El Gobierno se lanza contra Bildu en la recta final del 21-A por no reconocer a ETA como banda terrorista

La negativa del candidato de Bildu, Pello Otxandiano, a calificar a ETA como una banda terrorista ha incendiado el tramo final de la campaña vasca. Y, con los abertzales pujando con fuerza por el primer puesto y la posibilidad de que no alcance la suma del PNV y del PSE, a la que apuntan algunas encuestas, se han disparado las críticas.

Hasta el Gobierno, que durante los cinco años de mandato de Pedro Sánchez ha cohabitado con Bildu, que es un socio parlamentario del PSOE en el Congreso, sin ninguna aspereza, se ha lanzado contra Otxandiano.

La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, calificó de "cobarde" y de "absoluto desprecio" a las víctimas y a la sociedad española y a la vasca no admitir el terrorismo de ETA, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

"Demuestra", añadió, "un negacionismo incompatible, con la propia historia de nuestro país y con la democracia que fue quien derrotó al terrorismo". Hacía mucho tiempo que el Ejecutivo no se pronunciaba de manera tan clara contra Bildu. La Moncloa esgrime que la defensa de su candidato a lehendakari de que "ETA fue un grupo armado" es "inadmisible" y había que ser "contundente".

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Inés P. Chávarri

Lo cierto es que sus declaraciones han permitido al Gobierno reforzar la posición socialista, cuyo líder, Eneko Andueza, no hace más que repetir que no pactará un Gobierno con los abertzales, en lugar de con el PNV, aunque sea Bildu quien quede por delante.

La propia portavoz ha respondido sobre este asunto en la comparecencia sobre los temas del Ejecutivo y ha dicho que Andueza ha sido "absolutamente contundente" en su negativa a una alianza con Bildu y "nos reafirmamos en sus palabras".

Fuentes de la Moncloa ratifican que esta polémica les sirve para "clarificar" las posiciones del PSE. Su candidato no ha hecho ni una sola concesión a pactar con Bildu, pero la convivencia en el Congreso con esta formación, el respaldo que este partido presta a la presidenta navarra —María Chivite— y el apoyo que los socialistas les han dado en Pamplona siembran su postura de dudas.

Pese a esta controversia, el Gobierno no se plantea ningún cambio en la relación —totalmente normalizada— que mantiene con Bildu en la Cámara Baja. Fuentes del Ejecutivo destacan que se limita solo a "acuerdos sobre ciertas políticas".