El sector conservador teme que el TC fuerce un recuento de votos "contra la doctrina"

La decisión de la Sala Segunda del Tribunal Constitucional de admitir a trámite el recurso en que el PSOE pide el recuento de los 30.000 votos nulos de Madrid y los términos en que se produjo este martes la primera deliberación al respecto han conducido a pensar a la minoría conservadora que sus compañeros progresistas se disponen a apoyar el fondo de la solicitud del partido del Gobierno en funciones, que cree poder ganar un escaño si los sufragios se revisan. Según distintas fuentes de este sector, una decisión de ese tipo se adoptaría en contra de la doctrina habitual del tribunal de garantías. Los progresistas defienden, sin embargo, que es pertinente analizar si hay que "aclarar" o "cambiar" esa doctrina.

Dos de los seis magistrados que integran la sala —Enrique Arnaldo y César Tolosa— defendieron, en aplicación de esa doctrina, que el recurso debía inadmitirse. La clave, en su opinión, es que los socialistas reclaman el recuento, pero no lo acompañan de ningún indicio de "irregularidad". La jurisprudencia ha defendido de forma tradicional que es imprescindible identificar el objeto de la impugnación y la razón que la justifica. Lo contrario conduciría a revisiones sin base y a la imposibilidad de llevar materialmente a cabo el escrutinio en el plazo legal.

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Además, existe una reiterada jurisprudencia que se apoya en la teoría de los actos propios. Esta indica que el silencio y la falta de protesta en el momento procesal oportuno (en este caso, cuando se está produciendo el recuento) expresan aceptación de lo resuelto. El PSOE contaba con representantes y apoderados cuya función es garantizar un correcto examen del voto y con capacidad de protesta si se anulaba. No consta, sin embargo, informe ninguno o aviso de que se estuvieran cometiendo errores.

En resumen, el sector conservador coincide con la interpretación que ya hizo el Supremo, que falló en contra de la reclamación de los socialistas tras realizar un minucioso examen de la jurisprudencia y doctrina del propio Tribunal Constitucional. La conclusión es que la reclamación del PSOE no reúne los requisitos exigidos por esa doctrina. No basta como argumento la escasa diferencia en los resultados, adoptados por un margen de 1.200 votos, ni puede aceptarse que se revisen los votos "por si acaso", de forma preventiva y para ver si se aprecia algún fallo favorable al PSOE.

No de forma genérica

Fuentes jurídicas consultadas aseguran que ni siquiera el antecedente que el propio PSOE cita en su recurso defiende la existencia de un derecho a la revisión general de los votos nulos. La argumentación de los socialistas se basa en una sentencia del Tribunal Constitucional de 2015 en la que se aceptó una revisión a solicitud de Izquierda Unida, que había quedado fuera de la Asamblea de Extremadura por 914 papeletas. No obstante, en ese caso no se admitió tampoco el recuento de forma genérica sino con base en una irregularidad: el descarte de votos válidos a su partido por un defecto de tintada en los sobres y papeletas.

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EFE

Un episodio de la deliberación sobre la admisión a trámite ha encendido, además, todas las alarmas en el grupo discrepante. La ponente es la magistrada Laura Díez, que fue alto cargo de la Moncloa hasta que el Ejecutivo la propuso para incorporarse al TC. Los magistrados se apoyan de forma habitual en informes de los letrados y, en este caso, el primero que encargó Díez apoyaba la inadmisión. Al no coincidir con su criterio, se dirigió a un segundo secretario de su total confianza para reclamarle la argumentación contraria. Aportó ambos dictámenes a la sala y fue ese segundo el que recabó su voto y el de Inmaculada Montalbán, María Luisa Balaguer y Ramón Sáez.

Ahora, el asunto se encuentra en fase de alegaciones y se espera que el Constitucional resuelva la próxima semana. El PSOE ha ido viendo cómo se denegaba su solicitud en distintas instancias. Primero fue la Junta Provincial, después la Junta Electoral Central y por último el Supremo. Con esta revisión, el PSOE tiene la esperanza de recuperar el escaño que le arrebató el PP tras el recuento del voto exterior. Según sus cálculos, si se validara el 4,43% de las 30.200 papeletas que fueron calificadas como nulas, los socialistas podrían recuperar el escaño que ganó el PP tras contar el voto de los españoles residentes en el extranjero.