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"No me va la vida en ello": tras los 40 votos perdidos que han dejado al PP sin alcaldía en Alcorcón
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"No me va la vida en ello": tras los 40 votos perdidos que han dejado al PP sin alcaldía en Alcorcón

El escrutinio final deja a los populares sin la alcaldía de este municipio del sur de Madrid. El resultado ha sido ajustadísimo. Si todos los clientes de este bar hubieran votado a los azules, el resultado electoral habría sido bien distinto

Foto: Taberna Casco Antiguo. (A.F.)
Taberna Casco Antiguo. (A.F.)

El restaurante La Casona, en el centro del Alcorcón –un barrio antiguo, con población mayoritariamente mayor e inmigrante y reducto socialista del exedil Enrique Cascallana –, tiene un aforo máximo de 49 personas. En torno a las dos de la tarde, casi todas las mesas están llenas de vecinos listos para pedir un menú del día. Si todos estos alcorconeros hubieran votado este 28-M al Partido Popular, Antonio Terol, candidato a la alcaldía, habría dormido más feliz. No fue el caso. Los azules se han quedado a 42 papeletas de convertirse en la lista más votada y las fuerzas de la izquierda podrán sumar mayoría.

¿Qué ha sido de todos estos alfareros (Alcorcón tiene unos 170.000 habitantes) que pasaron de ir las urnas? “Mi hijo no fue a votar. Me dijo muy abiertamente: “Mira mamá, no me va la vida en ello””. Habla Laura Izquierdo, de 46 años y vecina del municipio desde hace más de dos décadas. Su hijo Iván, de 21 años, es solo un ejemplo de quienes este domingo decidieron no salir a las urnas. ¿Qué se le ronda a este joven por la cabeza para elegir no votar? Su madre es clara: “Siente hastío. La sensación que tiene es que haga lo que haga, no va a cambiar nada. Yo le pregunto que si no sabe qué partido le gusta, por lo menos que decida cuál no le gusta, que ya es un paso. Pienso que ahora ya no les interesa tanto la política como a mi generación”, explica Izquierdo.

Foto: alcorcon

Iván no votó, pero Pablo tampoco. Este chico de 24 años sí está cabreado. No le dio tiempo a empadronarse en Alcorcón y no ha podido echar su papeleta en las municipales. “No me lo recuerdes, que ya lo sé”, relata a este diario. Es votante del Partido Popular. “Otros cuatro años con lo mismo”, señala con hartazgo. Este municipio del sur mantiene se mantiene parte del conocido como el cinturón rojo.

En los ayuntamientos no es necesario alcanzar la mayoría absoluta para gobernar. Si en una primera vuelta no se consigue el mínimo de concejales para dicha mayoría, será investido alcalde el candidato de la lista más votada. En este caso, el PP se ha quedado a las puertas. ¿Por qué? Porque los partidos de izquierda, sumando, llegan justo a 14 escaños: el mínimo para la absoluta. Si los populares hubieran tenido 42 votos más, habrían conseguido otro escaño –quitándole uno a la izquierda–, se habrían convertido en la fuerza más votada y habrían impedido que PSOE, Ganar Alcorcón y Más Madrid sumasen 14. Ellos se habrían quedado en 12 concejales, pero Antonio Terol habría sido investido alcalde.

placeholder Una calle del centro de Alcorcón. (A.F.)
Una calle del centro de Alcorcón. (A.F.)

El Partido Popular termina con 11 escaños (38,79%), cinco más que en 2019 tras conseguir todos los cinco diputados de un Ciudadanos hoy muerto. El PSOE suma 8 (25,89%), Ganar Alcorcón, cuatro (15,69%), y Vox y Más Madrid, dos (9,15% y 7,3%). El batacazo de los naranjas no ha sido suficiente para retomar la alcaldía que dejaron en 2019.

