La huella tartésica de Huelva, entre la amenaza del ladrillo y el rescate

En la Gran Vía de Huelva, la ciudad que los vestigios arqueológicos sitúan entre las más antiguas de Occidente, el pueblo de tartessos almacenaba productos en la que durante los siglos VII y el VI a.C. era su zona portuaria, un enclave descubierto recientemente que hoy ocupan oficinas y edificios administrativos en pleno centro de la capital onubense. Este último gran hallazgo del puerto de época protohistórica descubre nuevas perspectivas a los expertos y reabre el debate y la contestación ciudadana en relación a la conservación del patrimonio arqueológico en Huelva, sepultado en ocasiones a palazos y amenazado, en otros casos, por planes urbanísticos.

Los restos, catalogados por los técnicos como “únicos y singulares”, salieron a la luz mientras se arañaba la tierra en los trabajos de rehabilitación del antiguo edificio de Hacienda para su recuperación como sede de la Junta de Andalucía. En el subsuelo, a unos tres metros de profundidad, estos elementos ocupan entorno al 60% del solar, en el que se han llevado a cabo numerosos sondeos y excavaciones en los últimos meses.

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“Son significativamente importantes”, explica el arqueólogo de la Universidad de Huelva (UHU) que está el frente del equipo de dirige las excavaciones, Javier Bermejo Meléndez, no solo por el periodo histórico al que corresponden – época tartésica- sino también por la naturaleza de los restos, que aportan un plus añadido, al tratarse de los más orientales que se han encontrado hasta ahora en la ciudad. “Nunca antes habíamos tenido constatación de la aparición de restos de este periodo en esa zona de la capital”, confirma.

“Vienen a ofrecer una nueva lectura de la imagen de la ciudad en esos siglos porque amplían la superficie de la misma y se deduce una extensión mayor de la que inicialmente se tenía, al tiempo que muestran una realidad más compleja y un urbanismo mucho más desarrollado para la Huelva de esa época”, destaca.

Pese al valor científico del hallazgo, reforzado por la gran cantidad de materiales (cerámicos y de otra naturaleza) que se ha ido recuperando en el solar, la propuesta inicial de la promotora planteaba el enterramiento de buena parte de las estructuras portuarias y el desmontaje de otros elementos para su posterior restitución y puesta en valor a la entrada de la inmueble.

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El planteamiento estuvo seguido de un primer informe desfavorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico que posteriormente dio un giro para confirmar que los restos quedarían bajo tierra, descartando toda posibilidad de integración en la futura sede administrativa en base a “la presencia del nivel freático (-3.40 m) y su posible variación en el tiempo”. El anuncio sacudió a colectivos sociales onubenses y obtuvo el rechazo frontal de los expertos, que han abogado en todo momento por la integración de los restos arqueológicos en el inmueble.

Precisamente, la oposición de los arqueólogos a que se sepulte el puerto tartésico ha llevado a la Junta a dar un paso atrás para reconsiderar el proyecto: la delegada del Gobierno andaluz en Huelva, Bella Verano, anunciaba la puesta en marcha una mesa técnica que se encargará de estudiar la viabilidad de un nuevo proyecto para el edificio de Hacienda.

Verano ha adelantado que los restos se sacarán del lugar en el que se encuentran y se resituarán en el mismo lugar

“Estoy contento de que se hayan abierto nuevas posibilidades”, dice Bermejo con la mirada puesta en este febrero, cuando se prevé que se pondrá sobre la mesa una solución técnica que evite el enterramiento del yacimiento. “El equipo esa trabajando a destajo, preparando informes técnicos para que la propuesta que se presente esté muy pulida y no cuente con ningún tipo de grieta”, comenta.

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Por lo pronto, Verano ha adelantado que los restos se sacarán del lugar en el que se encuentran y se resituarán en el mismo lugar, en el edificio, pero en una cota más alta ya que, en caso contrario, "se inundan".

La rectificación de la Administración andaluza no convence, sin embargo, a la plataforma ciudadana ‘Huelva te mira’ y otros colectivos sociales, que plantan batalla contra el tapado de los restos con movilizaciones en la calle y, en paralelo, en vía administrativa. La plataforma ha presentado un recurso de alzada en el que exige la revocación de la resolución de Cultura que abre la puerta el enterramiento y otro millar de recursos a título individual, recabados en los últimos días entre los ciudadanos, en los que se recogen “los incumplimientos del proyecto”, confirma la portavoz de la plataforma, la arquitecta Alicia de Navascués.

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“Parece que Cultura va a revisar la resolución del pasado diciembre pero tenemos una gran preocupación porque desde la Junta se ha hablado de desplazar los restos, algo que está prohibido por la ley de patrimonio histórico tanto estatal como andaluz y solo se admite en casos de fuerza mayor, sin que sepamos a qué causa se refiere en el solar de Hacienda”. ‘Huelva te Mira' demanda un informe independiente, la modificación del proyecto para adaptar la estructura a los restos hallados y la participación de los colectivos de defensa del patrimonio de Huelva en las comisiones técnicas que van a decidir el futuro del hallazgo. “Nos tememos que puedan desmontarse los restos, meterse en un almacén y continuar la obra como si allí no hubiera un yacimiento arqueológico”, manifiesta.

El hallazgo del puerto de Tartessos se suma a otros descubrimientos arqueológicos en el subsuelo de la ciudad de Huelva en las últimas décadas que no han sido rescatados para su puesta en valor. Uno de los precedentes que han provocado más polémica es el de la necrópolis tartésica, un yacimiento de referencia mundial, descubierta en el cabezo de La Joya -donde se hallaron decenas de tumbas y elementos de gran valor- , donde el Ayuntamiento va a desarrollar un plan urbanístico en el que se prevén levantar cuatro torres de viviendas de hasta 15 plantas de altura.

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El plan urbanístico está judicializado: Ecologistas en Acción y Huelva te Mira están pendientes de la resolución de los recursos que están en manos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en base a la protección de los cabezos. La necrópolis se ubica en la base de un cabezo, una formación característica de la capital que tiene su origen en las sedimentaciones de los ríos Tinto y Odiel, que se elevan a modo de colinas por distintos puntos de la ciudad y relata desde sus entrañas la historia.

“En La Joya se están realizando ya estudios geotécnicos en algunas de las parcelas donde están planificados los edificios”, afirma Navascués, que plantea otro contencioso contra el proyecto urbanístico.