El nuevo CEO de EiDF fue inhabilitado 5 años por la CNMV por una infracción muy grave

EiDF celebró el pasado lunes una junta de accionistas extraordinaria en la que aprobó cambios para tratar de dejar atrás la crisis ocasionada por la suspensión de su cotización en el BME Growth durante 19 semanas, por la negativa de su auditor a firmar sus cuentas tras hallar indicios de falsedad documental. El valor de la compañía que preside Fernando Romero se ha recuperado ligeramente, pero sigue afrontando turbulencias. Su nuevo consejero delegado fue inhabilitado en 2012 por la CNMV por una infracción muy grave por irregularidades en la gestión de una sociedad de valores.

El pasado 9 de octubre, mes y medio después de que EiDF regresara al parqué dejándose el 85% de los 1.721 millones de euros que llegó a capitalizar justo antes de la suspensión, la cotizada de energías renovables anunció el fichaje de un nuevo consejero delegado, Joaquín Galí, con experiencia en sectores como el tecnológico, ingeniería y telecomunicaciones.

EiDF anunció entonces que la incorporación se enmarcaba en su compromiso de mejorar su gobernanza para recuperar la confianza del regulador y los inversores. Galí estaba especializado precisamente en esas áreas. Sin embargo, el directivo, que venía de ocupar el puesto de director general en Europa, fue despedido menos de tres meses después por motivos no aclarados.

El plan de Romero para aparentar solvencia no funcionó como tenía previsto. Fuentes próximas a EiDF han revelado a El Confidencial que Galí ha interpuesto una demanda contra su antigua empresa por discrepancias sobre los términos de su salida.

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Europa Press

Para el cargo de Galí, EiDF ha nombrado a Joan Francesc Gelonch Viladegut, que ya era consejero independiente de la sociedad desde octubre. El nuevo consejero delegado fue durante 18 años presidente y CEO de Gaesco Bolsa y en la última década trabajó como asesor empresarial y asesor registrado de los mercados alternativos de renta variable y renta fija.

Gelonch también ha tenido tiempo de montar su propio grupo empresarial. Una de sus patas es la sociedad Siridion, con la que controla, entre otros intereses, una librería de Barcelona, La Insòlita, y una fábrica de armas de Éibar llamada Ignacio Tres. Además, Gelonch es dueño de las firmas Alter Software e Institutional Crypto Advisoring y socio de European Capital Markets Corporate Finance SL y de Globalinvest Capital.

"Incumplimiento de las normas de conducta"

A lo largo de esa extensa trayectoria empresarial, Gelonch ha sufrido algunos contratiempos. La CNMV lo sancionó en 2007 por una infracción muy grave en la compraventa de acciones y la gestión de clientes. En concreto, la sociedad que presidía y de la que también era consejero delegado, Gaesco Bolsa, fue multada con 30.000 euros por "el incumplimiento de las normas de conducta del mercado de valores" y el propio Gelonch tuvo que afrontar otra sanción de 15.000 euros por el mismo motivo. El nuevo consejero delegado de EiDF declaró entonces que aceptaba la multa y que trabajaría para evitar que se repitiera esa situación. Solo unos meses después, Gaesco Bolsa comenzó a registrar pérdidas millonarias.

Los problemas para Gelonch prosiguieron en 2012. La CNMV volvió a sancionar a Gaesco Bolsa, renombrada ya en ese momento Delforca 2008. En esa ocasión, la cuantía ascendió a 150.000 euros. La razón fue el hallazgo de "deficiencias en su organización administrativa y contable y en los procedimientos de control interno", una falta muy grave que, según el supervisor, puso en peligro la solvencia y viabilidad de la entidad.

Esa vez, la CNMV fue todavía más dura con Gelonch y lo inhabilitó durante cinco años para ejercer cargos de administración o dirección, una decisión excepcional que evidenció la seriedad de los hechos. El regulador tardó cinco años en volver a aplicar una medida tan expeditiva contra un directivo.

EiDF también afronta reclamaciones de impago de diferentes proveedores, desde despachos de abogados a consultoras de comunicación

Como publicó este diario el pasado diciembre, EiDF también afronta reclamaciones de impago de diferentes proveedores, desde despachos de abogados a consultoras de comunicación, pasando por asesores financieros. Además, parte de su cúpula directiva ha abandonado la compañía rumbo a empresas de la competencia. Una de las salidas más significativas es la de David Pintos, antiguo director comercial, que ha recalado en la portuguesa Greenvolt.