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Tellado pide a sus diputados no hablar con la prensa para asegurar el control de Génova
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DURANTE UNA REUNIÓN EN EL SENADO

Tellado pide a sus diputados no hablar con la prensa para asegurar el control de Génova

El portavoz parlamentario requiere a sus dirigentes apretar filas, evitar "hacer pasillos" y limitar la interlocución con los medios a los gabinetes de prensa para afianzar los mensajes. La petición sorprendió a sectores del PP

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a Cuca Gamarra y Miguel Tellado, en el Senado. (Europa Press/Ricardo Rubio)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a Cuca Gamarra y Miguel Tellado, en el Senado. (Europa Press/Ricardo Rubio)
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Génova no quiere que sus diputados y senadores hablen con la prensa. El mestizaje habitual entre políticos y periodistas en la carrera de San Jerónimo o en la Cámara Alta, del PP y del resto de partidos, se percibe en la dirección popular como algo negativo para sus intereses en estos momentos. Lo mejor es que nadie se acerque a los periodistas y que la información no escape al control oficial. Esta fue la petición que el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, hizo ayer en la reunión mantenida con todos los parlamentarios en el Senado, y que presidió el propio Alberto Núñez Feijóo.

Distintas fuentes populares confirman esta solicitud de no relacionarse con los medios de comunicación y que sean los integrantes de los equipos de prensa los únicos que tengan una interlocución directa con los informadores. Tellado defendió en su intervención que lo de "hacer pasillos", muchas veces "sin orden ni concierto", no es conveniente, según detallan las citadas voces. Y que lo más adecuado es dejar hacer a los gabinetes de prensa, tanto de la cúpula como de los grupos parlamentarios.

Las palabras de Miguel Tellado causaron una enorme sorpresa entre algunos de los participantes en la reunión, porque sugieren el dominio que Génova quiere tener del partido en todos sus estratos, sobre todo en lo referente a los mensajes políticos y el blindaje de la figura de Feijóo. Y porque constatan la apuesta por una gestión cerrada del dirigente gallego con su núcleo duro. Algunas de estas críticas de aislacionismo ya se le hacían a Pablo Casado, pero en el PP no se entiende la prevención de la actual dirección, sobre todo porque ha contado y cuenta con el respaldo de toda la organización.

Que Tellado lo verbalizara públicamente, ante centenares de personas, también resultó muy llamativo. Se suelen utilizar tácticas menos visibles para que los diputados y los senadores entiendan que el poder de turno prefiere limitar su comunicación con la prensa. Por ejemplo, cuando los socialistas estaban negociando la ley de amnistía con Junts y ERC y se demoraba la fecha de la investidura de Pedro Sánchez, Ferraz, a través de las direcciones de los grupos, hizo saber a sus parlamentarios que era preferible no opinar de la amnistía. Se transmitió en comentarios vis a vis o ante tres o cuatro compañeros.

Foto: Miguel Tellado. (Europa Press/Diego Radamés)

La diferencia ahora es que el PP, superado ya el trago de no haber alcanzado el Gobierno, no tiene una posición de debilidad y que brilla como el principal partido de la oposición mientras el PSOE lidia todos los días con las exigencias de Junts. Fuentes del partido sostienen que este intento de control de la información es "un clásico" y que no necesariamente se produce porque Feijóo quiera evitar "críticas" contra él, sino porque "hay gente que puede comentar sin tener todos los datos". A él, apostillan, "no le gustan los versos sueltos".

Desde la llegada de Feijóo a la dirección de Génova, hace ya casi dos años, el hermetismo ha sido una constante en la toma de decisiones o en la configuración de los equipos. Es la llamada "vía gallega", con la que ironizan desde hace tiempo cuadros del partido. La, en ocasiones, excesiva bunkerización de Feijóo ha generado cierto malestar en delegaciones territoriales y en sectores de los grupos parlamentarios. Y no solo por la opacidad a la hora de comunicar decisiones orgánicas sobre la remodelación de equipos o la elaboración de listas. También sobre negociaciones o decisiones estratégicas.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado (d), y la portavoz del partido en el Senado, Alicia García. (Carlos Luján/Europa Press)

Un ejemplo fue la sorpresa con la que muchos recibieron que Vox se borrase a última hora de la votación para elegir presidenta del Congreso, puesto al que optaba Cuca Gamarra. Los de Abascal tomaron aquella determinación in extremis después de que el PP decidiese dejarles fuera de la Mesa de la Cámara Baja. La iniciativa la desconocía la gran mayoría del partido y muchos no la entendieron. Otra anécdota más reciente tiene que ver con la propuesta del PP de "disolver" formaciones políticas que atenten contra la integridad del Estado, en alusión a Junts o ERC, decisión de calado y con importantes implicaciones que incluso no compartían miembros de la dirección porque "nos iguala a Vox" y que Feijóo tuvo que matizar tras reconocer que hubo errores comunicativos. "No tenía sentido", comentan.

Feijóo suavizó esa imagen hermética al abrir la cúpula más allá de sus más fieles colaboradores y dar peso a los territorios en la nueva Génova. Pero ubicó a su mano derecha desde su etapa en la Xunta, Miguel Tellado, al frente del grupo en la Cámara Baja y, por tanto, de la estrategia de oposición. Este lunes, fuentes parlamentarias confirmaron que la nueva directora de Comunicación del Grupo Popular en el Congreso, responsable directa de Tellado, será Pilar de Miguel, que ya trabajó con el dirigente durante su etapa en la vicesecretaría de Organización. Una persona de la "total confianza" del gallego.

El PP quiere pulir su estrategia de oposición en un momento de alta inestabilidad del Ejecutivo para agujerear la coalición gubernamental y llevar la legislatura al "colapso". Acertar con los mensajes controlando el cómo, cuándo, quién y dónde se ha convertido en una prioridad. Los populares no quieren que nada "desvíe el foco" del vendaval de la amnistía y de la "gravedad" de las cesiones al independentismo, y mucho menos posibles cuestiones internas o temas alejados de la actualidad política.

Génova no quiere que sus diputados y senadores hablen con la prensa. El mestizaje habitual entre políticos y periodistas en la carrera de San Jerónimo o en la Cámara Alta, del PP y del resto de partidos, se percibe en la dirección popular como algo negativo para sus intereses en estos momentos. Lo mejor es que nadie se acerque a los periodistas y que la información no escape al control oficial. Esta fue la petición que el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, hizo ayer en la reunión mantenida con todos los parlamentarios en el Senado, y que presidió el propio Alberto Núñez Feijóo.

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