Tellado se consagra como el antihéroe del PP: "Pone el pecho para recibir todas las balas"

"Este hombre que habéis mandado para Madrid, el de las gafas… el que tiene menos pelo". Estas desafortunadas palabras de la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero han supuesto la consagración de Miguel Tellado como el antihéroe del PP. Lo que pretendía ser una descalificación ha acabado convirtiéndose en un argumento de fuerza para el portavoz del grupo parlamentario de los populares. Incluso los que más recelos mostraron con su nombramiento se rinden hoy a la evidencia: “Cada crítica que se le hace a Tellado es una bala que esquiva Feijóo”. El perfil duro, e incluso tosco en sus intervenciones, hace brillar más la parte amable del líder, que buscará potenciar su perfil moderado en su afán de ensanchar la base de votantes del partido. "La vicepresidenta le ha hecho un favor", coinciden los populares.

La elección de Tellado como voz en el Congreso fue una sorpresa en algunos sectores del PP. En privado, hubo una fuerte contestación entre quienes aspiraban a su cargo y los que apostaban por buscar un jefe de los diputados con un talante más conciliador de cara a “abrir nuevas vías de diálogo” con los grupos de la Cámara. Los defensores de tender puentes con el PNV o Junts no escondían su incomodidad por la designación de “otro gallego”. Feijóo apostó sobre seguro. “Tellado no tiene vida propia. Hace y dice lo que quiere el jefe”, resume un barón, que explica que era necesario alguien capaz de “poner el pecho para recibir las balas”. Ni Borja Sémper ni Esteban González Pons cumplían con ese patrón.

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Como secretario de Organización, ha tenido roces con los presidentes autonómicos. “Yo no le pondría de portavoz, pero hay que reconocer que lo está haciendo bien”, declara a El Confidencial un dirigente territorial que ha tenido algún encontronazo con el gallego por la confección de las listas. Entre los populares le ven como el “Óscar Puente de Feijóo”, en referencia a que el presidente del Gobierno ha elegido ministro de Transportes a lo que en política se denomina un killer. Tellado lleva casi una década al lado de Feijóo y ha aceptado con gusto, según los que le conocen desde los primeros años en Galicia, el “poner la cara para que se la partan”.

Entre sus compañeros, tiene fama de implacable. Persigue cada filtración por su “obsesión” por tener todo bajo control, apunta un parlamentario del PP que relata cómo en los chats internos abronca por las informaciones que se publican en los medios. “Buenos días. Espero que no vuelva a pasar. Como más pronto que tarde vamos a saber quién fue, propongo que el que haya sido me escriba por privado”, escribió en una ocasión. Hay malestar con sus formas entre los portavoces de otros grupos, según publicó El País en boca del representante del PNV, Aitor Esteban. Desde Génova, advierten de que quienes le censuran son los que ejercen una “oposición dócil”. El portavoz popular no está dispuesto a bajar los brazos y entre los cargos medios se lo aplauden. “Con Cuca, era imposible ser contundente”, argumentan fuentes populares.

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“Es un soldado”, defienden en la planta noble, donde explican que su designación está muy medida. “El discurso de Tellado cala en el votante de Vox”, esgrimen desde el análisis de que es necesario atraer el voto del partido de los de Santiago Abascal. Desde las elecciones del 23 de julio, en los informes que manejan en Génova han detectado un trasvase de electores desde la formación de ultraderecha que llega al 16%. La crisis interna de Vox es otro acicate para pescar en río revuelto.

Tellado ha protagonizado sonadas declaraciones, como que Sánchez tendría que acabar saliendo de España en un maletero como Puigdemont. El portavoz parlamentario no se inmuta. “Asume que es su labor y está dispuesto a quemarse por las siglas y por su jefe”, insisten en la dirección nacional. Fue él también quien defendió la propuesta del PP de ilegalizar los partidos que convocasen referéndums ilegales. El anuncio cayó como un jarro de agua fría en parte del PP. “Copiar a Vox nunca nos ha funcionado”, se lamentaban en aquel momento. El propio Feijóo, en una entrevista con Carlos Alsina, reconoció que no se había explicado bien. Finalmente, la disolución de partidos desapareció de la enmienda del PP a la ley de amnistía. ¿Se sintió desautorizado Tellado? No. Es su trabajo.