El PP llama a construir un frente transversal para acorralar a Sánchez por el caso Koldo

Génova planea una "persecución" escalonada contra el PSOE por el nuevo caso de corrupción que agita a la organización socialista y el propio Gobierno. El partido de Alberto Núñez Feijóo activará todos los mecanismos a su alcance para rastrear el alcance de un caso que, por el momento, se ha saldado con la detención del exasesor de José Luis Ábalos Koldo García. Además de coordinar posibles acciones en sus delegaciones autonómicas para investigar posibles rastros de la trama, el PP prepara una ofensiva parlamentaria que desplegará en las próximas semanas, a la espera del "momento oportuno" y de que avancen las pesquisas judiciales y periodísticas.

En el Congreso, el registro de iniciativas por parte del PP implica un arma de doble filo: por un lado, tratarán de poner más kilos de presión a la espalda de Sánchez, al que sitúan como responsable último de un escándalo, y, por otro, "envenenar" la relación del Ejecutivo con sus socios parlamentarios por un caso "sórdido" y con mayores implicaciones de las que tuvo en su día la controvertida investigación sobre Tito Berni. El PP buscará el respaldo de las formaciones del bloque de investidura para impulsar una suerte de frente transversal con el PSOE en el foco.

Una de las herramientas que se están barajando en la sede de Génova es la de la comisión de investigación parlamentaria, un instrumento que puede activar sin problemas en el Senado, pero que podría utilizarse también en el Congreso en busca de fisuras en el bloque de la investidura de Sánchez. Fuentes de la dirección del PP apuntan a que, llegado el momento, contactarán con las distintas fuerzas para contar con el respaldo numérico suficiente a sus iniciativas. "Vamos a perseguirles hasta que caigan todos", inciden.

Más allá de PP y Vox, por el momento son pocas las formaciones que han roto su silencio... pero suficientes como para comenzar a sembrar la semilla de la discordia. Yolanda Díaz se ha limitado a exigir "explicaciones" ante unos hechos que ha calificado de "gravísimos", pero dentro de Sumar fue la portavoz de Compromís, Àgueda Micó, la que elevó en primera instancia la voz para exigir la salida de José Luis Ábalos y vincular su cese en 2021 con el presunto conocimiento de las mordidas ilegales de su asesor en plena pandemia. Gerard Fullana, diputado de Compromís en las Cortes valencianas, evitó poner paños calientes y pidió incluso la apertura de una comisión de investigación.

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En la dirección popular apuntan a ERC y Podemos como dos de las principales fuerzas con las que podrían hacer frente común en busca de explicaciones que acorralen al Ejecutivo en plena carrera hacia las elecciones vascas y europeas. La portavoz adjunta de los republicanos en el Congreso, Teresa Jordà, se abrió el pasado jueves a la posibilidad de apoyar una comisión de investigación ante un caso "gravísimo" e "inhumano". "Nunca nos ha temblado el pulso con estas cosas", sentenció en una entrevista en TVE.

El caso Koldo ha puesto en el foco a José Luis Ábalos, sobre todo después de que algunas de las charlas intervenidas por la Guardia Civil en el marco de la operación Delorme, a las que tuvo acceso El Confidencial, conecten al exministro con la trama. Pero las adjudicaciones sanitarias a la empresa fantasma investigada, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, salpican también al exministro Salvador Illa, a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al responsable de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

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En el PP, apuntan a que ERC puede volcarse en la exigencia de responsabilidades dentro del Congreso como vía para desgastar al PSC de Salvador Illa en las próximas elecciones catalanas, sobre todo en caso de que las pesquisas judiciales acaben apuntando también al exministro de Sanidad. Los populares ven también opciones de encontrar un aliado de forma excepcional en Podemos, sobre todo tras su huida hacia el Grupo Mixto. La secretaria general de los morados, Ione Belarra, rompió también su silencio este viernes, pero evitó mojarse sobre la necesidad o no de que Ábalos abandone su escaño en el Congreso.

De los que Génova no espera nada más que "silencio" es de las dos formaciones vascas. La proximidad de las elecciones en Euskadi obliga al PNV a "no tentar la suerte" en su relación con el PSOE, al que necesitará necesariamente para revalidar la Lehendekaritza en detrimento de un EH Bildu al alza. Los abertzales radicales mantienen la prudencia a la espera del avance de las investigaciones, pero el cordón sanitario interpuesto por el PP a la formación independentista impide cualquier tipo de acuerdo o negociación.

El PP ha creado un grupo de trabajo compuesto por dirigentes de la dirección de Génova, Congreso y Senado para hacer un seguimiento del caso e impulsar las acciones necesarias. La dirección popular anunció el registro de múltiples comparecencias, entre ellas, la del propio Pedro Sánchez, pero esperará a la evolución judicial del caso para no quemar antes de tiempo su estrategia de oposición. No descartan, por ejemplo, impulsar una comisión de investigación con su mayoría absoluta en el Senado si no encuentran respaldo en el Congreso.

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La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, anunció además este viernes que el partido usará la próxima sesión de control al Ejecutivo, prevista el próximo miércoles, en un pleno monográfico sobre el caso Koldo, con preguntas dirigidas a Sánchez, Marlaska, Puente o Torres para indagar en las ramificaciones de un caso al que, apuntan, aún le quedan muchas páginas. "Puede convertirse en los próximos ERE, pero dentro del Gobierno", zanjan.