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“Aunque mis personajes tengan tres frases, intento dejarme la vida en cada papel”
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ENTREVISTA A MARA GUIL

“Aunque mis personajes tengan tres frases, intento dejarme la vida en cada papel”

La actriz malagueña, Premio Carmen a la Mejor Actriz Revelación por su papel en 'El buen patrón' y Premio Talento Andaluz, acaba de estrenar 'Isósceles', de Ignacio Nacho

Foto: Mara Guil. (EFE/Carlos Díaz)
Mara Guil. (EFE/Carlos Díaz)

Mara Guil, malagueña de 40 años, interpretó en ‘El Camino de los Ingleses’, la segunda película que dirigió Antonio Banderas y se rodó en Málaga, Alicante y Londres, un pequeño papel que le abrió el universo de su sueño. Era Remedios Gómez, la dependiente de una mercería, amante de uno de los ‘malos’ de la película. La actriz se despidió́ del casting que hizo con la directora de reparto Laura Cepeda con estas palabras: “Todos sois un encanto. ¡Ojalá todos los castings fueran siempre así!”. Más de 15 años después, sigue igual de ocurrente y espontánea. Hace unos días, en el Festival de Cine de Málaga, recibió el Premio Talento Andaluz de Canal Sur. En la pantalla proyectaron unas imágenes de su actuación en la cinta de Banderas y se emocionó. “Me vi tan pequeña, tan chica y tan inocente… me dio un vuelco el corazón”, relata a El Confidencial.

En el mismo escenario del Teatro Cervantes se alzó a finales de enero con el Carmen [los Goya andaluces] a Mejor Actriz Revelación por su papel en ‘El buen patrón’, dirigida por Fernando León de Aranoa y protagonizada por Javier Bardem. Y ahora la película que ha presentado en el Festival de Málaga se ha alzado con uno de los premios de la sección Zonazine. Se llama ‘Isósceles’ (brillante película de actores y autor; con tres giros de guion que enganchan y un remate sorprendente) y está interpretada, además de por Guil, por Salva Reina e Ignacio Nacho, que también la dirige.

PREGUNTA. Lleva un año increíble.

RESPUESTA. Estoy encantada, contentísima y abrumada también. Es como darme una palmadita en la espalda y decirme a mí misma: “No estás loca, a lo mejor estás haciendo las cosas como crees que debes hacerlo”.

P. Cuando recogió el Premio Carmen por ‘El buen patrón’, visiblemente emocionada, dijo: “No me lo esperaba para nada, en serio de verdad. Ay, Dios mío de mi alma”.

R. Como estaba nominada como actriz de reparto con la película 'Alegría' y con 'El buen patrón' como actriz revelación, tenía clarísimo que no me lo iba a llevar. Llevaba un día muy largo (ese día me levanté a las 7 de la mañana) y estaba agobiada con lo del test de antígenos y pensaba: “Tú verás ahora como dé positivo”. Lo pasé en diciembre con la serie ‘Desconocidas’ que estábamos rodando.

Lo pasé fatal porque estaba sin síntomas y habiéndolo pasado ya era muy improbable, pero tenía el miedo metido en el cuerpo. Tenía a las chicas pendientes para probarme el vestido. Iba a estar también con muchísima gente que hacía tiempo que no veía. Lo último que esperaba, de verdad, era llevármelo. Entonces fue increíble y se me iba a salir el corazón por la boca. Sabía más o menos a quien le iba a dar las gracias y si por casualidad pasara se lo querría dedicar a una amiga mía actriz que falleció en noviembre tan joven. También pusieron el cóctel antes de los premios y yo me había tomado como cuatro cervecitas y estaba tan nerviosa…

Me porté como yo soy. Todo lo que dije fue de corazón, con muchos nervios, muy emocionada, pero no me lo creía.

P. También contó que hacía muy poco había tenido una revelación.

R. Llevaba unos seis o siete meses sin parar de trabajar y muchas veces una tiene sus inseguridades y sus demonios dentro que parece que afloran cuando menos tienen que hacerlo. A veces estaba con mucho agobio y estrés. No podía ver ni a mi familia ni a mis amigos. Todo era trabajo y trabajo. Entonces me di cuenta que tenía que aprovechar los momentos bonitos, el ahora. Yo suelo ser muy apretada y muy responsable. Y ya estoy preocupada por cosas que todavía no han venido en vez de disfrutar del momento. Lo disfruto, pero siempre estoy pensando en el mañana, mañana y mañana.

