Es noticia
El equilibrio imposible del alcalde de Málaga: Ciudadanos, un tránsfuga y el Hermitage
  1. España
  2. Andalucía
Las complejas alianzas del regidor

El equilibrio imposible del alcalde de Málaga: Ciudadanos, un tránsfuga y el Hermitage

Cs recuerda a De la Torre la fragilidad del Gobierno de coalición posicionándose en su contra en asuntos clave de la agenda de la ciudad. El último, el proyecto museístico

Foto: Francisco de la Torre. alcalde de Málaga. (Mariano Pozo)
Francisco de la Torre. alcalde de Málaga. (Mariano Pozo)

Habrá quien lo analice como un ejercicio de estrategia y equilibrio político y habrá quien lo considere una muestra de ambición. Sea un extremo u otro, lo cierto es que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lleva dos años gobernando con una imposible mezcolanza de fuerzas. Vayamos por partes. Primero, selló un pacto con Ciudadanos (Cs), cuyos dos concejales le otorgaron la mayoría; segundo, mantuvo la vara de mando a pesar de que Juan Cassá, uno de estos ediles, pasó al Grupo de No Adscritos, y tercero, pese a los cantos de sirena de un PSOE que se frotaba las manos con una posible moción de censura, mantuvo su apoyo sin importarle que el pleno municipal calificase de tránsfuga a su aliado. Una sucesión de acontecimientos ante los que la formación naranja ha mantenido una posición condescendiente, únicamente alterada por algún mensaje en prensa más parecido a un pellizco de monja que a una advertencia. Hasta hace unos días. Porque en el plazo de una semana, la única representante de la formación en el ayuntamiento malagueño, Noelia Losada, responsable del Área de Cultura y Deporte, ha amenazado este complejo equilibrio situándose con la oposición en materias clave en la agenda local, como la torre del puerto, y cuestionando el último ‘capricho’ del regidor: acoger una sede del museo Hermitage.

Foto: Vista exterior de la entrada del Centre Pompidou Málaga. (EFE)

Mientras De la Torre y los concejales de su partido llevan días glosando las bondades de convertir la ciudad de nuevo en una ‘sucursal’ de otra reconocida marca museística internacional —en la actualidad, cuenta con espacios del Thyssen, del Centre Pompidou, y del Museo Estatal Ruso—, Losada se ha desmarcado de sus compañeros de coalición al afirmar que “no hacen falta más museos”. “Lo que necesitamos ahora es invertir en nuestro patrimonio, en la Alcazaba y Gibralfaro, en la conservación de la catedral”, ha declarado la representante de Cs frente a un alcalde que ya ha propuesto ubicación para el Hermitage —el puerto— y lanzado algún ‘recadito’ a su otrora aliado, su homólogo de Sevilla, Juan Espadas.

La edil naranja, de forma velada, parece situarse junto a los que acusan a Francisco de la Torre de fomentar una política de cromos, que ha puesto el foco en Málaga como destino cultural emergente, pero a la que achacan cierta descompensación con la demanda. Y es que, con 40 espacios expositivos, hay quien sostiene que la marca Ciudad de los Museos es una burbuja que acabará por estallar.

La división en el Gobierno podría truncar los planes del regidor, al que le ha surgido competencia con Madrid, Sevilla y Alicante

La palpable división en el seno del Gobierno malagueño podría truncar los planes del regidor, al que le ha surgido competencia con Madrid, Sevilla y Alicante, que en las últimas horas han expresado su predisposición a acoger una sede del Hermitage que previamente había rechazado Ada Colau para Barcelona. La homogeneidad del mensaje es clave en estas situaciones, y lo contrario genera ruido, pero las dudas surgen a la hora de calibrar las opciones reales de la concejala de Ciudadanos para, llegado el caso, impedir un proyecto que podría ser la última medalla en el pecho de De la Torre. Porque no hay que olvidar que el alcalde, pieza clave en el municipalismo del PP, aún no ha anunciado si este será su último mandato. Todo hace pensar que él quiere continuar, pero deberá convencer a su familia, reticente desde que sufriera un derrame cerebral en abril del año pasado.

