Koldo despachaba sus negocios con la trama en una marisquería de Madrid

La trama integrada por el asesor del exministro Ábalos estableció su centro de operaciones en "establecimientos de hostelería" para mantener sus reuniones. El sumario del caso da cuenta de las vigilancias sobre las citas que mantenían los integrantes de esta presunta organización criminal, principalmente en una marisquería llamada La Chalana. El que fuera hombre para todo de Ábalos, Koldo García, jugó un papel clave junto a empresarios afines y un mando de la Guardia Civil, todos ellos en la órbita del Ministerio de Transportes.

Según destacan los investigadores, La Chalana es el lugar en el que Koldo despachaba con los altos cargos del Ministerio con los que mantuvo la relación al menos hasta el año 2023. Los seguimientos de la Guardia Civil a Koldo García dan cuenta de citas en ese lugar, como la que mantuvo con el director general de Emfesa. Esta es una sociedad estatal que depende del Ministerio que dirigía Ábalos y que dio trabajo a Joseba García, el hermano de Koldo también entre los detenidos.

La Chalana es un grupo hostelero que tiene presencia en Madrid, Barcelona y Asturias que ofrece "los más suculentos productos del Cantábrico". Según los investigadores, el restaurante que esta red ubicó como escenario de sus reuniones está vinculado a uno de los detenidos, el presidente del Zamora CF, Víctor Gonzalo de Aldama.

La marisquería es el sitio en el que Koldo García se citó también con un mando de la Guardia Civil que colaboraba con la organización. Otros encuentros con este subteniente del Cuerpo se celebraron en un local junto al Ministerio de Transportes.

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Koldo García también se reunía en restaurantes con dos de los principales investigados, Juan Carlos Cueto y Víctor Gonzalo de Aldama. El primero es el líder del conglomerado empresarial que se benefició de los contratos millonarios con dinero público para adquirir material sanitario.

Agentes de paisano escucharon la conversación que tuvieron Cueto y Koldo el 15 de febrero de 2023. En ella se mostraban preocupados porque la Oficina Nacional de Investigación de Fraude (ONIF) tenía abierta una investigación a uno de sus miembros por los contratos adjudicados por el Gobierno socialista. Al día siguiente quedaron en verse de nuevo en un local hostelero, en este caso en la cafetería Viena Capellanes de la calle Génova, muy cerca de la Audiencia Nacional, en la que este jueves tuvieron que prestar declaración como investigados.

Los sospechosos incrementaron su discreción, sobre todo desde el momento en el que empezaron a temer que se les investigaba. Las escuchas y seguimientos también se encontraron con que el asesor de Ábalos adoptaba "medidas de seguridad en sus encuentros" y se valía de "su mujer para contactar con personas de su círculo social". Los investigadores señalan que determinados temas "preferiría tratarlos en persona, independientemente del lugar de residencia de los interlocutores y de la duración del encuentro".