El fugitivo más buscado que se cansó de huir: "Llegamos a pensar que estaba en Dubái"

Manuel Herrero, uno de los 10 fugitivos más buscados de España, se presentó el 6 de septiembre en la Audiencia Nacional para poner fin a su huida. México reclama su entrega por presuntamente asesinar a un hombre junto a otra persona en Ciudad de México. Sostienen que introdujo el cadáver en un bidón, lo rellenó con cemento y lo ocultó en la bodega de una vivienda. Esa es la acusación por la que se enfrenta a hasta 35 años de cárcel, pero tras entregarse el pasado miércoles, aseguró a los agentes que la Justicia mexicana acaba de absolver a otros presuntos implicados en el asesinato. "Habrá hablado con los abogados, lo ha sopesado y...", concluyen fuentes policiales.

Nacido en 1989 en Valladolid, Herrero primero se mudó a Reino Unido y después a México, donde montó una empresa de seguridad y presuntamente se vio envuelto en este crimen en 2012, con 23 años. Las autoridades mexicanas pidieron su arresto en 2019, cuando ya estaba de vuelta en España. Herrero ya "hacía vida normal en Sevilla" y esto permitió una "detención limpia". Sin embargo, la Audiencia Nacional lo dejó en libertad y comenzó su verdadera fuga. "Es lo que llamamos un reiterado: se le detiene, queda en libertad y, cuando se va a proceder a la entrega, ya no se presenta".

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La Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional empezó a estrechar el cerco en torno a él a partir de 2020. "Primero en Sevilla, que es donde él había alquilado una vivienda, pero después ya fuimos moviéndonos por toda España y controlando también a familiares y amigos". Gracias a su paso por Reino Unido, Herrero hablaba inglés con soltura, por lo que conforme avanzaban los meses, terminaron por sospechar que podía haber buscado cobijo en el extranjero. "Hemos hecho gestiones fuera y llegamos a pensar que podía estar Dubái...". Según reconoció él mismo tras entregarse la pasada semana, al menos cada seis meses cambiaba de escondite.

Los 10 más buscados

En mayo de 2022, cuando quedó claro que no iba a permitirles una segunda "detención limpia", la policía lo incluyó entre los 10 más buscados de España: "1,75 metros. Ojos: azules. Complexión: delgada. Cicatriz en brazo izquierdo. Tatuaje en el dedo corazón izquierdo con forma de ancla". También incluyeron su fotografía en el listado Europe´s Most Wanted Fugitives, gestionado por Europol, para intentar que la colaboración ciudadana llegara al extranjero y se acelerara la investigación. "Es lo habitual en estos casos. Muchas informaciones que llegan no tienen ni pies ni cabeza, pero algunas parecen buenas y se pide colaboración a otros países".

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Su fotografía comenzó así a circular por Europa, pero para entonces, Herrero ya presentaba un aspecto físico muy distinto. La "complexión delgada" había quedado atrás, y también lucía barba y pelo largo. "Si te lo encontrases saliendo de un portal, sería muy complicado identificarle con esa fotografía. Solo fijándote en su tatuaje en la mano quedaría claro que era él...". Algunos fugitivos buscan este tipo de cambios físicos para dificultar su reconocimiento, pero en el caso de Herrero, las mismas fuentes no descartan que su nuevo yo responda a la vida que ha llevado desde 2020, moviéndose de un lado a otro de forma constante, mirando siempre por encima del hombre.

Él mismo decidió poner fin a esta huida hace una semana al presentarse por su propio pie ante la Audiencia Nacional. De los 10 más buscados que conformaban aquella lista de mayo de 2022, cinco ya han sido detenidos, pero Herrero es el único que se ha entregado. La presión policial a la que se veía sometido desde hace tres años resultaba ya inaguantable, y la supuesta absolución de otros de los acusados por el crimen le abre la puerta a un escenario más alentador. La decisión final queda en manos de la Audiencia Nacional, que tras aquella puesta en libertad de 2019, tendrá que decidir ahora si le monta en un avión rumbo a México.