Fundadores de Cs ponen el embrión de un nuevo partido con las tesis del viejo PSOE

"La tercera España". Este es el espacio sociológico que un grupo de intelectuales y expolíticos, principalmente vinculados a la fundación de Ciudadanos, quieren ocupar con el impulso de un nuevo partido. De "izquierda", de corte "socialdemócrata", favorable a una gran coalición o, en su defecto, a pactos de Estado entre los dos grandes partidos, según el documento base sobre su "proyecto de partido" al que ha tenido acceso El Confidencial. En su germen se encuentran Fernando Savater, Francesc de Carreras, Gabriela Bustelo, Francisco Igea, Fernando Navarro, Elvira Marcos o Andrés Trapiello.

Su nueva oferta política parte de la crítica de la actual política de bloques, con la dependencia de la ultraderecha, por un lado, y de los partidos soberanistas, por otro. "Por racionalismo e instinto de conservación, contribuyamos a la creación de un partido de izquierda socialdemocrática, apelemos a la tercera España, hoy huérfana de representación, y evitemos la inmolación a que el juego de los actuales partidos nos empuja", concluye el citado documento.

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Por el momento no hay nombres relevantes de históricos socialistas, más allá de algún exmilitante del PSC, pero sus tesis y la lectura que hacen de la actual coyuntura política coinciden con las expuestas por la vieja guardia del PSOE. Reprochan a partes iguales a PP y PSOE haber "cedido al chantaje identitario y tribal del nacionalismo catalán", a Pedro Sánchez lo acusan de personalismo y a Alberto Núñez Feijóo de pactar con "un partido minoritario [Vox] de retórica radical y hermanado con partidos del conservadurismo radical europeo".

[Pinche para leer el manifiesto de La Tercera España]

Defienden asimismo la necesidad de recuperar "valores e instituciones de la Transición española", con una retórica similar a los posicionamientos expresados por el denominado PSOE caoba. Un guiño para atraer a los sectores críticos del PSOE y, de dar el paso presentándose a las elecciones, dirigirse al votante socialista descontento con un hipotético acuerdo de investidura con los partidos del bloque soberanista.

El expresidente Felipe González rechazaba de pleno este mismo miércoles, durante un acto en el Ateneo de Madrid junto a Alfonso Guerra, la negociación con ERC y Junts. "No se puede ceder al chantaje, las mayorías se tienen que respetar", sentenciaba. Guerra, por su parte, recriminó que "yo no he sido desleal, no he sido disidente; ha sido disidente el otro, que va cambiando", en referencia a Sánchez.

[Pinche para leer los firmantes del manifiesto de La Tercera España]

En el aterrizaje programático, sus líneas maestras beben directamente del proyecto que dio pie a la fundación de Ciudadanos. No en vano, la mayoría de sus promotores lo fueron también de la plataforma cívica que dio origen al partido naranja, Ciutadans de Catalunya. Socioliberal, reformista en lo institucional y regeneracionista en lo político.

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En el plano económico, abogan por una economía de mercado, pero con un cierto intervencionismo estatal, y por eliminar los "prejuicios contra la empresa privada". En el plano institucional, apuestan por profundizar en la separación de poderes, y más concretamente en la independencia judicial, como uno de sus pilares. También por reducir el peso de las estructuras públicas, con un "elevado número de funcionarios". En lo político, su apuesta por la regeneración pasa por disminuir lo que consideran privilegios de políticos o partidos, como los aforamientos o "ventajas" de las organizaciones políticas "anticonstitucionales y sobrerrepresentadas en el Congreso".

Los promotores del espacio que por ahora denominan como "la tercera España" parte de una visión un tanto apocalíptica. "Al filo del otoño de 2023, nuestro país, España, se encuentra al borde de la implosión, a la que nos conducen una Derecha (sic) tan indecisa en cuanto a sus principios como incapaz de entusiasmar a sus votantes y una Izquierda (sic) que, falta de ideas para afrontar los problemas del presente, ha arrojado sus seculares principios por la borda, apostando por los caminos del populismo, el personalismo, el oportunismo y la demagogia".

No es el único de los ex de Ciudadanos que ha lanzado una nueva plataforma. Edmundo Bal también ha anunciado en redes sociales la creación de lo que ha denominado asociación Nexo, cuyo lanzamiento será este sábado. "El objetivo es trabajar en la creación de una iniciativa política reformista y progresista", apuntó Bal.

Gran coalición

Una situación de la que responsabilizan tanto a PSOE como a PP, pero subrayando que la peor parte "recae sobre este Gobierno, minoritario pero hipertrofiado, que ha dado en los últimos cinco años un recital sin precedentes de falsedades, contradicciones, incompetencia —salvo en materia de propaganda— y culto a la personalidad de su secretario general". De cara a la investidura, priorizan el gobierno de la lista más votada a través de grandes acuerdos, como también ha defendido Felipe González. "Si el Partido Socialista fuera un partido democrático, y no personalista, hoy reconocería su derrota en buena ley, y ofrecería su apoyo condicionado a un Gobierno del Partido Popular, doble ganador de las recientes elecciones, y evitaría así seguir aferrado al gobierno y a la merced de esa multitud de micropartidos que le van a obligar a convertirse ya abiertamente en la quinta columna del separatismo en España".

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En los últimos tres lustros, ponen como ejemplo que hasta una quincena de "países miembros de la Unión Europea han formado gobiernos nacionales de gran coalición, fórmula también adoptada en países como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza". En este sentido, añaden que "España debe ser capaz de recurrir a tan consagrada práctica democrática".

Sus críticas a la derecha se centran en que "parece carecer de las convicciones y la confianza en sí misma que se requieren para hacer frente la deriva de la izquierda". Entre otros "serios problemas", destacan que "la derecha española parece contentarse con el papel de remediadora de los desperfectos y bancarrotas que la izquierda deja como una estela cada vez que se ve obligada a abandonar el poder". Finalmente, concluyen que "esta derecha desdibujada se halla dividida" con una fuerza como Vox que "ha dado armas propagandísticas al populismo socialista para tachar a la derecha en su conjunto de extrema y fascista".