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Gibraltar-España: décadas de conflicto medioambiental que ennegrece la bahía
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DECENAS DE CASOS

Gibraltar-España: décadas de conflicto medioambiental que ennegrece la bahía

El carguero OS35 se suma a la lista de barcos que durante años han escrito la historia de vertidos que recurrentemente contaminan las aguas del Campo de Gibraltar. Un incidente que ha vuelto a elevar las críticas al Gobierno del Peñón

Foto: Varias personas observan la fuga de combustible del buque OS 35 desde uno de los miradores del Peñón. (Reuters/Jon Nazca)
Varias personas observan la fuga de combustible del buque OS 35 desde uno de los miradores del Peñón. (Reuters/Jon Nazca)

Prueben a hacer el siguiente ejercicio. Abran cualquier motor de búsqueda de internet y escriban: “Gibraltar vertido 2002”. Después, vayan cambiando el año. 2003, 2004, 2005... Uno tras otro. Hasta llegar a 2022. Es prácticamente imposible encontrar un periodo en el que no se produjera un vertido o incidente medioambiental que afectara a la bahía de Algeciras. Una cronología digital en la que están resaltados en negrita los nombres de los barcos y las cantidades de combustible, petróleo u otros líquidos contaminantes que acabaron en el agua. Pivi D, Spabunker IV, New Flame, Freda, AM Ghent… Y desde esta semana, el buque OS35, cuyo vertido ya ha alcanzado las costas del municipio de La Línea. La fractura en dos del barco provocó este jueves la aparición de las primeras manchas de gasoil y reactiva las críticas hacia el Gobierno de la colonia por su gestión del tráfico marítimo.

“Es un nuevo engaño de Gibraltar, que se está convirtiendo en la principal bestia negra del medio ambiente” en la bahía algecireña. “Hacen lo que les da la gana y juegan con la salud de las poblaciones del Estrecho”. Estas palabras fueron pronunciadas en 2002 por el entonces alcalde de La Línea de la Concepción, el popular Juan Carlos Juárez, que en un comunicado expresó su malestar por otro vertido frente la playa de Poniente de este municipio. El origen estuvo en una operación de 'bunkering' por una gasolinera flotante. Una práctica muy criticada por colectivos ecologistas y que Los Verdes incluso llevaron a los tribunales.

En este episodio estuvieron implicados los buques Perseverance y Vemamagna y la mancha de hidrocarburos alcanzó una longitud de 1,5 kilómetros. Nada que ver si se compara con el hundimiento en 2007 del barco chatarrero New Flame, con 42.000 toneladas de residuos contaminantes en su interior. El responsable de Verdemar-Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz, responsabilizaba de lo sucedido a la “negligencia” del Gobierno de la colonia. “Lo que tiene que hacer de una vez es sacar a la luz pública un informe en el que se detalle el tipo de chatarra que contiene el barco”, exigía, para seguidamente reclamar al Ejecutivo español “y a la Unión Europea” que “tomen cartas en el asunto”.

Muñoz volvió a copar espacio en los medios nacionales e internacionales tan solo un año después. A finales de octubre de 2008, con mayor exactitud. El Freda, un carguero de 35.000 toneladas construido en Liberia en 1984 y con propietario griego, se partió tras colisionar en la zona de Punta Europa de La Roca y vertía buena parte de las 300 toneladas de gasolina que alimentaban sus motores. “Regueros de combustible” se extendieron a lo largo de tres millas de mar y las quejas de los políticos españoles locales volvieron a intensificarse.

Las declaraciones del actual regidor de Algeciras no difieren mucho de las expresadas por su compañero de partido 20 años antes. José Ignacio Landaluce (PP) reiteraba este jueves las críticas que el día anterior había realizado contra el Ejecutivo dirigido por Fabian Picardo y manifestó que, “con esa actitud de no dejar entrar a nadie en las aguas que ellos dicen que son suyas, al final se tiene una actitud negligente porque el daño medioambiental es absolutamente para todos”. “Es todo un poco inquietante e inseguro”, agregó, para afirmar que “riesgo siempre hay”.

