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Resuelto el enigma del ático de Juan Carlos I en Londres: chino, 36 años e investigado por estafa
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identificado el comprador del dúplex

Resuelto el enigma del ático de Juan Carlos I en Londres: chino, 36 años e investigado por estafa

Un cambio legal ha permitido identificar al misterioso inversor que compró en julio de 2016 la vivienda que el Rey emérito reformó para instalarse en ella tras su abdicación

Foto: Juan Carlos I, junto al plano de su ático en Londres. (Montaje: Raquel Cano)
Juan Carlos I, junto al plano de su ático en Londres. (Montaje: Raquel Cano)
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Juan Carlos I consiguió en 2014 que el entonces sultán de Omán, Qabus sin Said Al Said, le comprara un ático de lujo en Londres valorado en 50 millones de libras, unos 62,7 millones de euros al cambio de la época. Su intención era instalarse en la capital británica justo después de abdicar. Llegó a amueblar y decorar la vivienda, un dúplex con amplias terrazas, máximas medidas seguridad y vistas al lateral sur de Hyde Park.

Pero, en uno de los episodios más oscuros de la biografía reciente del Rey emérito, su conexión con esa propiedad se esfumó y 20 millones de euros desaparecieron por el camino misteriosamente. Ahora acaba de emerger el nombre de un actor clave en esa operación.

La compra del ático se cerró dos meses antes de la renuncia al trono, en una visita de Estado de Juan Carlos I a Omán. Solo unos días después de la proclamación de Felipe VI, un antiguo embajador del sultanato en Reino Unido, Hussain Abdulatif, abonó los 50 millones de libras a la empresa promotora de la vivienda, Coll Hill Spink Limited, como reveló El Confidencial y explica con detalle el libro King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I.

placeholder Edificio del número 5 de Princes Gate, en Londres.
Edificio del número 5 de Princes Gate, en Londres.

El acuerdo era que el monarca podría utilizar el inmueble de forma completamente gratuita hasta el mismo día su muerte. Después quedaría bajo el control del Estado omaní, que lo usaría para alojar a sus propios mandatarios y diplomáticos. Juan Carlos I no tendría que pagar nada. De hecho, logró que su amigo Qabus bin Said Al Said pagara hasta las cuotas de la comunidad de vecinos y unas obras de reforma para su nueva residencia, que ocupaba los dos últimos pisos del número 5 de la calle Princes Gate, en el barrio de Knightsbridge, uno de los más cotizados de Londres, plagado de mansiones y embajadas y cerca de los grandes almacenes Harrods.

La casa más cara de Reino Unido

El importe de la compra batió un récord en el mercado inmobiliario británico, doblando el precio más alto que se había pagado hasta ese momento por una vivienda. Decenas de noticias informaron de este hito, aunque ningún medio consiguió identificar al futuro ocupante de la casa.

Sin embargo, Juan Carlos I cambió repentinamente de opinión. Había elegido Londres para estar cerca de Corinna Larsen, que vivía a 20 minutos caminando. Su antigua amante llegó a participar en la decoración del ático, a petición del monarca. Pero en 2015 la relación entre ambos se había roto definitivamente. Además, el Rey emérito había empezado a sufrir algunas estrecheces económicas tras la renuncia al trono. Algunos de sus históricos financiadores ya no encontraban razones para seguir sufragando su intensa vida privada.

El monarca escribió al sultán y le comunicó que ya no quería vivir en el ático, sino los 62,7 millones de euros que había pagado por él. La noticia provocó un enorme malestar en Omán, pero el sultán accedió al deseo de Juan Carlos I. Una boda ofreció al monarca la oportunidad perfecta para convertir el inmueble en dinero.

placeholder Foto de Juan Carlos I con los novios, Mo El-Husseini y Zoë Onions, en la boda del Casino de Madrid.
Foto de Juan Carlos I con los novios, Mo El-Husseini y Zoë Onions, en la boda del Casino de Madrid.

A mediados de 2016, un inversor de origen libanés afincado en Londres y Abu Dabi, Mo El-Husseini, hijo del traficante de armas Ahmad El-Husseini, comunicó al Rey emérito que quería que fuera su padrino de bodas. El enlace iba a celebrarse en el Casino de Madrid, aunque ni el novio ni la novia, la diseñadora británica Zoë Onions, tenían relación con España. Juan Carlos I decidió supuestamente regalarle a la pareja el ático de Princes Gate.

