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Los logros del PNV por 6 escaños: Navarra, selecciones vascas, estatuto soberanista...
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ACUERDO CON SÁNCHEZ por sus seis votos

Los logros del PNV por 6 escaños: Navarra, selecciones vascas, estatuto soberanista...

Los doce puntos del pacto entre el líder del PSOE y Ortuzar ponen la alfombra roja a la agenda soberanista del PNV, que logrará una treintena de competencias

Foto: Sánchez y Ortuzar sellan este lunes su acuerdo para posibilitar la investidura del candidato socialista a La Moncloa. (EFE)
Sánchez y Ortuzar sellan este lunes su acuerdo para posibilitar la investidura del candidato socialista a La Moncloa. (EFE)

Con el preacuerdo de gobierno alcanzado entre el PSOE y el Podemos muy caliente, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró que, si bien su partido era partidario de favorecer la conformación del Ejecutivo en Madrid, el 'sí' a la investidura de Pedro Sánchez eran 'palabras mayores' porque los anteriores acuerdos alcanzados con los gobiernos del PP y el PSOE habían sido por norma general a cambio de la abstención 'jeltzale'. Lo dejó muy claro: el problema no estribaba en el qué, sino en el cuánto. Porque desde el primer momento nadie dudaba del apoyo de la formación nacionalista vasca al candidato del PSOE a La Moncloa y, con todo, la única duda estribaba en conocer el alcance de las concesiones socialistas.

Y el PNV ha logrado arrancar a Sánchez un zurrón sin precedentes, según se desprende del acuerdo de investidura alcanzado entre ambos partidos y hecho público tras el protocolario acto de firma del pacto entre Ortuzar y Sánchez en Madrid. Son doce puntos recogidos en apenas folio y medio de extensión que ponen la alfombra roja a la agenda soberanista que demanda el PNV, que logra 'meter mano' en Navarra -donde el PSN gobierna con el aval de EH Bildu a la investidura de María Chivite- para prácticamente vaciar de competencias a la Guardia Civil, consigue que por primera vez un Gobierno de España se preste a la oficialidad de las selecciones vascas y se asegura un viraje de los socialistas en la polémica reforma del Estatuto de Gernika de corte soberanista por el que trabaja en el Parlamento Vasco, con el reconocimiento del derecho a decidir en su articulado.

El acuerdo que da cuerpo a estas concensiones al PNV se fundamenta en "la necesidad de proceder urgentemente" a la constitución de un Gobierno

El acuerdo que da cuerpo a estas concensiones se fundamenta, según justifican ambos partidos en el acuerdo firmado, en "la necesidad de proceder urgentemente" a la constitución de un Gobierno, que queda ahora a expensas del avanzado acuerdo entre el PSOE con ERC, quien, consciente de su situación de poder, ha puesto sobre la mesa diversas exigencias que afecta, entre otros, al reconocimiento de eurodiputado de Oriol Junqueras, condenado junto a otros políticos catalanes independentistas por su desafío al Estado.

En el acuerdo se ratifican compromisos que ya consensuaron el PNV y el PSOE para posibilitar la llegada de Sánchez a La Moncloa tras el imprescindible aval 'jeltzale' a la moción de censura contra Mariano Rajoy en junio del pasado año. La llegada del líder socialista al poder se plasmó en un compromiso económico para acelerar la llegada del tren de alta velocidad al País Vasco, un proyecto que acumula un retraso superior a una década, y, especialmente, en el establecimiento de un calendario para el traspaso de más de una treintena de competencias al País Vasco recogidas en el Estatuto de Gernika, entre ellas la de Prisiones -el Ejecutivo dejó fuera la otra gran demanda nacionalista, el régimen económico de la Seguridad Social-.

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, junto con distintos dirigentes de PSOE y UP, este 30 de diciembre en el Congreso. (EFE)

En todo caso, la interinidad del Ejecutivo de Sánchez ante su incapacidad de conformar un gobierno estable ha paralizado el cronograma establecido para el traspaso de competencias, que se ha limitado a un reducido grupo de cesiones entre el profundo malestar del PNV y el Gobierno vasco, quienes han exigido con asiduidad a Sánchez que cumpla con sus compromisos adquiridos pese a la inexistencia de un Gobierno estable y transfiera la treintena de competencias aún pendiente que reclama. Ahora, al respecto, Sánchez ha asumido "proceder en 2020 a la negociación y traspaso a la CAV de las competencias estatutarias pendientes", incluida, claro está, la transferencia de Prisiones.