Landaluce recordó que el buque siniestrado tiene entre 500 y 600 toneladas de combustible y expresó sus dudas sobre la posibilidad de exigir responsabilidades porque es “un barco que tiene una bandera de Tuvalu, que es un país de 26 kilómetros cuadrados, con 11.000 habitantes y habrá que ver qué seguro tiene”.

placeholder Labores de contención de la fuga del buque. (Gobierno de Gibraltar)
Labores de contención de la fuga del buque. (Gobierno de Gibraltar)

El alcalde de La Línea, Juan Franco, ha sido el primero en anunciar que sondea la vía judicial y explicó que ha ordenado a los servicios jurídicos municipales que emprendan las posibles acciones penales o civiles que se puedan derivar de esta situación. “Sorprende un poco por qué desde el 29 de agosto hasta hoy 1 de septiembre no se ha producido la extracción del combustible”, comentaba el regidor, que dijo: “Mucho me temo que el barco esté ahí durante meses”.

A pesar de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido suave en sus valoraciones de esta crisis medioambiental, desplegando un discurso colaborativo en vez de crítico, el Gobierno gibraltareño emitió la mañana de este jueves una nota aclaratoria con seis preguntas y respuestas que también servían como pliego de descargo. “En el primer momento del impacto del OS35 con el ADAM LNG, el primero negaba tener daños y pretendía seguir rumbo a alta mar. Gibraltar no ‘movió’ el buque para que saliera de la bahía, lo hizo contra las instrucciones de Capitanía del puerto de Gibraltar. Una vez confirmado el daño, el capitán ratificó que no podía seguir e indicó que la entrada de agua había sido notable. La única solución viable para que no se hundiera, lo que hubiera provocado el vertido del fuel y el riesgo de muerte de sus tripulantes, era encallarlo”.

Esta explicación parecía adelantar la detención que se conoció a primera hora de la tarde. Algunos medios aseguraron que el arrestado era el capitán del granelero, aunque las fuentes oficiales del Peñón no quisieron confirmarlo. Picardo, en declaraciones a TVE, veladamente parecía atestiguar esta posibilidad cuando responsabilizó del suceso a la tripulación del OS35. “No paró, no siguió las instrucciones de Gibraltar y decía que no tenía ningún daño”, afirmó el ministro principal, que defendió la gestión de la crisis de su Ejecutivo cuando manifestó que “si hubiéramos traído el buque de nuevo al puerto, se hubiera hundido y habría habido un gran vertido de fuel”. “Todos los técnicos avalan la medida que adoptó la Capitanía de Gibraltar. No es una decisión política, es una decisión técnica”.

La Junta de Andalucía informó de que una patrulla del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) reconoció los puntos de costa de La Línea de la Concepción (Cádiz) más próximos a Gibraltar y no halló restos.

La Autoridad Portuaria de Gibraltar comenzó este jueves a bombear gasóleo del buque OS 35 mientras se realizaban trabajos para retirar el vertido del agua. Tras la fuga producida, la prioridad era acorralar y recoger el petróleo que flota libremente y que escapó de la barrera de contención que se desplegó, así como retirar el que quedó contenido dentro de la barrera. El vertido “está totalmente bajo control”, aseguró el Gobierno de la Roca.

Prueben a hacer el siguiente ejercicio. Abran cualquier motor de búsqueda de internet y escriban: “Gibraltar vertido 2002”. Después, vayan cambiando el año. 2003, 2004, 2005... Uno tras otro. Hasta llegar a 2022. Es prácticamente imposible encontrar un periodo en el que no se produjera un vertido o incidente medioambiental que afectara a la bahía de Algeciras. Una cronología digital en la que están resaltados en negrita los nombres de los barcos y las cantidades de combustible, petróleo u otros líquidos contaminantes que acabaron en el agua. Pivi D, Spabunker IV, New Flame, Freda, AM Ghent… Y desde esta semana, el buque OS35, cuyo vertido ya ha alcanzado las costas del municipio de La Línea. La fractura en dos del barco provocó este jueves la aparición de las primeras manchas de gasoil y reactiva las críticas hacia el Gobierno de la colonia por su gestión del tráfico marítimo.

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