El Carnaval de Cádiz como indicador demoscópico: salud mental, sobran turistas y Vox se normaliza

28 días de competición, cuatro pases y hasta 131 agrupaciones. El Gran Teatro Falla ha vuelto a convertirse en el escenario de una batalla de coplas sin parangón. Tras una edición suspendida y otra recortada y traslada a mayo, el Carnaval de Cádiz recuperó su concurso en febrero, un mes sagrado para los gaditanos y para muchos andaluces en una competición que cada vez gana más seguidores.

Los autores regalan cientos de letras a la afición con altas dosis de ingenio. Desde el humor, la crítica o la ironía, abordan algunos de los temas que más han preocupado a la ciudadanía durante los meses anteriores, hilvanando sobre las tablas una crónica cantada. El Carnaval de Cádiz es en ocasiones un buen termómetro, un indicador demoscópico al que los políticos deberían mirar en este año electoral.

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Fran M. Galbarro. Cádiz

Anoche se celebró la Gran Final, con trece pases repartidos en diez horas para las que los autores guardan sus mejores balas. El concurso ha incorporado nuevas temáticas hasta ahora poco habituales, entre las que ha destacado la salud mental. La chirigota To me pasa a mí, Los desgraciaitos, dedicó uno de sus pasodobles a quienes sufren "ansiedad y depresión": "Cuando salgas de esto, dile a la vida gritando (…) que conseguí que volviera el sol y vencí a los miedos, las tormentas y los fracasos". Al cierre de la sesión, la comparsa El embrujo de Cádiz, una de las más jóvenes, dedicaba una letra a explicar con sensibilidad qué es la ansiedad: "Si no te entiende la gente, aquí te dejo esta copla para que cantes con rabia hasta que el mundo sepa lo que sientes".

Las prioridades de la sociedad tras la pandemia se han reflejado en el concurso, que también ha tenido numerosas referencias a la importancia de la sanidad pública. Uno de los integrantes del cuarteto Escuela taller de gladiadores El Pópulo, ganador en su modalidad, necesitaba una operación tras un duelo cuerpo a cuerpo, pero no había conseguido su cita médica hasta "octubre". Y colao en una clínica privada. "¿En La Salud la operación? ¡Vete preparando para la resurrección!".

Las letras dedicadas a la soledad y a la tercera edad también han estado muy presentes. "Cuando me llegue la hora en un hospital o en casa, quiero tener a mi vera cuando ya no exista un halo de esperanza, alguien que me sujete la mano y a quien poder decirle gracias", remataba uno de los pasodobles de la chirigota Los Viñanos.

El éxito de Martínez Ares

La comparsa La Ciudad Invisible, de Antonio Martínez Ares, también dedicaba el último de sus pasodobles a una generación que "lo dio todo" y ahora, cuando más lo necesitan, "la sanidad privatizan". Mención aparte merece esta agrupación, que revalida su Primer Premio –ningún autor de comparsa ganaba dos veces seguidas desde 1994, cuando el propio Martínez Ares lo consiguió- con su versión más combativa. Basta repasar sus rondas de pasodobles, la pieza principal de la modalidad, desde la fase de preliminares: una letra contra Ismael Beiro, candidato a gobernar un Cádiz que tras Kichi espera "otro payaso"; otra contra la monarquía y la oportunidad perdida de "guillotina" en el Cádiz de Las Cortes; otra contra la Hermandad de la Macarena de Sevilla por la tardía exhumación de Queipo de Llano…

El autor cierra este 2023 una trilogía de comparsas con ideas hiladas y una historia que ha ido evolucionando año tras año. No hay precedentes en el concurso de algo así. Anoche, al cierre de la actuación, se distanció del grupo en el escenario y mostró al público un gesto de despedida. A los segundos de desconcierto le siguieron varios gritos de ¡no te vayas!, con el temor de que el autor vuelva a despedirse. La última vez fueron 13 años de parón. "Me quedo en lo oscuro que está mejor. Tenéis que exprimiros la cabecita", trasladó a los periodistas tras el pase. Hay quien cree que dejará de cantar con el grupo para volver a dedicarse en exclusiva a la autoría.

En cualquier caso, antes de echarse el telón tocó otra de las temáticas más repetidas en este año: la turistificación. El Ayuntamiento de Cádiz limitó recientemente las nuevas licencias de pisos turísticos, pero el encarecimiento de la vivienda y el aumento de visitantes parece imparable. Cádiz pierde cada año un millar de habitantes mientras los gaditanos piden soluciones. "Se vende torre en el centro, imagine esas noches de verano, borrachos a la fresquita mirando un Cádiz vacío de gaditanos", remataba la copla de Martínez Ares.

Elecciones a la vuelta de la esquina

Pese a que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina, la Gran Final, seguida en toda Andalucía a través de la televisión pública, apenas reunió letras relacionadas con la política local. El cuarteto ganador, que tiene a uno de los concejales del PP local como coautor, celebraba un año redondo y de buenas sensaciones: "A ver si sigue la racha y el Cossi pierde las elecciones". Un político gaditano no se libra de la carga ni en su propia agrupación.

La gran dimisión, el fenómeno de renuncia al puesto de trabajo tras la pandemia, también tuvo repercusión en el concurso. Al coro Los Martínez, cansados de trabajar, les llega su momento: "Reventó mi paciencia, ganó la decencia y Martínez dio libertad a su conciencia: dijo no, se acabó, esta no puede ser mi vida". La agrupación se hizo con el Primer Premio, dedicado a Julio Pardo, su autor, fallecido hace una semana. Desde entonces se han sucedido los reconocimientos al autor más laureado de la historia del Carnaval.

Otra de las novedades respecto al año anterior es el cambio de tratamiento respecto a Vox

También en materia laboral, el cuarteto de gladiadores aprovechaba el debate de la jornada de cuatro horas: "Se recorta la jornada pero se mantiene el sueldo / po más de un trabajador dice que no está de acuerdo". Además, este año el feminismo ha vuelto a estar muy presente, con varias agrupaciones formadas mayoritariamente por mujeres y un salto cuantitativo y cualitativo en las letras.

Otra de las grandes novedades respecto al año anterior es el cambio de tratamiento respecto a Vox. El pasado verano, en la antesala de las elecciones andaluzas, la candidata Macarena Olona fue la que más críticas recibió durante el concurso. Meses más tarde, tras un mal resultado electoral en Andalucía, la formación de Abascal ha sido más objeto de burla que de letras críticas, con Olona, ya fuera del partido, siendo protagonista de varios cuplés, la pieza humorística, tras reconocerse en redes sociales como aficionada a la fiesta.

Una de las comparsas más reivindicativas, Los Esclavos, interpretan a un grupo de títeres controlados por la banca, los gobiernos y el poder establecido. "Me atan mi mano derecha y me atan la izquierda, una me tapa los ojos y otra me corta la lengua", dicen en una de las cuartetas de su popurrí, que cierran jurando que "antes de volverlos a votar –a izquierda o a derecha- me corto estas dos manos".

El jurado declaró ganadores en la modalidad de comparsas a La ciudad invisible, de Antonio Martínez Ares. En chirigotas se impuso Amo escuchá, chirigota callejera, del Melli y José Molina. Además, el coro de Julio Pardo ganó su modalidad, con Los Martínez; y Escuela taller de gladiadores El Pópulo, el cuarteto de Ángel Gago y José Manuel Cossi, se llevó el Primer Premio en cuartetos.