El Algarrobico no es Doñana: el complejo derribo del hotel más aberrante de España
Moreno propone otro acuerdo con el Gobierno para demoler este símbolo del urbanismo salvaje, aunque los intereses cruzados enturbian la operación. La vía más rápida sería una indemnización millonaria
Un edificio fantasma de 20 plantas, a 15 metros de la playa y en pleno Parque Natural del Cabo de Gata. El macrohotel de El Algarrobico, en Carboneras (Almería), es un símbolo del ladrillo, una de las imágenes que mejor representa el urbanismo salvaje de aquellos años. La obra comenzó en 2003, pero fue paralizada tres años después y, pese a las múltiples sentencias en contra, el derribo del hotel más aberrante de España sigue esperando casi dos décadas después.
Ahora el presidente andaluz, Juanma Moreno, pretende reeditar un acuerdo con el Gobierno central como el de Doñana para desbloquear la situación. Hay quien ha interpretado el anuncio como una posible solución al problema, aunque tras dos décadas de galimatías judicial, los intereses cruzados y la falta de determinación de las administraciones, los ecologistas son más escépticos. De hecho, han calificado la propuesta como una "maniobra de distracción".
La promotora Azata, propiedad de José Domingo Rodríguez Losada, mantiene junto a la mole tres grúas que simbolizan su intención de continuar con el proyecto. Había una cuarta, pero tuvo que ser retirada por su deterioro con el paso de los años. Pese a las numerosas sentencias en su contra, la empresa mantiene la esperanza de terminar de construir el macrohotel. O, al menos, de lograr una indemnización millonaria que ninguna administración quiere asumir.
"Si no hay un acuerdo antes, el derribo puede tardar unos diez años por la vía judicial", resume José Ignacio Domínguez, el abogado que representa a los ecologistas de Greenpace en el caso. La promotora lleva años estirando la polémica en los juzgados, abriendo distintas causas que se alargan en el tiempo con varias de sus sociedades. Tanto es así que, a la espera de otros pronunciamientos, el hotel del Algarrobico arrastra medio centenar de sentencias en los últimos años.
Moreno quiere llevar el "espíritu de Doñana", donde el impulsor era el PP, a El Algarrobico, donde el PSOE tiene mucho que callar
La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento de Carboneras, ahora gobernado por el PP, que debe anular la licencia de obra para que el derribo sea posible. Sin embargo, desde el Consistorio vienen posponiendo esta decisión para evitar que la empresa le reclame más indemnizaciones. El anterior gobierno, del PSOE —el alcalde era sobrino del regidor que impulsó el proyecto—, desclasificó como urbanizables los suelos en el PGOU, aunque justificó la decisión "por efectos sobrevenidos". Un matiz con el que pretendía cubrirse las espadas ante las posibles reclamaciones por parte de la empresa ante este fiasco urbanístico.
Ahora la Junta de Andalucía pretende que se retire ese entrecomillado, lo que a ojos del PSOE provocaría que el Ayuntamiento se "quedase solo" a la hora de afrontar una posible indemnización. Los socialistas votaron en contra de esta propuesta, lo que viene siendo utilizado por el PP de Juanma Moreno para recordar la herencia recibida, ahora también en materia medioambiental. La propuesta del barón popular es llevar el "espíritu de Doñana", donde el impulsor de la polémica ley era el PP, a El Algarrobico, donde el PSOE tiene mucho que callar.
El edificio se levantó a menos de 100 metros del mar, incumpliendo la ley de costas, y en una zona considerada como C-1, donde estaba prohibida la construcción según las normas de protección medioambiental del Parque Natural del Cabo de Gata. Para ello, fue necesario una recalificación de los suelos por parte de la administración autonómica del PSOE, señalada como la gran responsable política del problema.
"Le pido al partido socialista que nos ayude a que, entre todos, eliminemos de una vez por toda ese gran monumento a la irregularidad urbanística", expresó el presidente andaluz este jueves, cuando volvió a insistir en el voto en contra del PSOE a su propuesta plenaria. Los populares son conscientes de que el caso genera un conflicto de intereses en la formación rival, donde chocan las visiones del partido a nivel local y regional.
La plataforma Salvemos Mojácar, la primera en denunciar el caso a principios de siglo, califica de "farsa" la propuesta de acuerdo de Moreno y recuerda que, si quisiera, el Consistorio del PP podría retirar la licencia sin pasar por pleno. En 2021, el presidente andaluz ya anunció una partida presupuestaria para financiar los trabajos de demolición del hotel, pero nunca pudo llevarse a cabo al no suspenderse la licencia de obra. "Él sabía que es imposible derribarlo en un año… el Tribunal Supremo dice que hay que demoler, pero antes el Ayuntamiento debe anular la licencia de obra. El resto son maniobras de distracción", apunta el abogado José Ignacio Domínguez.
El Ayuntamiento de Carboneras, ahora gobernado por el PP, tiene en su mano retirar la licencia de obra
La Audiencia Nacional ya negó una indemnización de 70 millones a la promotora de El Algarrobico al considerar que el Estado, la Junta o el Ayuntamiento no son responsables del perjuicio económico para la empresa. Sin embargo, un acuerdo entre las administraciones y la promotora sería la fórmula más rápida. Hay un antecedente en la zona: el edificio de los Genoveses, un proyecto con 13 apartamentos en Níjar, derribado 21 años después de su construcción. La demolición y la reconversión del espacio costó más de 800.000 euros. En esta ocasión, la cifra podría ser mucho más elevada.
De momento, ya existe un convenio entre las tres administraciones para la esperada demolición. Los gastos principales correrían a cargo del Estado, mientras la Junta se haría cargo de la gestión de los residuos y la regeneración de la zona. En la última comisión mixta, se planteó la necesidad de que el Consistorio revisara de oficio la licencia de obra. "Pero hasta que el Ayuntamiento no actúe poco más podemos hacer", reconocen fuentes del gobierno andaluz.
Un edificio fantasma de 20 plantas, a 15 metros de la playa y en pleno Parque Natural del Cabo de Gata. El macrohotel de El Algarrobico, en Carboneras (Almería), es un símbolo del ladrillo, una de las imágenes que mejor representa el urbanismo salvaje de aquellos años. La obra comenzó en 2003, pero fue paralizada tres años después y, pese a las múltiples sentencias en contra, el derribo del hotel más aberrante de España sigue esperando casi dos décadas después.