce en la ciudad a este servicio, son nominativos y no transferibles. Y, además, se distribuyen por medio de un sorteo entre todos los ciudadanos que solicitan tener acceso a uno de estos asientos durante toda la semana. Los precios van desde los 85 euros de la Plaza Virgen de los Reyes, a la salida de la Catedral, a los 963 de un palco en la Plaza de San Francisco. El dinero recaudado se distribuye entre las hermandades de la ciudad para que puedan sufragar su funcionamiento, la conservación del patrimonio que atesoran y las obras de caridad que ponen en marcha, aunque también reciben ingresos por las cuotas de los hermanos.

Hay otro debate por abrir en la capital andaluza, aunque solo algunos partidos de izquierda se atreven, muy tímidamente a mencionarlo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento ha prohibido por motivos de seguridad la utilización de sillas plegables en las zonas de grandes aglomeraciones. Desde Por Andalucía, la coalición de Podemos, IU y otras fuerzas de izquierda, se alzó la voz cuando se produjo esta prohibición, al tiempo que nadie discute la existencia de una carrera oficial privatizada. En los últimos 8 años, el PSOE gobernó la ciudad en solitario, pero ni cuando IU formó parte del Gobierno local, entre 2007 y 2011, se abordó esta posibilidad.