De la Torre mantiene la alcaldía apoyado en una edil de Cs y un tránsfuga de este partido

Lo cierto es que no se vislumbra posibilidad alguna de que Cs decida romper con el PP, pero el regidor sabe que su continuidad al frente del ayuntamiento depende de un difícil ecosistema que hasta el momento ha superado la amenaza continua que supone la presencia de un exedil naranja declarado tránsfuga. Tras las elecciones municipales de 2019, los populares retuvieron el poder al sumar a sus 14 ediles los dos obtenidos por Ciudadanos, convirtiendo en estériles los 15 que obtuvieron PSOE y Adelante Málaga —Podemos e IU—. Aunque las alarmas saltaron cuando Cassá se pasó al Grupo de No Adscritos y los socialistas presuntamente trataron de seducirlo para impulsar una moción de censura que no fraguó. El edil, en cambio, mantuvo su apoyo a Francisco de la Torre. Seguidamente, comenzó a desempeñar un cargo en la Diputación Provincial, gobernada por el PP, que elevó sus emolumentos a más de 70.000 euros brutos al año. A pesar de que la oposición veía en esta maniobra la mano del presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, las partes implicadas siempre han negado cualquier correlación entre los distintos acontecimientos.

La formación naranja siempre ha exigido al alcalde que no se apoyara en Juan Cassá, sobre todo desde que el pleno municipal lo declarara tránsfuga, pero se ha tapado la nariz y ha aguantado su presencia todo este tiempo aduciendo un principio de servicio a la ciudad que ahora considera traicionado por De la Torre. Fuentes del partido consultadas por este periódico han destacado el “malestar” existente con lo que consideran un comportamiento “desleal” del regidor, que desligan de lo que parece apuntar a un cambio de estrategia de Cs que rompería la solidez de la coalición.

Foto: De la Torre y Juan Cassá, en 2015. (EFE)

La sesión plenaria de hace una semana podría ser un indicador de este supuesto cambio de dinámica, pues Ciudadanos no votó junto al PP en asuntos clave en la agenda de la ciudad. El más llamativo, la polémica torre del puerto. La concejala naranja, por primera vez en este mandato, decidía apoyar una moción sobre este asunto impulsada por los partidos de izquierda y que exigía respeto a las decisiones del Ministerio de Cultura y que el consistorio no acuda a los tribunales.

Más previsible fue su postura contraria al 'acuerdo de estabilidad' alcanzado semanas atrás por el alcalde y el exedil de Cs, que se planteó después de que este se desmarcara de una iniciativa para autorizar la construcción e instalación de oficinas en una zona del recinto portuario. El pleno acabó reprobando este pacto en una jornada en que el regidor volvió a respaldar a Cassá afirmando que no lo considera un tránsfuga, pero en la que le cedió todo el protagonismo para que batallase con la oposición.

Cs ha votado junto a los partidos de izquierda en varios asuntos municipales relevantes

De la Torre ha tratado de desactivar las reticencias de Losada en torno al Hermitage asegurando que no costará ni un euro a la ciudad, para posteriormente intentar calmar las aguas anunciando públicamente una reunión con su socia de gobierno para explicarle el proyecto, pero la edil parece querer recalcar la postura de su formación y marcar perfil propio en una rueda de prensa programada para este viernes. Un contraataque que podría agudizar las diferencias.

Habrá quien lo analice como un ejercicio de estrategia y equilibrio político y habrá quien lo considere una muestra de ambición. Sea un extremo u otro, lo cierto es que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lleva dos años gobernando con una imposible mezcolanza de fuerzas. Vayamos por partes. Primero, selló un pacto con Ciudadanos (Cs), cuyos dos concejales le otorgaron la mayoría; segundo, mantuvo la vara de mando a pesar de que Juan Cassá, uno de estos ediles, pasó al Grupo de No Adscritos, y tercero, pese a los cantos de sirena de un PSOE que se frotaba las manos con una posible moción de censura, mantuvo su apoyo sin importarle que el pleno municipal calificase de tránsfuga a su aliado. Una sucesión de acontecimientos ante los que la formación naranja ha mantenido una posición condescendiente, únicamente alterada por algún mensaje en prensa más parecido a un pellizco de monja que a una advertencia. Hasta hace unos días. Porque en el plazo de una semana, la única representante de la formación en el ayuntamiento malagueño, Noelia Losada, responsable del Área de Cultura y Deporte, ha amenazado este complejo equilibrio situándose con la oposición en materias clave en la agenda local, como la torre del puerto, y cuestionando el último ‘capricho’ del regidor: acoger una sede del museo Hermitage.

Málaga Museo Alicante Ada Colau Ciudadanos Izquierda Unida
El redactor recomienda