El PNV quiere amarrar el traspaso todas las competencias antes de que finalice la legislatura, con las elecciones autonómicas previstas para otoño del próximo año. El adelanto electoral con el que amagó hace unos meses el lehendakari, Iñigo Urkullu, está descartado después de que Podemos se haya prestado a salvar las últimas cuentas del presidente vasco, en contraposición a su rechazo sistemático a todos los proyectos económicos del Ejecutivo de PNV y PSE. El panorama político para Urkullu ha cambiado por completo en poco tiempo: de verse abocado a una segunda prórroga presupuestaria a tener un final de legislatura plácido y con el paulatino traspaso de competencias desde Madrid en el zurrón vasco antes de las elecciones.

Foto: Las delegaciones del Gobierno vasco (izquierda) y de Podemos, durante la negociación presupuestaria. (EC)

De hecho, aunque no se refleja en el acuerdo suscrito con el PSOE, el primer acuerdo práctico entre ambas formaciones llegó ya con el aval del hoy socio de gobierno de Sánchez a los presupuestos vascos. Fue la primera plasmación práctica de un consenso que ahora tendrá su repercusión más allá de las fronteras de la Comunidad Autónoma Vasca, ya que afectará de lleno a Navarra, donde el PNV ha logrado del futuro Gobierno de España el compromiso de traspasar a esta comunidad en el plazo de seis meses las competencias de Tráfico y Seguridad Vial que actualmente comparten la Guardia Civil y la Policía Foral para que sean asumidas en su integridad por el cuerpo policial navarro.

No es la primera vez que Sánchez se presta a una medida que, según denuncian sindicatos de la Guardia Civil, significará de facto la "paulatina desaparición" de la Benemérita de Navarra al ser despojada de sus funciones. El 31 de octubre del pasado año, el presidente del Gobierno acordó con su entonces homóloga en Navarra, Uxue Barkos (Geroa Bai), acometer la transferenia de Tráfico y Seguridad Vial a la Comunidad Foral en un encuentro oficial en Madrid para que estas funciones sean asumidas por la Policía navarra. Pero este traspaso no se ha hecho efectivo desde entonces y ahora culminará próximamente a exigencias del PNV, que ha incluido esta cuestión entre las condiciones para posibilitar la investidura del líder socialista.

Foto: El lendakari, Iñigo Urkullu, en una comparecencia, con el escudo oficial del País Vasco a sus espaldas. (EFE)

La puerta a la "expulsión" de la Guardia Civil de Navarra ya estaba abierta, pero no la posibilidad de que la selección vasca pueda competir de tú a tú con España en diferentes modalidades deportivas. Hasta ahora, porque este camino se ha abierto por primera vez desde Madrid después de que Sánchez haya pactado con Ortuzar "abrir cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo y cultural". Se atiende así, de intenciones, a una vieja reivindicación del nacionalismo vasco que siempre había encontrado un portazo desde los diferentes organismos implicados. También se da cauce a otra aspiración histórica del PNV, la de tener voz en Europa al garantizar el Gobierno que dará pasos para "la presencia y participación de las instituciones vascas en las instituciones de la Unión Europea".

Asimismo, ha encontrado el PNV con el acuerdo con Sánchez una posible salida a su aspiración de articular un nuevo estatuto de corte soberanista, cuya reforma que aborda el Parlamento Vasco estaba abocada al fracaso por las profundas diferencias que existen entre la formación 'jeltzale' y los socialistas vascos en torno a las cuestiones nucleares del nuevo texto, con el reconocimiento del derecho a decidir como escollo infranqueable. Esto, sobre el papel, hace inviable un consenso político en la Cámara de Vitoria. Los juristas planteados por ambos partidos y Podemos alcanzaron un acuerdo tras 13 meses de trabajos en torno a buena parte del articulado, pero el experto designado por el PSE se desvinculó de los aspectos más controvertidos del borrador del texto -presentó hasta un total de 23 votos particulares-, caso del referéndum previo al recorrido del futuro Estatuto en las Cortes Generales, la relación con España, las competencias que le corresponden al País Vasco, la distinción entre ciudadanos y nacionalizados o la posible anexión de Navarra, entre otras cuestiones.

