Feijóo defiende su liderazgo tras el "plebiscito" de Galicia y señala el "fracaso rotundo" de Sánchez

"Si querían que las elecciones gallegas fuesen un plebiscito sobre mi liderazgo, ahí tienen el resultado del plebiscito. Y ahí tienen el fracaso rotundo del modelo sanchista". Un Alberto Núñez Feijóo eufórico ha sacado pecho este martes del contundente resultado del 18-F, que disipa definitivamente las dudas sobre su mandato al frente del partido. El líder del PP ha dado carpetazo a la polémica que le salpicó en campaña sobre el indulto condicionado a Puigdemont y que tensó a un partido que ahora respira aliviado. "Pretenden convencer de que yo voy a acompañar al PSOE en su deriva. Pero yo nunca, nunca, seré como Sánchez. Y a los hechos me remito. Me alegro de que la verdad prevalezca sobre la mentira".

Feijóo ha utilizado un tono especialmente duro para zanjar el debate ante los barones autonómicos y reforzar el mensaje del PP frente a la amnistía, ahora con el espaldarazo de otra mayoría absoluta. "Me repugna que el único principio del presidente del Gobierno sea mantenerse en el poder", incidía. El líder popular no ha perdido la oportunidad de hurgar en la profunda herida abierta en las filas socialistas tras hundirse en Galicia hasta los nueve escaños. "El PSOE abandonó a su marca, abandonó a su candidato, abandonó todos sus principios", y Sánchez, remachaba, "se ha acorralado a sí mismo".

Un líder popular eufórico ha reunido este martes al Comité Ejecutivo Nacional. Como publicó El Confidencial, el objetivo de esta cita era cerrar filas con Feijóo pasase lo que pasase en Galicia. Pero no fue necesario llamar a apretar las filas. El excelente resultado del domingo disipa casi por completo el ruido interno por el enredo de los contactos con Junts. Feijóo, de hecho, pone ya el foco en el siguiente capítulo para dar un golpe definitivo a la legislatura de Sánchez. Los populares aspiran ahora a crecer en Euskadi, cuyos comicios se convocarán previsiblemente a mediados de abril; y, sobre todo, a "arrasar" en las elecciones europeas del próximo 9 de junio, que Génova ha planteado desde el primer momento como un nuevo plebiscito nacional contra Sánchez.

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Durante su intervención, Feijóo quiso también nacionalizar los resultados en Galicia, la tierra en la que "confluyen todos los caminos". El presidente de los populares ponía el 18-F como ejemplo de lo que sucede si se concentra el voto en "una candidatura amplia" como es la del PP. "Si la alternativa se concentra en el PP, ganamos. Si los votos se concentran, somos capaces de parar al independentismo y a cualquier populismo. Si los españoles se unen, se acaba el proyecto de Sánchez", lanzaba.

"Esta victoria es la mayor prueba de confianza que nos han dado los españoles en el momento más delicado del Gobierno", reiteraba el presidente popular, que situaba a su partido no solo como única "alternativa" a Sánchez, sino también como única garantía "para la España constitucional". "Lo que está en juego no es la mera alternancia a un Gobierno. Lo que está en juego es la continuidad al proyecto constitucional".

En este punto, el mandatario popular aprovechó para tirar también un dardo a Vox, que ha centrado su campaña en cuestionar la alternativa política de Feijóo y agrandar el debate sobre la predisposición de Génova, confirmada por fuentes de la alta dirección, de valorar un indulto condicionado a Carles Puigdemont para pacificar la situación en Cataluña. "Quien siga comprando el relato del Gobierno, criticándome más a mí que a Sánchez, será útil a los intereses de Sánchez, pero no a los de los españoles", añadía.

Euforia en Génova

La alegría tras el resultado del domingo ha inundado este martes la sede nacional de Génova. Aunque el candidato era Alfonso Rueda, todos los focos se habían dirigido de forma inevitable hacia Alberto Núñez Feijóo ante la posibilidad de perder la Xunta en favor del nacionalismo. Pero el PP mantuvo su base electoral intacta. No solo firmó una nueva mayoría absoluta de 40 escaños, sino que asistió a un descalabro histórico del PSOE que entierra los "errores" que se cometieron durante la campaña electoral. El partido trata de pasar página de la polémica sobre el indulto condicionado a Carles Puigdemont y reforzará el mensaje contra las cesiones al independentismo que, a juicio de los populares, podría hundir también a Sánchez en las próximas citas electorales.

Uno a uno, los barones del PP han ido llegando a la madrileña sede de Génova para arropar a Núñez Feijóo, incluido el responsable de que hoy en Génova estén de celebración. Antes de entrar en la reunión, el presidente de la Xunta quiso destacar la "campaña ejemplar" que llevó a cabo tanto el líder popular como el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al tiempo que alejó la autocrítica por la estrategia seguida en las últimas semanas. "Si hubiese sido una mala campaña, no hubiésemos tenido 40 diputados", y zanjaba: "La gente sabe perfectamente quién ha salido reforzado".

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La euforia era tal que poco le ha faltado a Alberto Núñez Feijóo para arrancarse a bailar una muñeira agarrado a su candidato, Alfonso Rueda. El partido ha organizado una suerte de paseíllo en la entrada de la sede nacional para insuflar oxígeno al partido tras una campaña complicada que, sin embargo, terminó en un resultado envidiable. "Todas las campañas son mejorables", reconocía Juanma Moreno, que se reafirmaba también en el contundente resultado para alejar la posibilidad de abrir el melón sobre los errores de la campaña. "Cuando el PP ha cuadruplicado al PSOE, el que tiene que hacer una reflexión es Sánchez", incidía el presidente andaluz, que pronosticaba también "tiempos complicados" para los socialistas. "Cada vez comienza a sonar más a legislatura fallida", subrayaba.

Dirigentes como Jorge Azcón o Fernando López Miras evitaban también poner el foco en los errores del partido. "Hay poco que analizar más allá del refrendo que se le ha dado a Alfonso Rueda (…). Las campañas se analizan en función del resultado. Y el resultado ha sido excelente", incidía el presidente de la Región de Murcia, que dirigía también el foco al batacazo del PSOE. "De seguir así, cuando Sánchez se vaya veremos a ver quién recoge los pedazos de este Partido Socialista".