Vox es un hervidero: Abascal se 'bunkeriza' junto al "virrey" Buxadé

Vox afronta los primeros compases de la XV Legislatura con una nueva convulsión interna. Dimisiones en los territorios y las primeras rupturas de los pactos que salieron del 28-M. Cambios en la cúpula que la dirección se empeña en suavizar. Y, como ha ocurrido en los últimos movimientos, un beneficiado al que algunos ya llaman "virrey" en privado. Se trata de Jorge Buxadé, cabeza de la delegación del partido ultra en Bruselas y vicepresidente del grupo de los Conservadores y Reformistas en el Parlamento Europeo (ECR). Pero también es vicepresidente del Comité Ejecutivo Nacional y, desde el pasado lunes, comparte con Marta Castro la coordinación jurídica. Es el principal beneficiado de la bunkerización de Santiago Abascal.

El proceso se inauguró con la crisis provocada por la gestión de las expectativas de las elecciones andaluzas de junio de 2022, que desembocó en la salida de Macarena Olona. Es cierto que las tensiones comenzaron antes y hay quien lee la elección de la abogada del Estado para las elecciones autonómicas como una apuesta por alejarla del Congreso de los Diputados, donde había adquirido una relevancia inusitada. Después vino la defenestración de Javier Ortega Smith, el primer mosquetero de Abascal, que salió de la secretaría general para dejársela a Ignacio Garriga. Ortega Smith sigue en Vox como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, no como Iván Espinosa de los Monteros, que dejó todos sus cargos el pasado agosto y profundizó algo más en la crisis.

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El último capítulo es la remodelación de la cúpula que ha dejado a Buxadé con más poder que nunca. Abascal cada vez cuenta con un círculo más pequeño de personas de confianza y en ese núcleo duro ha ganado peso el eurodiputado. Ahí están también Ignacio Garriga, que ha sustituido a Ortega Smith en la secretaría general, y el gurú de Abascal, Kiko Méndez Monasterio. También es reseñable el papel de Ignacio de Hoces, hombre de confianza de Buxadé que sonó como posible portavoz parlamentario como recambio de Espinosa de los Monteros. Y tampoco hay que pasar por alto el rol de Enrique Cabanas, actual vicesecretario de Presidencia y otro de los 'hombres fuertes' de Abascal en la cúpula. Pepa Millán, abogada cordobesa de 28 años, acabó siendo la voz de Vox en la Carrera de San Jerónimo. Juntos, defienden los críticos, mantienen un control férreo que sale de Madrid y se extiende por los territorios.

Del ámbito regional procede también quien será el nuevo responsable de la gerencia del partido, Javier Cortés, después de que el hasta ahora responsable de la gestión, Juan José Aizcorbe, vaya a dejar de forma paulatina este desempeño. Desde la dirección insisten en que el diputado por Barcelona no ha dimitido, sino que irá cediendo parte de su trabajo a su sucesor, que ya fue nombrado el pasado lunes. Cortés tiene una foto con Santiago Abascal en el barrio de Los Remedios de Sevilla, con el político vasco subido a un banco clamando ante la indiferencia de los viandantes. La imagen es de la campaña de las andaluzas de 2015 y, desde entonces, está este abogado sevillano en el círculo de Abascal. Ahora es líder del partido en Sevilla y dirigente del grupo parlamentario andaluz, donde también tiene escaño Rodrigo Alonso, líder del sindicato vinculado a Vox, Solidaridad. Ambos están totalmente alineados con ese búnker madrileño que controla el aparato del partido.

La salida de Iván Espinosa de los Monteros desembocó en una narrativa que explicaba la crisis como una pugna entre las dos almas del partido, una neoliberal y otra puramente conservadora. Los movimientos posteriores apuntan más a una pura lucha por el poder orgánico, cada vez más concentrado en el núcleo de Abascal.

La dirección de Abascal niega cualquier tipo de crisis y Jorge Buxadé ha intentado silenciar el runrún con una foto distendida con Marta Castro. Ambos compartirán ahora la coordinación jurídica que hasta ahora era responsabilidad de Castro. La responsable de la acción judicial de Vox, un trabajo en el que se basa gran parte de la labor de oposición del partido. El entorno de Abascal insiste en que el reparto de tareas es previo, pero las facciones críticas hablan de un "toque de atención" a Javier Ortega Smith, ya que ella era una de sus personas de confianza. El ex secretario general levantó una polvareda al afirmar en Europa Press que Vox no puede ser "una agencia de colocación de amigos". Su voz, además, se salió del guion marcado por el núcleo duro del partido cuando se produjo la salida de Iván Espinosa de los Monteros. Y lamentó públicamente que hubiese gente en Vox que no "supo reconocer" su papel en la formación.

Días después de esta entrevista de Ortega Smith, Macarena Olona recuperó el concepto en su cuenta de Twitter (ahora X) al calor de la última dimisión en el seno del partido. Se trata de la salida de Camino Limia del Gobierno de la popular María Guardiola, donde ocupaba la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Sale del Ejecutivo donde tanto costó entrar a Vox, por las reticencias de la baronesa del PP, por "discrepancias" con ese núcleo duro de Vox que dirige el partido. Y su sustituto sale del organigrama de su departamento, pero es justo uno de los afines a Ignacio de Hoces, miembro del círculo de poder que rodea a Abascal. En su cuenta de Twitter, Olona relaciona a De Hoces con la "agencia de colocación" que denunció Ortega Smith. Y avanza que habrá revelaciones al respecto en el libro con sus memorias que sale a finales de este mes.

Esta nueva marejada en el seno de Vox coincide además con un momento complejo en su andadura en el Congreso de los Diputados, sobre todo después del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. Los de Santiago Abascal se dejaron 20 escaños el pasado 23-J, de 53 pasaron a ser 33, un número insuficiente para sumar con el PP. El dirigente gallego, además, desgranó un discurso más duro del esperado, mientras que Abascal se centró en apoyar al líder popular. Es cierto que fuentes de Vox recordaron que esta cercanía al PP finalizaría después de la investidura fallida, pero es cierto que Vox tiene menos margen de maniobra que nunca. Con sus escaños no pueden plantear ni mociones de censura ni plantear recursos al Constitucional.