P. ¿Esa era la revelación?

R. Sí, justo esa. La de aprovechar ese momento, la de ser feliz, la de no machacarme tanto porque a veces lo hago. Soy muy exigente conmigo misma. Y quería también permitirme y agradecerme. Y estar bien conmigo. A veces me machaco porque soy muy perfeccionista.

placeholder Los actores Pepón Nieto, Rossy de Palma, Mara Guil y  Hugo Silva, en una imagen de archivo del Festival de Cine de Málaga. (Cordon Press)
Los actores Pepón Nieto, Rossy de Palma, Mara Guil y Hugo Silva, en una imagen de archivo del Festival de Cine de Málaga. (Cordon Press)

P. ¿El ansia de perfección puede llegar a bloquear?

R. No me he llegado a bloquear del todo, pero sí ha hecho que no disfrute tanto de lo que hago. Muchas veces es tanta la exigencia que parece que tengo a la señora Rottenmeier diciéndome “no”. Se trata de confiar más en mí. Todo este año que llevo y los premios que me han dado, me hacen que no tenga que exigirme tanto y que a lo mejor hay algo que está bien. Me tengo que dejar fluir.

P. Y los premios son rachas.

R. Desde luego. Me dan mucha fuerza y energía para seguir en la profesión. Ya sabemos que el oficio de la interpretación es muy complicado y, a vece, frustrante. Hay que salir ‘pa’lante’ con lo que te gusta hacer y poner siempre el alma y corazón en lo que haces, con lo que creo que hay hacer las cosas.

P. Gran parte del público no sabía mucho de su trabajo y le han empezado a conocer a partir del personaje de Aurora en ‘El buen patrón’ y tu ya famosa bofetada a Javier Bardem. ¿Lo ve normal?

R. ¡No me importa! Ja, ja. Me parece una muy buena tarjeta de presentación. Si después escarban verán que llevo toda la vida dando tumbos, y para arriba y para abajo currando en millones de sitios y proyectos. Siempre me veo fatal en las películas, no me soporto. Y jamás imaginé viendo el primer visionado de ‘El buen patrón’ todo lo que me ha llevado y el reconocimiento.

Foto: Carteles de 'El buen patrón' y 'Madres paralelas'.

P. Era una responsabilidad y salió bien.

R. Era una película muy importante al ser dirigida por Fernando León de Aranoa e interpretada por Javier Bardem. Fui muy discreta y tampoco me gusta anunciar en las redes lo que estoy haciendo a no ser que ya sea oficial. Se ha sorprendido mucha gente al verme. “Mira, esa es Mara”, decían. Me agrada mucho que me digan eso. Una siempre intenta parecerse lo menos posible a los personajes que interpreta. Eso es lo más divertido de este trabajo.

P. Y además porque las secuencias de un personaje se pueden ‘caer’ durante el montaje y quedarse en solo un cameo.

R. Totalmente. Yo hasta que no veo la película estrenada o al menos ya completada no digo nada. No me gusta alardear de cosas que no tienen sentido.

P. ¿Cuántas puertas se le han abierto gracias a la película de León de Aranoa?

R. Precisamente la película 'Alegría' me salió gracias a 'El buen patrón'. Pau Esteve, director de fotografía de esta película, es la pareja de Violeta Salama, directora de 'Alegría', y le dijo que por qué no me veía. Hice el casting y me cogieron.

R. Los hay que dicen que debería haber ganado el Carmen con 'Alegría' y no con 'El buen patrón'.

R. Es un personaje más largo y tiene más secuencias, pero nunca se sabe lo que va a impactar más al público. Como tenemos un trabajo que es tan subjetivo… hay gente que le puede gustar mucho y a otros le puede detestar. Es como los vestidos. A alguien le puede encantar y a mí me puede parecer horroroso. Pues igual, exactamente igual.

P. Lleva seis años en Madrid. ¿Por qué dejó Málaga?

R. Desde que acabé Arte Dramático siempre me rondaba la cabeza irme a Madrid, pero tenía trabajo en Málaga en obras de teatro y estaba a gusto. Tampoco me lo acababa de plantear. No era tan ambiciosa como para decir “me tengo que ir ya a Madrid a hacerme una carrera”. De repente llegó un momento en el que dije que necesitaba hacerlo porque no me quería quedar con la espinita de no irme. Lo hice, y desde que me vine a Madrid todo ha ido a mejor, he tenido más oportunidades, más trabajo y me ha conocido más gente.

Foto: 'La peor persona del mundo'.

P. ¿Sigue siendo necesario el salto a la capital para los que se quieren dedicar a la interpretación?

R. Yo creo que ya no. En el AVE la distancia entre Málaga y Madrid es de apenas dos horas y media. Aparte, se están grabando muchas producciones. Mi representante vive en Barcelona y yo en Madrid. Ahora se lleva mucho el ‘self-tape’, que es grabarte tú el casting, y que funciona como una criba. Y si te quieren ver presencialmente, pues ya te vas al sitio que quieras. A mí me gusta mucho Madrid. Ahora estoy en el teatro Muñoz Seca con la obra ‘En ocasiones veo a Umberto’. Se echa de menos Málaga, pero también sabes que la tienes ahí al lado. Me gusta moverme y en Madrid tengo trabajo. Ahora tengo otra función en el teatro Bellas Artes. Aquí hay más oportunidades de ir a sitios donde te vean, de hacer cosas, de entablar contactos.