Una boda de revista

La edición árabe de la revista Harper's Bazaar publicó en enero de 2017 un reportaje de la boda. En una primera versión del artículo, el antiguo jefe del Estado aparecía en varias instantáneas ocupando un lugar destacado en la mesa presidencial, pero todas las imágenes fueron retiradas de internet cuando este diario publicó por primera vez en julio de 2020 el verdadero interés de Juan Carlos I en ese enlace. Con todo, es sencillo encontrarlas de nuevo.

El Registro de la Propiedad británico demuestra que, el 4 de julio de 2016, una sociedad domiciliada en Road Town, capital de las islas Vírgenes Británicas, uno de los mayores paraísos fiscales del planeta, había adquirido el dúplex de Juan Carlos I. El nuevo propietario se ocultaba tras una mercantil llamada K Legacy LTD, en castellano, legado de K, primera letra de king o rey.

Por razones que escapan de cualquier lógica comercial, el traspaso de la vivienda se cerró en 33 millones de libras, 42,7 millones de euros al cambio, 20 menos de los que se había pagado por ella apenas dos años antes, en un contexto de continuo encarecimiento del metro cuadrado en Londres.

placeholder Qiang Guo, a la derecha, junto a Bear Grylls, experto en supervivencia y protagonista de varias series de TV.
Qiang Guo, a la derecha, junto a Bear Grylls, experto en supervivencia y protagonista de varias series de TV.

El destino final de esos 20 millones de euros se desconoce, pero una modificación legal ha obligado al nuevo dueño del ático a salir de su escondite y resolver uno de los grandes enigmas de esta operación. El beneficiario último de la sociedad offshore K Legacy LTD y, por tanto, actual propietario de la residencia de Juan Carlos I ha resultado ser Qiang Guo, un británico de origen chino de solo 36 años que está siendo investigado en un juzgado de Nueva York junto a su padre, Ho Wan Kwok, por estafar presuntamente a centenares de inversores 850 millones de dólares, unos 770 millones de euros.

Un extraño disidente

El historial del progenitor de Qiang Guo está repleto de nombres célebres. En Estados Unidos, con los sobrenombres de Guo Wengui y Miles Guo. Llegó a estar entre las 100 mayores fortunas de China, pero en agosto de 2014 abandonó su país de origen entre acusaciones de carácter económico.

A partir de ese momento, el padre de Qiang Guo se convirtió en un disidente del régimen comunista, emergió como un poderoso influencer y llegó a crear un grupo de medios de comunicación que tenía como objetivo actuar como altavoz de la oposición china.

El holding mediático fue presentado en abril de 2020 y el padre de Qiang Guo contó en esa aventura con el apoyo de Steve Bannon, asesor de cabecera del expresidente estadounidense Donald Trump. El nombre de la plataforma es GTV Media Group y tiene sus cuarteles generales en la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York.

placeholder Guo Wengui y Steve Bannon, en 2018. (Reuters/Carlo Allegri)
Guo Wengui y Steve Bannon, en 2018. (Reuters/Carlo Allegri)

Sin embargo, el pasado marzo, Guo Wengui y varios de sus colaboradores fueron detenidos por haber defraudado a muchos de sus seguidores utilizando precisamente como gancho GTV Media Group. Su hijo, que montó su propia universidad en Londres y es famoso por coleccionar deportivos de lujo, también habría participado en el engaño.

Según la Fiscalía de Estados Unidos, el comprador del ático de Juan Carlos I y su padre habrían desviado el dinero entregado por los inversores para financiar el grupo mediático. Se habrían gastado 37 millones de dólares en el mantenimiento de un yate de 44 metros de largo, en comprar una mansión en Nueva Jersey y en un automóvil Bugatti personalizado de 4,4 millones de dólares. El juicio se celebrará este 2024. El antiguo rey de España, por ahora, ha conseguido cerrar todos los frentes que tenía abiertos en los tribunales.

*King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I, de José María Olmo y David Fernández, es una obra de Libros del K.O. Puede comprarse aquí.

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Juan Carlos I consiguió en 2014 que el entonces sultán de Omán, Qabus sin Said Al Said, le comprara un ático de lujo en Londres valorado en 50 millones de libras, unos 62,7 millones de euros al cambio de la época. Su intención era instalarse en la capital británica justo después de abdicar. Llegó a amueblar y decorar la vivienda, un dúplex con amplias terrazas, máximas medidas seguridad y vistas al lateral sur de Hyde Park.

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