Page reprocha a Sánchez que hasta el 23-J situaba la amnistía fuera de la Constitución

Emiliano García-Page ha vuelto a alzar la voz contra la intención de Pedro Sánchez de buscar el apoyo de JxCAT para su posible investidura. Tanto por las condiciones que el partido de Carles Puigdemont ha puesto sobre la mesa, principalmente la amnistía, como por el propio perfil de este espacio político. En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente socialista de Castilla-La Mancha ha situado la amnistía fuera de la Constitución y reprochado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que a las elecciones del 23-J "el PSOE y todo el Gobierno fue con el planteamiento de que no cabía" en la carta magna. Por otra parte, ha criticado que se busque un acercamiento con los de Puigdemont porque "es la derecha catalana, es más que el PP en Cataluña y ha sido el rival permanente del Partido Socialista de los catalanes". Es más, argumentó que, "en términos económicos, Puigdemont se entendería mejor con Aznar que con nosotros".

El barón socialista se ha posicionado a favor de grandes acuerdos para desbloquear la formación de Gobierno desde "soluciones más ponderadas" y "más moderadas". "De los extremos no van a venir nunca las soluciones ni de las posiciones extremas", ha advertido para añadir que se empeñará por abrir esta vía "porque, si no, estamos condenados a que permanentemente una mitad le esté llevando la contraria a la otra mitad".

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Más allá de la amnistía, un tema sobre el que se reconoció "muy preocupado" en línea con otros históricos socialistas del PSOE, encabezados por el expresidente Felipe González, García-Page se mostró escéptico sobre la apertura de un debate territorial. Un planteamiento que ha puesto sobre la mesa el lendakari Iñigo Urkullu para explorar a través de una "convención constitucional" mayor autogobierno y caminar hacia un "modelo plurinacional del Estado".

Si en el Ejecutivo han comenzado a reconocer la posibilidad de una repetición electoral, a la espera de que JxCAT rebaje sus posiciones de "máximos", el líder de los socialistas manchegos vaticina que, si hubiese nuevas elecciones, el PSOE "tendría muchas opciones de subir". Eso sí, según ha subrayado, "siempre y cuando no alimentáramos ninguna ambigüedad respecto de nuestra vocación constitucional y, lógicamente, de igualdad entre todos los españoles. Tengo claro que ese sería el objetivo", ha concluido.

El barón socialista defiende que, si se repiten elecciones, el PSOE "tendría muchas opciones de subir"

En el Gobierno ponen en duda que al partido de Puigdemont le interese repetir elecciones. Además de destacar su pérdida de peso electoral, confían en un cambio de posición de los junteros por "falta de alternativa" y el avance de su sector pragmático. Y que su bloqueo los situaría al lado de PP y Vox, con el riesgo de caer en la irrelevancia en las próximas elecciones catalanas.

"Sería un desastre para sus expectativas electorales", advertían ya tras el 23-J fuentes cercanas a los mandatados del Gobierno para negociar. El independentismo perdió 700.000 votos y 10 escaños, mientras que el PSC y Sumar, primera y segunda fuerza, alcanzaron una amplia mayoría. El 50% de los votos frente al 24% de los soberanistas, que firmaron su peor resultado desde 1982. Según resaltan ahora fuentes del Ejecutivo, "la Diada ha sido una respuesta coherente con lo que muestran las urnas".

El propio Puigdemont ha reconocido en público que su posición "en medio de todo el tablero político comporta una responsabilidad". Tras perder relevancia durante los últimos años, volver a las urnas supondría arriesgarse a perder esta posición. Sobre todo en su competición con ERC, que ahora pierde protagonismo. El papel que han jugado los posconvergentes en la negociación para la reforma del reglamento del Congreso va en esta línea.