El PNV logra una posible salida a su aspiración de articular un nuevo estatuto soberanista: el Gobierno llevará a cabo las "reformas necesarias" para "el reconocimiento de las identidades nacionales"

Ahora, con estas discrepancias de raíz de fondo, Sánchez ha acordado con Ortuzar llevar a cabo las "reformas necesarias" para "el reconocimiento de las identidades nacionales" en la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto de la CAV". Y, además, vincula también estas negociaciones con la búsqueda de soluciones al "contencioso" que existe en Cataluña en el mismo punto del pacto. "Impulsar, a través del diálogo entre partidos e instituciones, las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales, acordando, en su caso, las modificaciones legales necesarias, a fin de encontrar una solución tanto al contencioso en Cataluña como en la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto de la CAV, atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia", refleja el punto 4.

Se presta Sánchez así a asumir el contenido de la agenda soberanista que reivindica el PNV, que ha visto en la extrema necesidad del apoyo explícito de los seis diputados 'jeltzales' por parte del candidato socialista a La Moncloa, una vez prácticamente cerrado el acuerdo con ERC, la oportunidad idónea para que un gobierno español se vea forzado a hacer suya la 'agenda vasca' que la formación nacionalista viene reivindicando desde hace años.

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el programa. (EFE)

Más allá de la 'letra gorda', el acuerdo alcanzado también el compromiso del Gobierno central de "evitar la judicialización de las discrepancias" que puedan existir con el Ejecutivo de Vitoria mediante una "comunicación fluida" que "sustituya" la acción de la Justicia por el "acuerdo político". A este respecto, en el marco del "constante" diálogo institucional, el gabinete de Sánchez deberá "dar a conocer con antelación suficiente los proyectos e iniciativas que desee impulsar, comprometiéndose, además, a llegar a un acuerdo satisfactorio en caso de discrepancia".

Incluso, el ámbito de actuación en relación al consenso previo, alcanza a la fiscalidad española, que deberá contar con el aval previo del PNV. "Acordar previamente con el PNV las medidas fiscales que el Gobierno quiera proponer a las Cortes, así como encauzar las discrepancias que puedan producirse en las relaciones en el ámbito fiscal o el financiero establecidas por el Concierto Económico", se recoge en el acuerdo. Igualmente, se establece que "el proceso de determinación de los objetivos de déficit correspondientes a la CAV y a la CFN, así como el de los criterios de reinversión del superávit de las entidades locales, diputaciones forales y gobiernos en sus respectivos territorios se realizará con la participación y en el marco de las Comisiones Mixtas de Concierto y Convenio".

El acuerdo afecta también a la fiscalidad española: Sánchez "deberá acordar previamente" con el PNV las medidas fiscales que quiera llevar a las Cortes

El pacto alcanzado con Sánchez incide, igualmente, en el compromiso ya adquirido por el candidato socialista a La Moncloa con motivo de la moción de censura contra Rajoy en 2018 de, por un lado, "cumplir los aspectos pendientes de los acuerdos" que la formación 'jeltzale' suscribió con el Gobierno del PP "en diferentes ámbitos", y, por otro, "apostar de manera urgente, firme y decidida por las infraestructuras correspondientes al Estado en la CAV y, especialmente, por lo relativo al tren de alta velocidad, incluido el cronograma de trabajos y los compromisos complementarios ya cerrados con el Gobierno del Estado".

Entre el resto de puntos, el acuerdo establece que se fomentará "decididamente la industria y compensará su adecuación a la transformación energética con el mantenimiento de la actividad económica y el empleo, posibilitando una transición realista y protegiendo los puestos de trabajo de los sectores afectados por estos cambios". Finalmente, como último punto, se apuesta por "modificar, con el acuerdo del PNV, el contenido de los conocidos como decretos digitales de manera que sean resueltas las discrepancias sobre los mismos manifestadas en el ámbito parlamentario (Real Decreto-ley 14/2019, de 31 de octubre y Real Decreto-ley 12/2018, de 7 de septiembre)".

Con el preacuerdo de gobierno alcanzado entre el PSOE y el Podemos muy caliente, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró que, si bien su partido era partidario de favorecer la conformación del Ejecutivo en Madrid, el 'sí' a la investidura de Pedro Sánchez eran 'palabras mayores' porque los anteriores acuerdos alcanzados con los gobiernos del PP y el PSOE habían sido por norma general a cambio de la abstención 'jeltzale'. Lo dejó muy claro: el problema no estribaba en el qué, sino en el cuánto. Porque desde el primer momento nadie dudaba del apoyo de la formación nacionalista vasca al candidato del PSOE a La Moncloa y, con todo, la única duda estribaba en conocer el alcance de las concesiones socialistas.

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