Feijóo desplaza al Congreso su núcleo de poder y reubica a Bendodo en Génova

La designación de Miguel Tellado al frente de la portavocía en el Congreso no solo responde a la intención de Alberto Núñez Feijóo de trazar una oposición sin cuartel a Pedro Sánchez. También tiene una derivada de política interna. El presidente del PP no arriesga y se cubre las espaldas ante una legislatura convulsa, en la que también se mirará con lupa su propio liderazgo tras el shock de quedarse a las puertas de la Moncloa. El ya exvicesecretario de Organización no solo tendrá el encargo de "morder" al Gobierno y buscar fisuras en el bloque de investidura. También permite a Feijóo mantener el "control" y la "disciplina" sobre su grupo parlamentario, el mayoritario de la Cámara, a través de uno de los hombres en los que más confía.

Tellado es uno de los fieles a los que Feijóo seguiría con una venda en los ojos. Durante años ha sido su muñidor en la sombra, el fontanero que apaga los incendios orgánicos sin que las cenizas lleguen a la superficie. En Galicia y en Génova. No acumulará poder interno. Prima la tesis de "una persona, una tarea", y delega sus funciones en la Organización del PP a Carmen Fúnez, aunque fuentes populares no dudan que seguirá poniendo "un ojo" en los asuntos domésticos. Más allá de la oposición al Gobierno, su principal objetivo será lograr que las 137 voces que el PP tiene en el Congreso suenen como una sola. Y que la Cámara Baja se convierta también en una especie de red de seguridad para el líder.

En el PP apuntan a que, con esta decisión, Feijóo ha aprendido de los errores de su predecesor y se decanta por el control férreo de sus filas antes que arriesgarse a la contestación interna cuando vengan mal dadas. Las fuentes consultadas recuerdan que lo que "decantó la balanza" en la caída de Pablo Casado fue precisamente la "traición" de su portavoz parlamentaria y el comunicado que firmó una parte del grupo exigiendo la cabeza de Teodoro García Egea. Entre los firmantes estaban Guillermo Mariscal, actual secretario tercero de la Mesa del Congreso, y diputados como Carlos Rojas o Pablo Hispán.

"Si el grupo hubiera cerrado filas con Casado, a saber qué hubiera ocurrido", sintetizan en el PP. "Y Feijóo lo sabe bien. Necesita a un Tellado, a alguien a quien nadie pueda sobornar si en el futuro hubiera ruido de sables", añaden. Feijóo no ha desvelado aún el encaje de bolillos completo de la nueva Génova, pero, con los cambios ya consumados, se garantiza rodearse de fieles en los principales puestos de la organización. Cuca Gamarra mantendrá la Secretaría General y el poder institucional del PP, y Carmen Fúnez controlará la estrategia y la estructura orgánica.

Como publicó El Confidencial, Feijóo ha reubicado a Elías Bendodo al frente de la vicesecretaría de Política Autonómica y Municipal. El andaluz baja un escalón en el reparto de poder en Génova respecto a su anterior responsabilidad, pero el líder popular trata de compensarlo uniendo a su área las competencias de Análisis Electoral. El líder del PP zanja definitivamente la tricefalia que existía en la dirección popular y elimina el papel de coordinador general que hasta ahora ocupaba el exnúmero dos de Juanma Moreno.

Miguel Tellado mantendrá las filas prietas en la Cámara Baja mientras hace gala de la línea dura que Feijóo quiere imprimir en el partido desde uno de los puestos con mayor foco mediático. Su designación, no obstante, inquieta en los territorios por la concentración de poder del clan gallego. Pero el líder del PP hace oídos sordos. "Reúne todas las cualidades para ser un buen portavoz. Tiene trazabilidad parlamentaria desde hace varias legislaturas, conoce muy bien el partido y ha sido una persona clave en los éxitos del PP. Creo que es una buena decisión", defendió Feijóo en la tarde del lunes, durante una breve atención a los medios.

Marianismo 2.0

De este modo, el líder del PP busca acabar con la "tricefalia" que hasta ahora reinaba en la organización popular: Cuca Gamarra compaginaba la labor de portavoz en el Congreso con la secretaría general; Miguel Tellado ejercía de fontanero mayor al frente de Organización, y Elías Bendodo compartía funciones con ambos en su rol de coordinador general, área que desaparece de la nueva estructura.

Opinión

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Si los pronósticos se cumplen, el andaluz se haría con las riendas de la política autonómica del PP, el papel que hasta ahora desempeñaba Pedro Rollán, que deja sus funciones en Génova para dedicarse a tiempo completo a la presidencia del Senado. El político andaluz baja un peldaño en el escalafón de poder del partido, a la espera de que Feijóo dirima el resto de los roles orgánicos.

Otro de los papeles en liza es el de portavoz nacional de Génova, que podría recaer definitivamente en Borja Sémper, para conjugar la dureza en el Congreso con la moderación en el partido para trazar una oposición "en la que se vean reflejados todos los españoles". El político vasco ya ejercía de portavoz interino y capitalizaba la mayoría de ruedas de prensa posteriores a los maitines de los lunes en Génova. Feijóo completará la nueva dirección con varios perfiles jóvenes, con la diputada Noelia Núñez, muy cercana a Isabel Díaz Ayuso, con papeletas para acceder a la nueva cúpula.

Feijóo apostaría así por un modelo orgánico que recuerda al que implantó Mariano Rajoy en Génova durante la segunda etapa de oposición a José Luis Rodríguez Zapatero, con el triunvirato de María Dolores de Cospedal (secretaria general), Ana Mato (Organización) y Javier Arenas (Territorios) en Génova, junto a la portavocía de Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso.

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Para la portavocía en el Senado, Feijóo ha escogido finalmente a Alicia García, concejela de Ávila y consejera en Castilla y León. Desbanca así a otros nombres que habían sonado en los últimos días, como es el caso de la senadora valenciana Eva Ortiz, y relega a la cuota madrileña y valenciana de los principales puestos de salida, a la espera de la reorganización del resto de la cúpula y de los segundos niveles en Congreso y Senado.

Antes del jueves, cuando Feijóo ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional del PP para dar luz verde a la nueva estructura, el líder popular deberá despejar también la red de vicesecretarios y portavoces de comisiones en la Cámara Baja que confrontará diariamente con el Gobierno. En esta legislatura, los populares podrán formular hasta 10 preguntas durante las sesiones de control al Gobierno por ser el grupo mayoritario de la Cámara, cifra que choca con las dos que podrá registrar Vox. El dirigente gallego otorga máxima relevancia a la vida parlamentaria, donde ve el principal foco para desestabilizar el mandato de Sánchez e intentar acortar su tiempo en la Moncloa.