Huelga salvaje: más de 400 taxistas colapsan Málaga y exigen que Cabify deje la ciudad

“¡Que se vaya Cabify! ¡No los queremos! ¡Nos están quitando el pan!”, grita un empleado del taxi en la parada frente al hotel AC Málaga Palacio, con una veintena de vehículos todos en fila y con el motor apagado. Es un testimonio de los cientos de taxistas de Málaga en huelga desde la madrugada del pasado sábado contra Cabify. En plena feria. Más de 400 taxistas colapsaron ayer el tráfico de la ciudad desde el aeropuerto al centro. Esta mañana decidirán en asamblea si continúan con los paros.

Cabify cuenta con una flota de 25 vehículos en Málaga capital. La empresa ha reforzado el servicio con 30 conductores más. La ciudad cuenta con una flota de 1.430 taxis, y 2.000 familias (entre propietarios y taxistas) viven de este transporte público. “Nosotros también actuamos como un transporte público”, precisa a El Confidencial Mariano Sylveira, ‘country manager’ de Cabify en España. “Nosotros no somos el problema, sino que tenemos que ser parte de la solución. Operamos con total legalidad y lo vamos a seguir haciendo. No nos vamos a ir de Málaga”, avisa.

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José Royón, presidente de Aumat (Asociación Unificada de Autónomos del Taxi, la mayoritaria en la ciudad), apunta: “El sector está enconado con las licencias VTC que han venido desde Madrid. Que se vuelvan. Esto ha sido el origen del estallido”. Royón admite que en grupos de WhatsApp empezó a circular que vendrían “muchos vehículos Cabify de Madrid. Es verdad que al final tampoco han sido tantos, pero lo que denunciamos es que nosotros estamos muy regulados por el ayuntamiento y la Junta de Andalucía, y ellos no tienen tantas inspecciones ni los controles que deberían”.

Cabify ha denunciado daños en al menos 15 vehículos y agresiones a tres conductores. Los hechos han ocurrido a plena luz del día y en zonas céntricas, en el Paseo del Parque, y en la estación del AVE Málaga-María Zambrano. En el aeropuerto también se han producido incidentes. “Es un problema entre las distintas asociaciones. La violencia y la agresión hay que condenarla”, destacó Royón, quien animó a que el Ayuntamiento de Málaga desconvocara la huelga “y detuviera a los violentos”. Y añadió: “Nunca hemos circulado en los carriles exclusivos del taxi, pero tenemos todo el derecho a ejecutar la carga y descarga de los pasajeros, somos un servicio público y el usuario puede elegir bajarse dónde y cómo quiera”.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, calificó como “desproporcionada” la decisión de los taxistas. “Las licencias VTC no son competencia municipal, sino autonómica. Las plataformas tecnológicas de Cabify pueden resultar más cómodas, más atractivos, que el taxi, que necesita una modernización y dar una imagen de competitividad con las ofertas que hay en el mercado”, dijo el alcalde.

Un taxista de Barcelona: “Los 'exclabify' están operando con total impunidad e incumpliendo la norma”

“No queremos fastidiar la feria. Intentamos que esto lleve a un fin”, explicó Raúl, un taxista de Málaga, de unos 40 años, tras precisar que solo se estaban cubriendo servicios de urgencias como hospitales. “No puede venir una empresa de Madrid para reforzar los servicios. La huelga no ha sido preconcebida. Es una pérdida grave de dinero por nuestra parte, pero no nos han dejado otra opción. Tienen unas parada en la feria y eso no puede ser”, insistió Raúl, tras precisar que a su juicio sobrarían 400 licencias de taxi.

Un taxista de Barcelona apretaba con fuerza el claxon de su vehículo a la altura de la Plaza de la Marina. “Estos son los ‘exclabify’. Están operando con total impunidad e incumpliendo la normativa de forma sistemática. La reivindicación es la misma aquí que en Cataluña”. Antonio, taxista sevillano: “Ellos funcionan como alquiler de coche con conductor. No pedimos que se vayan, sino que cumplan la ley”. Dos chicas de veintitantos años denuncian que un taxista les acababa de tirar un huevo a su coche. “Están cabreados y tendrán que trabajar. ¡Viva Cabify! ¡Esto no se hace! ¡Así van a perder a todos los clientes!”.

El servicio de transporte prevé en los próximos meses “multiplicar por cuatro o por cinco” la flota de vehículos en Málaga capital. “Somos una empresa valiente”. El responsable de Cabify en España detalla que los conductores consiguen unos sueldos entre los 1.200 y 1.800 euros al mes. Trabajan unas 60 horas a la semana, unas 10 horas al día, sumando las horas efectivas y las de disposición. Los vehículos que utilizan son todos de alta gama y pertenecen a empresas de transporte subcontratadas por la plataforma. Se amortizan “en unos dos años”. Cotizan como autónomos o con un contrato de prestación de servicios.