P. ¿En qué ha cambiado Mara Guil desde que en 2006 hizo el casting de 'El Camino de los Ingleses' y el de ‘El buen patrón’?

R. Ha llovido mucho y he pasado muchos castings. Vas ganando experiencia y empiezas a asimilar que te digan que no no significa que tú no valgas, sino que por lo que sea no lo quieren. Hasta que asumes eso pasas por muchos lloros o te dices: “Es que no gusto”, “es que soy muy mala” o “mi cara es muy rara”. Ya empiezas a sacarte defectos y a machacarte, pero después te das cuenta de que no depende de ti. Puedes hacer un trabajo bien y lleno de alma, pero por lo que sea no encajas para el proyecto o encaja más otra persona. Eso ojalá lo hubiera aprendido con 30 años.

P. Banderas le dijo en el rodaje que tenía una cara “muy especial y muy malagueña” y que sabía que iba a trabajar bien.

R. Era el primer casting que hacía y estaba muy ilusionada. Las cosas pasan porque tienen que pasar y pasan por algo. Yo no me puedo quejar. No he dejado de trabajar de lo mío y he podido sobrevivir, a veces mejor o a veces peor, dando clase o trabajando en un bar si hacía falta y ahora por suerte llevo seis años que solo me dedico a esto profesionalmente. Y ahora me he vuelto muy ahorradora. Siempre digo “por si acaso” porque yo soy de mano rota y me digo a mí misma que me tengo que controlar. Por ahora estamos bien.

P. Supongo que estará deseando cumplir siempre 40 años

R. Ja, ja. Ojalá todos los años cumpliera 40 y me dieran las alegrías que me ha dado.

Foto: 'Los diarios de Andy Warhol' reconstruye la voz del artista gracias a la inteligencia artificial. (Netflix)

P. ¿Cine, teatro o televisión?

R. El teatro te da unos nervios y una vida; una manera de conectar con el público que no te lo da el audiovisual. La televisión es maravillosa y ahora que he rodado ‘Desconocidas’ para Canal Sur, un rodaje muy rápido e intenso, lo disfruté de otra manera. En cine o televisión casi nada depende de ti. Tienes que estar muy concentrada e intentar estar bien en todas las tomas porque después no sabes qué van a hacer contigo y eso crea un poco de inseguridad que te agota. En el teatro hay muchos ensayos, pero una vez que se abre el telón todo depende de la energía que tengas y lo que quieras contar, todo depende de ti. Y además cada día es distinto. Son dos formatos diferentes, pero también maravillosos.

P. Ha producido cortometrajes, ¿le apetece escribir sus propios guiones o dirigir?

R. Tenías varias cosas en mente, pero como ahora estoy con nuevos proyectos, lo he dejado un poco aparcado. Sí que me gustaría retomarlo. Disfruté muchísimo escribiendo, coreografiando, interpretando y dirigiendo ‘Barrio paraíso’, la primera función que estrenamos con la compañía. Ahora tengo que aprovechar lo que me está pasando. En el momento en el que me quede mirando a la pared seguro que me pongo a escribir otra vez.

P. ¿Cómo valora su evolución como actriz?

R. [Breve silencio] Pues de mucha lucha y de mucho trabajo. Y de mucho sacrificio. De intentar no perder la ilusión por tu vocación. Muchas veces me han dado ganas de dejar este trabajo por un tiempo porque me estaba minando la salud y lo estaba pasando mal. Eran momentos que pasas, que nos pasa a todos los actores, pero cuando me planteaba qué podría hacer pensaba: ¡Si no sé hacer otra cosa! Es mucha lucha, constancia y seguir insistiendo. También disfrutando desde todas las oportunidades que me han brindado y ponerles a todos los personajes todo mi corazón, aunque tengan tres frases, intentando hacerlo lo mejor posible y dejarme la vida en cada papel.

Mara Guil, malagueña de 40 años, interpretó en ‘El Camino de los Ingleses’, la segunda película que dirigió Antonio Banderas y se rodó en Málaga, Alicante y Londres, un pequeño papel que le abrió el universo de su sueño. Era Remedios Gómez, la dependiente de una mercería, amante de uno de los ‘malos’ de la película. La actriz se despidió́ del casting que hizo con la directora de reparto Laura Cepeda con estas palabras: “Todos sois un encanto. ¡Ojalá todos los castings fueran siempre así!”. Más de 15 años después, sigue igual de ocurrente y espontánea. Hace unos días, en el Festival de Cine de Málaga, recibió el Premio Talento Andaluz de Canal Sur. En la pantalla proyectaron unas imágenes de su actuación en la cinta de Banderas y se emocionó. “Me vi tan pequeña, tan chica y tan inocente… me dio un vuelco el corazón”, relata a El Confidencial.

Antonio Banderas Javier Bardem Málaga