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El PP teme que el poder de Buxadé en Vox desestabilice sus alianzas territoriales
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TRAS EL ADIÓS DE ESPINOSA DE LOS MONTEROS

El PP teme que el poder de Buxadé en Vox desestabilice sus alianzas territoriales

Los populares esperan que "el triunfo del sector falangista" tense la legislatura de sus barones. Lamentan la "rendición" del "pragmático" Abascal frente al ala radical de la formación

Foto: Rueda de prensa de Jorge Buxadé e Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Ballesteros)
Rueda de prensa de Jorge Buxadé e Iván Espinosa de los Monteros. (EFE/Ballesteros)
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"En Vox, ha triunfado el sector falangista y populista. Y eso siempre es malo". Dirigentes del PP exhiben en privado lo que callan en público sobre las consecuencias a corto y medio plazo de la salida de Iván Espinosa de los Monteros de Vox, tras imponerse orgánicamente el ala dura del partido a la facción liberal encabezada por el exportavoz parlamentario, relegada en los últimos meses. En la dirección popular, ya miraban con recelo el peso que había ganado el actual número dos de Santiago Abascal en la formación situada a su derecha y ahora temen que la imposición de esa corriente vicie no solo la relación con Alberto Núñez Feijóo, sino también los acuerdos de gobernabilidad que ambas fuerzas comparten en varias autonomías y decenas de grandes ayuntamientos.

Cuca Gamarra evitó valorar este miércoles el impacto que puede tener en el bloque de derechas la incipiente crisis en Vox, donde comienza a asomar una suerte de rebelión interna por la "rendición", a ojos de los populares, del "pragmático" Abascal a Buxadé. En privado, no obstante, las fuentes consultadas apuntan a que la renuncia de Espinosa de los Monteros les priva de un interlocutor en Vox "con el que se pueda hablar", y preocupa incluso que pueda desestabilizar los pactos territoriales que ya han cerrado en autonomías como Extremadura, Comunidad Valenciana o Aragón.

Foto: El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, conversa con Aitor Esteban en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

PP y Vox han cerrado sendos pactos de coalición en estas regiones, pero cargos populares de varios territorios advierten de que aún queda "toda la legislatura". Temen que los de Abascal, con su nuevo núcleo de poder, sean inflexibles, por ejemplo, a la hora de negociar los presupuestos regionales o eleven el precio para que los barones del PP saquen adelante su agenda legislativa en los próximos cuatro años. Atisban, además, un "giro ideológico" que puede "radicalizar" algunos discursos, por ejemplo en lo relativo a la inmigración o la violencia de género. Este último asunto obligó a Génova a hacer equilibrios durante la negociación de los ejecutivos autonómicos, en que aceptó las cláusulas de Vox relativas a la violencia intrafamiliar, pero mantuvo sus compromisos con la violencia machista.

El partido de Abascal gobierna en cuatro autonomías tras forzar a Feijóo a ceder consejerías a cambio de sus votos. El líder popular chocó contra una pared cuando intentó, sin éxito, limitar los acuerdos a una hoja de ruta programática. Hace unas semanas, la dirección popular se quejaba de la intrusión de la cúpula de Vox en Madrid en los acuerdos territoriales y aseguraba encontrar "mejor predisposición" en sus representantes autonómicos que en la sede de Bambú. "La corriente de Buxadé solo busca destruir al PP", se quejaban.

Foto: Diputados de Vox abandonan el hemiciclo durante un pleno en el Congreso. (EFE/J.J. Guillén)

Con lo que no transigirá Génova es con el órdago que ha lanzado Vox en la Región de Murcia. En el partido de Feijóo creían que lo que sucediese en este territorio marcaría "qué facción se impone" en el partido de Abascal: si la práctica o la radical. La renuncia de Iván Espinosa de los Monteros ha despejado todas las dudas en las filas de los populares, y ven complicado resolver la ecuación en este territorio sin la convocatoria de elecciones. En el PP, insisten en que el caso de Fernando López Miras es "distinto" al del resto de autonomías, ya que el barón popular se quedó solo a dos escaños de la absoluta y necesita únicamente la abstención de Vox. En el entorno de Abascal reiteran su rechazo: o consejerías o urnas.

"Abascal militó en el PP, siempre ha tenido una mayor cultura de partido. Sabe lo que se puede y no se puede hacer", analizan entre los populares, que lamentan el peso que el dirigente ha dado a los sectores más "ultra", con un hermético núcleo compuesto por Jorge Buxadé, Ignacio Hoces y Enrique Cabanas. Destacan, además, la "excelente relación" de sus portavoces con Espinosa de los Monteros, y apuntan a que su salida y la de otros cargos del ala liberal como Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso de las listas pueden enrarecer también su relación en el Congreso.

Foto: Iván Espinosa de los Monteros, durante su despedida política. (EFE/Fernando Alvarado)

El pasado domingo, Vox se comprometió formalmente a que votaría a favor de la posible investidura de Feijóo sin pedir nada a cambio, con el objetivo de no ser un "obstáculo" a la hora de armar una alternativa a la mayoría de Sánchez. Pero hay otra negociación a la vista en la que el PP puede sudar para lograr los votos de sus socios. Génova aspira a controlar la presidencia del Congreso para empedrar una posible legislatura de la izquierda, y formalizará estos días los contactos con las fuerzas parlamentarias para atar los apoyos. Como publicó El Confidencial, Vox limita los apoyos gratuitos a Feijóo a la investidura, y advierte de que cualquier trato con el PP en este aspecto pasa por mantener su cuota de representación en el órgano parlamentario. Con Espinosa fuera, los populares tendrán que lidiar con un grupo parlamentario controlado por los nuevos contrapesos de Vox.

Con todo, en el PP creen que "en el medio plazo" la crisis interna de Vox puede beneficiarles, y refuerzan la idea de un posible trasvase de votos del partido de Abascal a su bolsa en caso de repetición electoral. El partido ultraconservador ya se dejó 19 escaños en las generales del 23 de julio, y en Génova creen que esa caída irá a más en caso de que ni Sánchez ni Feijóo logren deshacer el bloqueo y el país vaya de nuevo a las urnas. No obstante, algunas voces animan a la cúpula del PP a mantener la mente fría ante este supuesto. Primero, porque es posible que el votante de Vox desencantado con el giro de Abascal se vaya a la abstención; y segundo, porque un excesivo hundimiento de Vox imposibilite, de nuevo, la suma en el bloque de la derecha.

"En Vox, ha triunfado el sector falangista y populista. Y eso siempre es malo". Dirigentes del PP exhiben en privado lo que callan en público sobre las consecuencias a corto y medio plazo de la salida de Iván Espinosa de los Monteros de Vox, tras imponerse orgánicamente el ala dura del partido a la facción liberal encabezada por el exportavoz parlamentario, relegada en los últimos meses. En la dirección popular, ya miraban con recelo el peso que había ganado el actual número dos de Santiago Abascal en la formación situada a su derecha y ahora temen que la imposición de esa corriente vicie no solo la relación con Alberto Núñez Feijóo, sino también los acuerdos de gobernabilidad que ambas fuerzas comparten en varias autonomías y decenas de grandes ayuntamientos.

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