Martínez Munuera, árbitro de la final de la Supercopa, pagó a Negreira Jr.

El asistente de Primera División Miguel Martínez Munuera desveló a la Guardia Civil el pasado 25 de julio que su hermano Juan Martínez Munuera, árbitro principal también de la máxima categoría y designado por la RFEF para pitar este próximo domingo la final de la Supercopa que disputarán FC Barcelona y Real Madrid, pagó por supuestos servicios de coaching a Javier Enríquez Romero, hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira entre 1994 y 2018.

Según la declaración del linier, a la que ha tenido acceso este diario, su hermano "le explicó que buscaba mejorar la concentración de su arbitraje, entendiendo que Javier Enríquez Romero podría ayudarle en ese sentido". "Dichas sesiones eran vía telemática, desconociendo el importe de las mismas", precisó Miguel Martínez Munuera a los agentes de la Guardia Civil del caso Negreira.

El testigo añadió que su hermano pagaba al hijo del número dos del colectivo arbitral a través de transferencia bancaria. Sin embargo, otros árbitros que también contrataron a Enríquez Romero para recibir presuntas sesiones de coaching y que igualmente le pagaban por vía bancaria ya habían aparecido en el procedimiento, como David Medié Jiménez, Javier Alberola Rojas y Santiago Jaime Latre. El coste de cada sesión rondaba los 200 euros.

Es la primera vez que sale el nombre del árbitro de la final de la Supercopa en las diligencias del escándalo arbitral. Como adelantó El Confidencial este jueves, Jaime Latre reveló en sede policial que algunos de sus compañeros preferían pagar al hijo de Negreira en efectivo, además de sin contrato y sin factura. Esas operaciones no habrían dejado ningún tipo de rastro.

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Algunos árbitros han reconocido a la Guardia Civil que contrataban a Enríquez Romero porque era el hijo del vicepresidente del CTA. En el estamento era perfectamente conocida esa relación familiar. A cambio de contratar al hijo de Negreira, los colegiados confiaban en obtener algún tipo de beneficio, han señalado también varios testigos, como el antiguo árbitro Fernando Román. "Se comentaba que si contratabas al hijo de Negreira te podías ver favorecido a los ascensos porque Negreira tenía en cuenta los comentarios de su hijo", declaró Román.

Se da la circunstancia de que, al mismo tiempo que cobraba de los árbitros, Enríquez Romero también recibía dinero del FC Barcelona por entregar al club informes de árbitros, muchos de los cuales eran a la vez sus clientes. Además, durante más de dos décadas, su padre tuvo en su mano el futuro profesional de esos mismos colegiados.

Al mismo tiempo que cobraba de los árbitros, Romero también recibía dinero del FC Barcelona por entregar al club informes sobre ellos

Miguel Martínez Munuera reconoció que, entre 2015 y 2023, Enríquez Romero también acudió a recoger a su equipo arbitral cuando se desplazaban a Barcelona para pitar en el Camp Nou. "Les recogía [en el hotel] con un Mercedes y en otras usaba otros vehículos", anotaron los agentes, tras escuchar al asistente. Este también mantuvo que el hijo de Negreira "les acompañaba al interior del estadio". La mayoría de los colegiados no se negaba a que Enríquez Romero los llevara al Camp Nou porque "era el hijo del jefe", argumentó Jaime Latre.

La mayoría de los árbitros trabaron relación con Enríquez Romero cuando este impartió cursos de coaching en la RFEF, durante las reuniones técnicas periódicas que organizaba el CTA a lo largo de la temporada. Aprovechando esos contactos, Enríquez Romero les ofrecía luego sus servicios y acababa acompañándolos al Camp Nou.