Un as bajo la manga

Pero el PP tiene un as bajo la manga. “Ha sido un gran resultado, pero aún hay mucho voto que revisar. Hay que recordar las imágenes que vimos el otro día del señor de Podemos repartiendo votos en una mezquita”, señalan fuentes populares. De hecho, impugnarán los 1.000 votos nulos del municipio, intentando así rascar un poco más. Los servicios jurídicos pedirán que se revisen las actas de las mesas.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo y José Luis Martínez-Almeida, en el balcón de Génova. (EFE/Juanjo Martín)
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Uno de estos votos es el de Miguel García, de 49 años. Asegura que votó nulo porque está harto; no se siente representado por ninguno de los líderes municipales de la localidad. Y no se arrepiente del tipo de voto que emitió este domingo.

Pedro González, de 67 años, trabajó el día de jornada electoral en el Instituto Los Castillos de Alcorcón, una zona donde predominan los adosados a los edificios. Recuerda que algunos votos por correo tenían papeletas un tanto diferentes a las que estaban en las mesas (algunas más pequeñas, por ejemplo, exactamente igual de válidas). Otros habían metido la papeleta del ayuntamiento en el sobre de la comunidad. “Ahí entraban en juego los apoderados de cada partido para intentar llevarse esos votos a su terreno. Pero es el presidente de la mesa el que constata que dichas papeletas son nulas”.

placeholder Miguel García, voto nulo de Alcorcón. (A.F.)
Miguel García, voto nulo de Alcorcón. (A.F.)

González también percibió desencanto de la población más joven. “Parecía que venían a votar obligados, sin ninguna ilusión. Muchos venían con los padres, supongo que por no decirles que no”, explica.

Con el 90% escrutado, el Partido Popular ya estaba cantando victoria

Con el 90%, el Partido Popular ya estaba cantando victoria. “Todavía faltábamos los de las mesas por votar”, señala González. Fue entonces cuando los resultados dieron un vuelco.

Alcorcón es uno de los municipios rojos del sur. De hecho, solo ha gobernado la derecha en dos ocasiones. Carolina Ramírez vive en Las Retamas, una zona de edificios de unos 20 años con población mayoritariamente joven y próxima al ensanche de viviendas públicas. El voto por excelencia es de izquierdas; ella no esperaba que el Partido Popular consiguiese tantos votos. No obstante, no sorprende que el PP no haya alcanzado la mayoría teniendo en cuenta que Terol es un desconocido en el municipio.

Foto: Pedro Sánchez y la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés (d). (EFE/Díaz)

Aterrizó en Alcorcón designado por Ayuso –por su perfil de casadista: fue uno de los tres diputados que no le dieron la espalda–- tras haber sido alcalde de la conservadora Boadilla del Monte entre 2011 y 2019. En cambio, la candidata del Partido Socialista, Candelaria Testa – “Cande” – sí es conocida en la localidad, lo cual favorecía el voto cercano. La apuesta por renovar la candidatura vino por la inhabilitación durante cinco de la entonces alcaldesa Natalia de Andrés por el escándalo de la empresa municipal del suelo.

“Alcorcón resiste”, ha sido la conclusión de Testa al conocerse el escrutinio final

“Alcorcón resiste”, ha sido la conclusión de Testa al conocerse el escrutinio final. Los socialistas explican que el municipio ha soportado el “efecto Ayuso”, en una campaña donde ha primado la confrontación nacional que “la gestión de la presidenta”. Que la gente vota en clave nacional no es una sorpresa. Este tipo de elector se toma un vino en la taberna Casco Antiguo: “Voté al PP porque no soporto a Pedro Sánchez”.

El restaurante La Casona, en el centro del Alcorcón –un barrio antiguo, con población mayoritariamente mayor e inmigrante y reducto socialista del exedil Enrique Cascallana –, tiene un aforo máximo de 49 personas. En torno a las dos de la tarde, casi todas las mesas están llenas de vecinos listos para pedir un menú del día. Si todos estos alcorconeros hubieran votado este 28-M al Partido Popular, Antonio Terol, candidato a la alcaldía, habría dormido más feliz. No fue el caso. Los azules se han quedado a 42 papeletas de convertirse en la lista más votada y las fuerzas de la izquierda podrán sumar mayoría.

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