El Gobierno trabaja ya en los nuevos presupuestos a la espera de la investidura de Sánchez

El Gobierno en funciones no quiere renunciar a aprobar unas nuevas cuentas públicas, a pesar de que aún falta un mes para que Alberto Núñez Feijóo intente lograr la confianza del Congreso de los Diputados para su investidura, y, por tanto, ni siquiera puede haber fecha para que Pedro Sánchez intente reeditar la coalición. La titular de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ha asegurado este jueves que su ministerio está "trabajando" en el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2024, en línea con la "instrucción" del jefe del Ejecutivo. Esta fase de labores previas, según la ministra, consiste en "delimitar el perímetro" en el que deben desarrollarse estos números, pero también en aterrizar las previsiones macroeconómicas, siempre en coordinación con Bruselas.

Montero considera "prematuro" dar por hecho que no habrá nuevas cuentas públicas, pese a la tozudez de los tiempos: tramitar un proyecto de ley de presupuestos nunca requiere menos de un par de meses, aunque tengan prioridad sobre cualquier otra iniciativa parlamentaria, y para impulsarlos primero debe ser investido un nuevo Gobierno. "Nosotros vamos a seguir trabajando para que, en el momento en que esté constituida la investidura y esté designado el Gobierno, se pueda impulsar ese proyecto", afirmó.

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Apenas reconoció que, visto el calendario para la sesión de investidura prevista, su aprobación podría retrasarse. Las cuentas ya no pueden llegar a la Cámara antes del cuarto trimestre del año, como marca la Constitución, pero sí podrían materializarse a posteriori, después de que las actuales se prorroguen, de forma automática, el 1 de enero de 2024.

En una entrevista en La hora de la 1, la número dos del PSOE no ha querido aludir a esta más que probable prórroga y se ha esforzado por vender que el Gobierno, aún en funciones, mantiene el rumbo pese a la "pérdida de tiempo absoluta" que supone la sesión de investidura de Feijóo. Los presupuestos ya han sido prorrogados en anteriores ocasiones; las últimas cuentas del Ejecutivo de Mariano Rajoy, aprobadas días antes de su expulsión de la Moncloa a raíz de la moción de censura de Pedro Sánchez, fueron reciclados en dos ocasiones.

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Montero, como el propio Sánchez, insiste en que solo es viable la investidura del presidente en funciones, y carga contra el líder del PP por "hacernos perder tiempo y dinero". De paso, la vicesecretaria general del PSOE arremete contra el PP por "hacer un llamamiento al transfuguismo" al apelar a los diputados socialistas para investir a Feijóo. "Hay que estar desesperado", apostilla.

La estrategia del Ejecutivo en funciones pasa por mantener el rumbo, por vender que sigue actuando mientras el PP marea la perdiz con una investidura imposible y por aprovechar cada minuto para negociar con las formaciones independentistas, a las que necesitará para investir a Sánchez. La cesión de diputados de PSOE y Sumar a Junts y ERC para que logren formar grupo propio es un claro ejemplo.

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Montero, como el resto de portavoces de su partido, esquiva cualquier mención o consideración sobre la amnistía que sí avala Sumar, y que le reclaman Junts y ERC, y solo insiste en que actuarán "en el marco de la Constitución". Sánchez ya no considera que la amnistía no tenga encaje legal en la carta magna, pero es Sumar, que se expone a un menor coste político, quien lleva el peso de las labores para naturalizar una previsible ley de amnistía. "Nosotros conocemos la posición de Sumar, estamos en permanente contacto", se limitaba a afirmar Montero, evitando hablar de la amnistía.