Fin de la ola de calor: el aviso de la AEMET sobre una vaguada que podría descolgarse en España

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A pesar de haber dejado atrás la canícula, la segunda quincena de agosto llega con temperaturas elevadas, especialmente en el centro y sur. Así lo asegura la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que avisó de la actual ola de calor. En esta ocasión, el principal responsable no es el aire sahariano, sino una dorsal tras la que una masa de aire podría descolgarse sobre la península, recalentada por la insolación y la subsidencia anticiclónica.

De cara al final de la semana, la incertidumbre en las predicciones aumenta, pero podría llegar una vaguada al norte peninsular que, además de aumentar la inestabilidad en forma de lluvias y tormentas en muchos puntos del norte y centro peninsular y que podrían extenderse al este, hará que bajen las temperaturas de forma considerable. Aun así, todavía quedan por delante días calurosos.

Así, la jornada de este martes, 22 de agosto, será muy cálida en gran parte de España. Se superarán los 40 °C en los valles del Guadiana, Tajo, Ebro y Guadalquivir. Puntualmente, se podrían rozar los 43-44 °C. En casi todo el interior peninsular, las máximas oscilarán entre los 35-40 °C. En el interior de Andalucía, Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha, el sur de la Comunidad de Madrid, la cuenca del Ebro e, incluso de forma puntual, en el sur de Galicia y en el valle del Duero, se registrarán 40 grados.

Un alivio térmico

El miércoles, 23 de agosto, las máximas continuarán con pocos cambios, por lo que el calor seguirá apretando en buena parte del país, sin embargo, se espera un ascenso notable en el Cantábrico. En el País Vasco o incluso en el interior de Cantabria, podrían alcanzar y llegar a superar los 40 °C. No solo hará calor de día, sino también por la noche, ya que los termómetros no bajarán de los 25 °C en zonas del sur y del este.

El jueves en las horas centrales seguirán superándose los 35 °C en el interior peninsular. Así, se espera que las temperaturas, tanto máximas como mínimas, comiencen un ligero descenso por la vertiente atlántica. Los 40 °C aún se alcanzarán en los valles del Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir, además de forma local en el Duero.

Por lo tanto, parece que el último fin de semana de agosto el calor dejará de ser asfixiante en la mayor parte de España. El sábado comenzará a notarse el descenso térmico en el noroeste, pero será el domingo cuando se produzca un alivio térmico generalizado y bajen las temperaturas en la mayor parte del país.