Los barones del PSOE silencian sus críticas al plan Urkullu hasta "ganar la investidura"

Entre el silencio resignado, el cierre de filas con Ferraz y el rechazo. La mayoría de barones del PSOE ha optado por no entrar a valorar en público la propuesta del lendakari Iñigo Urkullu sobre el autogobierno, recibida como "legítima" por parte de la Moncloa, pero en privado marcan distancias con más o menos intensidad. En las federaciones afines al secretario general, se pliegan a la posición que marque Ferraz o cierran el debate asegurando que "no vamos a entrar". Un alto cargo de una de estas direcciones reconoce que la prioridad pasa por que "Pedro Sánchez forme Gobierno". Los más críticos y tradicionalmente beligerantes con las demandas nacionalistas, como el expresidente de Aragón Javier Lambán, se oponen sin matices. “Disiento totalmente", traslada a este diario el líder del partido en Aragón.

Lambán argumenta que "el modelo territorial necesita reformas, pero para corregir las desigualdades existentes, no para aumentarlas, como pretende esa propuesta de Urkullu". En su opinión, concluye, "Aragón debe oponerse con razón y contundencia”. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que mantiene unas tesis similares al dirigente aragonés respecto a las reivindicaciones territoriales de los partidos nacionalistas e independentistas, reserva su valoración hasta que el próximo lunes haga declaraciones públicas. Entienden desde su entorno que ahora es el momento de otros.

TE PUEDE INTERESAR

El Gobierno se abre a debatir la propuesta de Urkullu sobre "modelo plurinacional del Estado"

Iván Gil

En público, sí se han manifestado el expresidente de la Comunidad Valenciana Ximo Puig y el líder del partido en Andalucía, Juan Espadas. Ambos comparten la apertura de un debate sobre el modelo territorial, pero reclaman no limitarlo a Euskadi o las "nacionalidades históricas". Puig remarcó que "los valencianos también tenemos nuestras ambiciones" y Espadas pidió situar Andalucía "en pie de igualdad" con las demás comunidades "desde el respeto estricto al marco constitucional". Fuentes de la federación valenciana insisten en mostrarse a favor de plantear el debate, aunque optando por una "relación federal" sin asimetrías, "igual para todos".

El PSOE andaluz se plantó históricamente como ariete contra las concesiones a vascos y catalanes. Andalucía es la comunidad más poblada de España y fue clave en el diseño del actual Estado autonómico, cuando se equiparó con las llamadas comunidades históricas por la vía del artículo 151. Entre los barones socialistas, se impone la cautela tras la pérdida de poder territorial en las pasadas elecciones autonómicas y la coyuntura de las negociaciones con el bloque nacionalista e independentista para intentar sacar adelante una posible investidura de Pedro Sánchez si fracasa Alberto Núñez Feijóo.

Desde el PSE-EE, recuerdan que el planteamiento de Urkullu no es nuevo. Socialistas y jeltzales gobiernan en coalición en Euskadi, aunque ya se han enzarzado en el pasado sobre el modelo territorial. Lo que sí afean es que Urkullu presentase este plan en calidad de lendakari. Con todo, evitan posicionarse públicamente, al menos hasta el debate de política general en el Parlamento vasco si Urkullu insiste en su plan. En el PSN, se limitan a remarcar que tienen agenda propia y, en cualquier caso, "siempre en coordinación y cooperación con el Gobierno de España y de Pedro Sánchez". En el seno del socialismo navarro, es mayoritaria la posición de ampliar y reforzar el autogobierno, siempre dentro del marco constitucional.

El plan Urkullu sobre una "convención constitucional" para abordar una reforma del modelo territorial que avance en el "autogobierno vasco" y el "modelo plurinacional del Estado" fue recibido con diferentes matices entre las filas socialistas. El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, fue el más receptivo, aunque remarcando que esta propuesta "no es la nuestra". Con todo, Bolaños elogió que se trata de una demanda "muy legítima y que valoro". El también encargado de las negociaciones con los partidos independentistas ha recalcado que "siempre es positivo para hacer un debate que es constructivo" y "donde todo el mundo es consciente de que nos tenemos que entender entre diferentes".

TE PUEDE INTERESAR

El PNV ensancha la brecha con el PP y plantea reformas sobre el TC, el CNI y el Rey

Alejandro López de Miguel

La portavoz del PSOE y ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, fue más distante, al remarcar que el modelo territorial de España "ya está perfectamente refrendado" en la Constitución, para limitarse a poner en valor una reforma del sistema de financiación autonómica como "mejor herramienta" para las comunidades. Otras fuentes del Gobierno aclaraban que se trata de una propuesta que el Ejecutivo "no comparte".

En las filas jeltzales, sin embargo, se agarraron a la valoración de Bolaños para interpretar el buen acogimiento de la iniciativa de Urkullu en la Moncloa y la apertura de una brecha para encajar sus reivindicaciones. Al igual que con la amnistía, que exigen ERC y JxCAT para los encausados del procés, los socialistas defienden la atención de estas demandas siempre que se encuadren dentro del marco constitucional y con el argumento de contribuir a la mejora de la "convivencia". En esta línea, Bolaños subrayaba, sobre el debate territorial para avanzar en el autogobierno, que valora "en positivo todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio y de acuerdo entre diferentes dentro del marco constitucional, que es lo que propone el lendakari".

En el marco de la Constitución

La propuesta de Urkullu bajo la figura de la "convención constitucional" se defiende como un recurso utilizado en la cultura política anglosajona y con el convencimiento de que para su aplicación en España "no habría impedimento expreso". Se trataría de una convención constitucional, según explica, "limitada o específica" para actualizar la interpretación de la Constitución sobre la cuestión territorial. "No sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidades de desarrollo futuro", subraya.

TE PUEDE INTERESAR

El PNV ensancha la brecha con el PP y plantea reformas sobre el TC, el CNI y el Rey

Alejandro López de Miguel

Desde el PSOE, defienden que son los únicos con capacidad para construir mayorías parlamentarias para constatar la investidura de Alberto Núñez Feijóo como "fallida" de antemano. El PNV volvía a reiterar este miércoles su portazo al PP. Tras la conversación telefónica de Feijóo con Urkullu, desde Génova dieron por perdido su apoyo. No habría intentos de tratar de convencerlo de que abandone sus posiciones, que el PNV ha reafirmado en más de una ocasión, en boca de distintos portavoces. Solo un día después de las elecciones generales del 23 de julio, el Euskadi Buru Batzar (EBB) fijó postura: no apoyarían al PP, por activa ni por pasiva, por sus pactos con Vox. Así lo estableció la dirección del PNV y así lo ha reiterado su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, incluso visibilizando cierto hartazgo.

Sin que se llegasen a producir avances, el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez en 2019 con el PNV recogía en su punto 4 el compromiso de "impulsar, a través del diálogo entre partidos e instituciones, las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales, acordando, en su caso, las modificaciones legales necesarias, a fin de encontrar una solución tanto al contencioso en Cataluña como en la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto de la CAV, atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia". Ahora, para evitar incumplimientos, el plan de Urkullu plantea en primer lugar "firmar un acuerdo preliminar de bases para la convocatoria y desarrollo de una convención constitucional sobre el autogobierno" y un plazo de un año para ponerla en marcha.