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El teatro del adelanto: Rivera reta a Susana Díaz para medirse con Pablo Casado
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El teatro del adelanto: Rivera reta a Susana Díaz para medirse con Pablo Casado

Cs fuerza la máquina para que haya adelanto electoral y desde el PSOE andaluz, que semanas atrás apostaba por abrir ya las urnas, señalan que la presidenta no tiene prisa

Foto: El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (c), y el líder en Andalucía, Juan Marín (d), durante su visita a Medina Azahara (Córdoba). (EFE)
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (c), y el líder en Andalucía, Juan Marín (d), durante su visita a Medina Azahara (Córdoba). (EFE)

Albert Rivera estuvo este miércoles en Córdoba y el viernes volverá a Málaga, donde los suyos ya le dan la bienvenida como “futuro presidente del Gobierno”. No es ningún secreto que tanto el líder de Ciudadanos como la diputada catalana Inés Arrimadas tendrán un papel crucial en los próximos meses en Andalucía. Lo anunciaron ambos junto a Juan Marín a finales de julio en Sevilla, tras la designación del portavoz andaluz como candidato en unas primarias exprés que pusieron boca arriba las cartas del partido naranja.

Los últimos días han precipitado los acontecimientos. Ciudadanos vinculó su apoyo al Presupuesto a que se eliminen los aforamientos en Andalucía, parte del acuerdo de investidura suscrito en 2015, y el PSOE replicó que no había tiempo y que supondría una reforma del Estatuto. Previamente, hubo cruce de reproches entre dirigentes de los dos partidos. No parece que haya vuelta atrás.

Juan Marín, portavoz andaluz de Ciudadanos, habló con Susana Díaz por teléfono el pasado jueves. Según él cuenta, le expuso las condiciones irrenunciables de su formación para seguir siendo aliados de gobierno y la socialista guardó silencio. Este martes, los responsables de Cs en Andalucía se levantaban de la mesa en la reunión de seguimiento del pacto de investidura con dirigentes del PSOE. Después, Ciudadanos daba un ultimátum de 48 horas por boca de Rivera. El viernes, todo apunta a que el acuerdo de investidura saltará por los aires. Susana Díaz estará en Carcassone (Francia) participando en una reunión sobre el Fondo Social Europeo.

Las dudas de Díaz

Cada paso que dan es previsible, como parte de un folletín por entregas. Ya a finales de julio, un diputado socialista con mucho olfato y experiencia dejaba escrito el guion. Cs subiría el tono, traería la inestabilidad política, Susana Díaz dejaría empezar el curso político y arrancar el Parlamento. Sin acabar septiembre, barruntaba este portavoz en una conversación en 'off' con varios periodistas, la líder del PSOE andaluz convocaría el Comité Director de su partido y abriría las urnas. Se prevén dos fechas en noviembre (18 y 25) o el 2 de diciembre. Esto es lo que circulaba en los corrillos andaluces antes de las vacaciones. Incluso se señaló el 28 de octubre por su valor histórico, ya que en esa fecha Felipe González ganó sus primeras generales.

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
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El guion de Cs está claro. El PSOE asegura que Andalucía es el espacio político en el que “las dos derechas se han echado a pelear". Rivera desafía a Susana Díaz, pero en realidad con quien desea medirse es con Pablo Casado. Andalucía no es solo una comunidad clave ante unas generales, sino que también puede convertirse en el territorio perfecto para que el suflé de Cs no siga bajando. Tras la moción de censura, la caída de Rajoy y la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, Rivera busca un revulsivo que le permita recuperar foco y pulso político.

Cuando el PP andaluz de Juanma Morenoperdió las primarias y su apuesta por Soraya Sáenz de Santamaría, desde las filas de Cs vieron claro que era el momento de celebrar elecciones en Andalucía. Hay dos razones que en el partido de Rivera admiten. La primera, que el papel de Cs en Andalucía como muleta del PSOE en estos últimos tres años y medio ha tenido una proyección negativa y en muchas ocasiones han aparecido como unos socios demasiado cómodos. Eso incluso le ha pasado factura interna a Juan Marín. Cs, ante unas posibles elecciones en otoño, necesitaba ponerse manos a la obra para dejar claro que no estaba dispuesto a aceptarlo todo y requería endurecer su perfil frente al PSOE. Si quieren captar votantes del PP en Andalucía y presentarse como alternativa de cambio, los de Rivera tienen claro que deben ponerse frente a Susana Díaz.

