Los investigados en la trama de corrupción policial ocultaban un millón en billetes

Los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que explotaron cada una de las siete fases que han compuesto la operación Corsini-Imperium hallaron algo más de un millón de euros en efectivo en los registros que tenían como objeto los efectivos de distintos cuerpos de seguridad que supuestamente formaban parte de un entramado corrupto al servicio del narcotráfico.

Según pudo saber El Confidencial de fuentes cercanas al caso, en los distintos inmuebles asociados a los principales agentes investigados se hallaron grandes cantidades de dinero en efectivo ocultas —principalmente— en bolsas y maletas. Las dificultades para explicar su procedencia legal hace pensar a los responsables del caso que son parte de los sobornos que presuntamente habrían percibido por hacer la vista gorda ante el paso de transportes cargados de droga por el puerto de Algeciras o proporcionar datos sensibles sobre la seguridad.

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No se sabe a ciencia cierta cuánto habrán ingresado durante el tiempo que supuestamente han estado bajo las órdenes del denominado Clan del Sur, la organización delictiva a la que acudían redes del narcotráfico para conseguir un paso seguro de los alijos por la frontera sur del país, pero sospechan que es una cantidad de dinero muy elevada. Como ejemplo, en los registros se hallaron en torno a 1,1 millones de euros en billetes; la mayoría, a los agentes investigados. Una minucia si se tiene en cuenta que las aproximadamente 170 toneladas de droga aprehendidas en la operación han supuesto al narco un quebranto económico cifrado en unos 525 millones.

Como publicó este periódico, las estimaciones de los responsables del caso es que los agentes investigados podían llegar a percibir hasta 500.000 euros por un transporte cargado de droga que dejasen pasar. Esta cantidad, obviamente, dependía del tipo de droga —hachís o cocaína—, así como de su cantidad. Es lógico pensar que la ‘mordida’ era mucho más suculenta con los alijos más grandes, porque hay que destacar que las redes golpeadas movían grandes envíos que llegaban a superar las diez toneladas.

En los registros se halló un AK47 hecho de oro y brillantes, así como otras siete armas

Aproximadamente, 11.000 kilos de hachís fueron hallados por agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol, pertenecientes a la comisaría de Fuengirola, en una intervención desarrollada en el municipio de Alhaurín de la Torre (Málaga). La misma sustancia. Según pudo saber este periódico, se detectó un nexo común entre ambas investigaciones y los dos cuerpos decidieron trabajar conjuntamente.

Las pesquisas finalmente desvelaron que detrás de toda esta gran red delictiva se encontraban dos poderosas organizaciones, ahora desmanteladas, el Clan de Tánger y el Clan del Sur. Ambas operaban en los dos principales recintos portuarios a los dos lados del Estrecho y hacían de filtro del paso de la droga de África a Europa. Los segundos, presuntamente, tejieron un entramado de corrupción policial con el que garantizaban a sus clientes el paso seguro de los alijos. Para ello exigían un lucrativo peaje. El cabecilla de este grupo, un individuo de origen magrebí, se encuentra fugado.

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Las indagaciones desvelaron que no menos de ocho agentes estarían implicados, en mayor o menor medida, en estos hechos. Hasta el momento están siendo investigados al menos cinco guardias civiles habitualmente destinados en el puerto algecireño, así como un policía nacional de Ceuta, un ex policía local y auxiliar administrativo de Aduanas. En el operativo han sido detenidos muchos camioneros que transportaban los cargamentos y algunos empresarios. La cifra de arrestados es de 61 personas.

Los agentes de ambos cuerpos llevaron a cabo 34 registros e intervenciones en distintas partes del país —Málaga, Cádiz, Granada, Ceuta, Palma de Mallorca, Barcelona...—. En ellos se hallaron “miles de joyas”, así como al menos ocho armas de fuego, entre las que destacaba un AK47 hecho de oro y brillantes.