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El divorcio entre Podemos y Díaz enturbia el futuro Gobierno mientras Sánchez aún medita sus ministros
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Mutismo sobre el reparto de carteras

El divorcio entre Podemos y Díaz enturbia el futuro Gobierno mientras Sánchez aún medita sus ministros

La líder de Sumar y los morados se enzarzan por la oferta de ministerio para Nacho Álvarez. La intención es cerrar el gabinete lo antes posible, pero el entorno más cercano de Sánchez afirma que necesita "dos o tres días" de descanso

Foto: Pedro Sánchez, con Irene Montero e Ione Belarra, en un acto en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)
Pedro Sánchez, con Irene Montero e Ione Belarra, en un acto en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)
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La primera bronca pública del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez se ha registrado cuando el gabinete aún está por nacer. La oferta de Yolanda Díaz a Podemos para que Nacho Álvarez sea el representante a los morados no solo no ha satisfecho a los de Ione Belarra, sino que los ha soliviantado. El ruido provocado por la última gresca entre los antiguos compañeros de Unidas Podemos, hoy encuadrados dentro de Sumar, añade incertidumbre a la conformación del equipo que rodeará al líder del PSOE en este mandato y que debe conocerse en las próximas horas. Sánchez, precisaban el jueves su entorno más cercano, necesitaba "dos o tres días" de descanso después de una negociación con un alto nivel de desgaste.

Es cierto que la parte que corresponde a Sumar queda bajo la responsabilidad de Yolanda Díaz, pero el divorcio entre la vicepresidenta en funciones y Podemos ha enturbiado el diseño de un gabinete que, en puridad, depende de Sánchez. El secretario general del PSOE, visiblemente cansado este viernes en Zarzuela, es quien designa a los ministros, aunque comparta con Díaz el reparto de carteras y el equilibrio entre la fuerza mayoritaria y la minoritaria. Horas después de prometer el cargo, poco o nada se sabe del ala socialista del Gobierno. El mutismo que ha trufado las negociaciones para la investidura se ha trasladado ahora al diseño del nuevo Ejecutivo y ni siquiera está claro cuándo dará a conocer Sánchez las caras de su equipo.

Lo único que se puede confirmar es ese intento de Yolanda Díaz por aplacar a Podemos, que ha deslizado que su ausencia en el gabinete se puede traducir en su salida de Sumar camino del grupo Mixto en el Congreso. Eso añadiría más dificultad a la ya endiablada aritmética parlamentaria y obligaría al Ejecutivo a desgastarse aún más en las negociaciones para avanzar en su agenda legislativa. Y no es una posibilidad descabellada si se atiende al documento político aprobado por las bases moradas hace unas semanas.

El texto, elaborado por la dirección que encabeza Belarra, defendía las bondades de hacer públicas las disensiones en el seno del Gobierno como una forma de presión legítima. Esa postura encaja en las advertencias previas de la ministra en funciones y del propio Pablo Iglesias, que ya avisó de la posible ruptura en caso de que los morados se quedaran fuera del nuevo gabinete. En los tuits que la líder de Podemos publicó tras conocerse la oferta de Nacho Álvarez, la secretaria general de la formación insiste en que su apuesta para estar en el nuevo Gobierno pasa por el Ministerio de Igualdad que todavía maneja, en funciones, Irene Montero. Y esto parece difícil porque el PSOE no está por la labor de ceder de nuevo esta cartera por el poder simbólico que tiene.

Foto: Pedro Sánchez, este jueves en el Congreso, nada más ser investido de nuevo presidente del Gobierno. (Europa Press/Eduardo Parra)

Dentro de Sumar hay quien cree que la única oportunidad para que Podemos siga dentro del Gobierno es precisamente que Pedro Sánchez presione en ese sentido. El objetivo, para el líder del PSOE, sería aplacar el ruido a su izquierda en una legislatura que se presenta muy complicada por la complejidad de sus alianzas con independentistas y nacionalistas y la dureza que se espera de la oposición de PP y Vox. Todos estos elementos estarán seguro en la cabeza del secretario general socialista mientras diseña el nuevo equipo que lo acompañará en su tercera legislatura en Moncloa.

Lo poco que se puede afirmar con probabilidad es que hay una intención de reducir el número de carteras frente a las 22 actuales, pero ni siquiera está claro cómo será la proporción entre PSOE y Sumar. Existe la posibilidad de que los de Yolanda Díaz mantengan cinco ministerios, entre ellos el suyo, el de Trabajo. Y eso daría más posibilidades a Podemos de estar en el equipo.

El mensaje de Echenique

La queja que lanzaban los morados este viernes tenía que ver con su escaso margen de maniobra, ya que la oferta de hacer ministro a Nacho Álvarez —que la ha rechazado y ha renunciado a sus cargos en Podemos— a cambio de rebajar el ruido contra Díaz impide a la dirección de Belarra elegir a su propio representante. La tesis de Podemos es que el resto de fuerzas de Sumar que tendrán ministerio sí tendrán potestad para designar a su representante, aunque es cierto que la vicepresidenta en funciones, según fuentes de la coalición, es reacia a la entrada de figuras que puedan competir con la suya.

En este contexto hay que tener en cuenta un mensaje publicado por Pablo Echenique en su cuenta de Twitter este viernes, donde acusa a Díaz (y Sánchez) de no querer llegar a un acuerdo. Esto es así, asegura, porque la técnica seguida por Sumar con la oferta sobre Nacho Álvarez es similar a la que el PSOE utilizó con los morados en la negociación fallida tras las elecciones de abril de 2019. Según el relato del exdirigente morado, los socialistas también les propusieron nombres de ministros de Podemos para forzar a Iglesias a romper y abocar a una repetición electoral. Después de los comicios de noviembre, detalla, la actitud cambió, y los negociadores del PSOE dejaron a la dirección morada elegir a sus ministros.

En el lado socialista tampoco hay grandes certezas más allá de la continuidad de María Jesús Montero, Félix Bolaños y Teresa Ribera, aunque en absoluto es descartable que los dos primeros cambien de desempeño o sumen nuevos a los que ya tienen. La duda sobre Nadia Calviño tiene que ver con su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), mientras que el resto de incógnitas son más borrosas.

La primera bronca pública del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez se ha registrado cuando el gabinete aún está por nacer. La oferta de Yolanda Díaz a Podemos para que Nacho Álvarez sea el representante a los morados no solo no ha satisfecho a los de Ione Belarra, sino que los ha soliviantado. El ruido provocado por la última gresca entre los antiguos compañeros de Unidas Podemos, hoy encuadrados dentro de Sumar, añade incertidumbre a la conformación del equipo que rodeará al líder del PSOE en este mandato y que debe conocerse en las próximas horas. Sánchez, precisaban el jueves su entorno más cercano, necesitaba "dos o tres días" de descanso después de una negociación con un alto nivel de desgaste.

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