Foto: El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el líder del PP, Pablo Casado. (EFE) Opinión
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La segunda razón para que Cs se haya aferrado al adelanto electoral obedece directamente a la mala situación del PP en Andalucía, según señalan en el partido de Rivera. Los sondeos reiteran que Cs podría quedar por delante de los populares andaluces o muy pegado en escaños. El PP lo niega. La Andalucía Oriental, granero de votos del PP, ya no es un colchón para este partido. Juanma Moreno, líder del PP andaluz, vuelve al curso con la intención de reforzar su agenda en Málaga. En esa provincia, Cs le pisa los talones. Curiosamente, ninguno de los dos partidos podrá hacer nada ni dar un vuelco en Andalucía si no es de la mano y de un pacto de Rivera y Casado. "Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios" sería la banda sonora.

En manos de la oposición

Rivera está ya en el foco en Andalucía. Ahora queda por ver si Susana Díaz cumple la segunda parte y convoca. La ruptura con Ciudadanos no tendría por qué significar nada. El PSOE cuenta con unos Presupuestos que podría prorrogar hasta marzo y celebrar elecciones en su fecha. Sin embargo, dirigentes socialistas admiten que no tiene ningún sentido en el actual clima de “inestabilidad” prorrogar la actividad de la Cámara. El PSOE, pese a tener 47 de 109 diputados, ha manejado la vida parlamentaria con mano de hierro, controlando las iniciativas y los tiempos a su favor. Para eso, ha tenido siempre el apoyo incondicional de Cs, mucho más que unos socios de investidura. Con Podemos e IU, también inmersos a contrarreloj en sus primarias para elegir candidato, no hay ni puentes para el diálogo.

Este miércoles, el PSOE retiraba por sorpresa su oposición a una comisión de investigación sobre el pago de un prostíbulo con fondos de Empleo. Habría perdido. Otro síntoma claro, según la oposición, de que va a haber adelanto y esa comisión decaerá. El plantón de los naranjas supondría quedar en el Parlamento al albur de cuatro partidos con muchas ganas de elevar el tono de la oposición a Susana Díaz.

Lo más llamativo es que, durante semanas, desde la ‘guardia de corps’ de la presidenta dejaban claro que ella no había decidido nada pero que el escenario más favorable sería convocar cuanto antes, sin dejar pasar otoño. Aunque la decisión corresponda a Díaz en última instancia, normalmente los suyos emiten en la línea que ella después se mueve. Mostraban preocupación por que la recuperación económica no fuera sólida o pagar caro que haya concesiones de Sánchez al independentismo catalán.

A la vuelta de las vacaciones, la presidenta sigue sin dejar claro qué hará, y entre los suyos empiezan a valorar febrero como escenario, a decir que quiere agotar, a tratar de alejar el fantasma del adelanto, a señalar que Rivera no va a venir a Andalucía a decir cuándo son las elecciones. Incluso empieza a oírse que quizá no sea tan mala idea esperar e ir con Pedro Sánchez en marzo si no saca el Presupuesto. Ruido.

De repente, los dirigentes más cercanos a Díaz que defendían elecciones en otoño dejan caer que hay dudas y que a quien más conviene es a Cs

Puede que este cambio en el discurso de los socialistas más próximos a Díaz, difícil de entender, no corresponda más que al juego del despiste, a tratar de tener una coartada con Cs para el adelanto electoral, a no tener que justificar que abre las urnas porque las encuestas le dicen que es un buen momento. Otros creen que a la presidenta le da vértigo, más aún tras la derrota de las primarias, ser la primera en probar suerte electoral sin tener además necesidad. Que está convencida de que a quien más le interesa es a Cs. Que puede aguantar hasta diciembre. Que su olfato se lo desaconseja. Lo que sea deberá decidirlo este septiembre, tiene 54 días de antelación. Es difícil dar marcha atrás, pero hoy está mucho más convencido Rivera que Susana Díaz. Y es ella la que decide.

Albert Rivera estuvo este miércoles en Córdoba y el viernes volverá a Málaga, donde los suyos ya le dan la bienvenida como “futuro presidente del Gobierno”. No es ningún secreto que tanto el líder de Ciudadanos como la diputada catalana Inés Arrimadas tendrán un papel crucial en los próximos meses en Andalucía. Lo anunciaron ambos junto a Juan Marín a finales de julio en Sevilla, tras la designación del portavoz andaluz como candidato en unas primarias exprés que pusieron boca arriba las cartas del partido naranja.

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