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La salida de Calviño deja a Sánchez sin uno de sus puntales para atraer al votante moderado
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Nueva presidenta del BEI

La salida de Calviño deja a Sánchez sin uno de sus puntales para atraer al votante moderado

La responsable económica es la segunda ministra más valorada, solo por detrás de Robles, porque no provoca rechazo en el electorado del PP y goza de un apoyo muy transversal

Foto: La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)
La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)
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A expensas de que Pedro Sánchez revele el nombre del nuevo ministro de Economía, con la marcha de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI) el Gobierno pierde uno de sus estandartes de atracción del voto moderado. Calviño, bien valorada incluso por los votantes del PP, ha funcionado, al igual que Margarita Robles, como correctivo para compensar las alianzas de los socialistas en la anterior legislatura con Podemos, Bildu y ERC. Ante una hipotética repetición electoral, su salida para irse al BEI se consideraba internamente una flaqueza para afrontar otra cita posible con las urnas.

La todavía vicepresidenta del Ejecutivo deja al PSOE huérfano en el flanco del centro político, precisamente el espacio que en parte logró retener en las elecciones generales del 23-J, ante la amenaza de un Gobierno del PP y Vox y la satisfacción por la marcha de la economía. Alberto Núñez Feijóo renunció a presentar un proyecto económico y ofreció una imagen fatalista de la situación que muchos votantes de clase media no compartían.

Calviño es la segunda ministra más valorada del Gobierno, solo por detrás de la titular de Defensa, según las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En ambos casos, su evaluación mejora porque no producen rechazo en el electorado del PP. En una puntuación de entre 1 (muy mal) y 10 (muy bien), es uno de los pocos miembros del Gobierno a la que un 17,9% de personas que en 2019 apoyaron al PP le pone un 5, y un 10,2% un 6, según reflejan los datos de octubre.

Solo Robles la supera en entrada en el electorado conservador. El 21,5% de quienes aseguran haber votado a la gaviota le dan un aprobado; el 15%, un 6; el 10,7%, un 7, y el 8,1%, un 8. Pero la responsable económica del Gobierno tiene una virtud de la que carece la ministra de Defensa: el reconocimiento a su figura es mucho más transversal. A ella la valoran también positivamente los electores del resto de partidos. Un 7 le conceden el 19,1% de los electores Sumar; un 8, el 22,8% de los de ERC; un 6, el 19,9% de Junts; otro 6, el 27,3% de Bildu y un 5 el 26% del PNV, siendo estas las cifras más altas de la tabla de valoración. Aunque no es nada desdeñable, el 8 que le ponen también el 22,4% de votantes del nacionalismo vasco y el 22,9% de ERC.

Foto: La silla a la derecha de presidente quedará vacante en unas semanas. (Europa Press)

Frente a la incomparecencia en asuntos económicos del candidato popular, Sánchez ha sacado petróleo a su vicepresidenta, que no ha tenido una contraparte en el PP. Aunque Feijóo apela al voto femenino para explicar el fallo de expectativas de Génova —es cierto que el PSOE, tradicionalmente fuerte, se vio reforzado el 23J—, lo que pasó en la última semana de la campaña electoral es que se redujo a la mitad la transferencia de votos de los socialistas al PP, según los datos que maneja Ferraz. En la recta final, Feijóo no atrajo al voto moderado.

¿Un "gran nombre" en Economía?

Por eso su sustitución ahora es tan complicada. En términos políticos y electorales. Por su reconocimiento en Bruselas, como demuestra su elección para dirigir el BEI, y su condición de referencia para el votante de centro. Aunque el diseño del nuevo Gobierno parecía estar hecho para que José Luis Escrivá, que se ha quedado sin Seguridad Social, y solo le ha tocado Transformación Digital, asuma también Economía, esta opción se ha ido desinflando. Sánchez no ofrece señales claras de sus intenciones, aunque en el partido apuntan a un "gran nombre".

Foto: Nadia Calviño en una imagen de archivo. (EFE/J. Casares)

Sánchez aseguró esta semana en la SER que tiene decidido su relevo, pero aún no puede decirlo y admitió que en términos políticos y personales la designación de Calviño para el BEI iba a ser una "pérdida enorme". Este jueves en Antena 3 subrayó que hay grandes economistas dentro y fuera del Gobierno. "Sustituir a la vicepresidenta es muy complicado", reconocen fuentes socialistas, que ven más una nueva apuesta por un perfil técnico, el gran valor de base de Calviño. "El peso político en este caso no es tan importante". De hecho, en el caso de Calviño, se empezó a destacar en los últimos tiempos, pero, señalan, "su solvencia técnica fue su gran aval".

La responsable económica del Gobierno fue ganando protagonismo y el PSOE se valió de ella en el ciclo electoral de este año. De cara a las autonómicas y municipales, su presencia y la de Escrivá fue constante en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, en detrimento de las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero. Moncloa la potenció porque era "la identificación de la buena marcha de la economía" y el modo de probar que "gestionamos mejor que el PP".

Es un hecho que el 28-M no le fue bien al PSOE, que perdió un enorme poder institucional, sobre todo por la debacle de las formaciones a su izquierda. Pero el partido aguantó con un 28% de respaldo y solo se dejó 400.000 votos en las elecciones municipales. En las elecciones generales esa brecha se redujo a 330.000 votos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Alberto Ortega) Opinión

La apuesta por Calviño, sin carné del PSOE, persistió con la convicción de que la economía era una fortaleza del Gobierno. Ella es "un activo enorme", destacaban fuentes socialistas. Por primera vez el programa económico se desgajó del general y la vicepresidenta compareció, también una gran novedad, en Ferraz. Tuvo una gran presencia en las dos campañas electorales. Su marcha deja un hueco difícil de llenar para Sánchez.

A expensas de que Pedro Sánchez revele el nombre del nuevo ministro de Economía, con la marcha de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI) el Gobierno pierde uno de sus estandartes de atracción del voto moderado. Calviño, bien valorada incluso por los votantes del PP, ha funcionado, al igual que Margarita Robles, como correctivo para compensar las alianzas de los socialistas en la anterior legislatura con Podemos, Bildu y ERC. Ante una hipotética repetición electoral, su salida para irse al BEI se consideraba internamente una flaqueza para afrontar otra cita posible con las urnas.

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