Es noticia
El choque entre las dos almas de Vox sacude el partido y fuerza una reorganización
  1. España
Crisis en la cúpula

El choque entre las dos almas de Vox sacude el partido y fuerza una reorganización

La marcha de Espinosa de los Monteros abre una nueva crisis en la formación y deja al descubierto las diferencias internas entre la corriente liberal y la línea dura y nacionalista

Foto: Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La marcha de Iván Espinosa de los Monteros ha dejado al descubierto el enfrentamiento abierto entre las dos almas de Vox. El runrún en torno a las diferencias internas, con un choque entre la corriente liberal y la línea más dura y nacionalista, ha tomado forma y abierto una nueva crisis en el seno de la formación. Un año después del fiasco de las elecciones en Andalucía y la abrupta salida de Macarena Olona, uno de los fundadores del partido ha dado un portazo y abandona la política ante la sorpresa de todos. Santiago Abascal deberá ahora reorganizar la cúpula, con más peso para el sector que encabeza el eurodiputado Jorge Buxadé.

La marejada interna es una constante desde hace más de un año. El debate sobre cuál debe ser la estrategia y el fondo ideológico ha marcado los últimos meses, tanto en el tono como en las formas. Especialmente en el aspecto económico, con postulados liberales frente al proteccionismo. Espinosa de los Monteros y Buxadé, de hecho, ironizaron en el último mitin de la campaña sobre esta cuestión, tratando de espantar con bromas lo que ya era una realidad a ojos de todos. Dos de los diputados enmarcados en la corriente liberal, Víctor Sánchez del Real y Rubén Manso, fueron apartados de las listas para el 23-J, lo que alimentó todavía más la teoría de que la corriente más integrista se había impuesto. Sin críticos.

Foto: Iván Espinosa de los Monteros en una intervención en Toledo. (EFE/Ángeles Visdómine)

No era algo aislado. A finales de julio del año pasado Macarena Olona rompió con el partido entre críticas por la falta de democracia interna y apenas dos meses después Javier Ortega Smith fue apartado de su cargo como secretario general y sustituido por Ignacio Garriga, líder en Cataluña y cercano a Jorge Buxadé. No había una causa común que explicase todos los movimientos y reproches, pero sí evidenció la tensión creciente y la nueva dirección ideológica.

Entonces todos los focos apuntaron a Buxadé, líder del partido en el Parlamento Europeo y nexo con los principales aliados internacionales de la derecha dura europea, como Giorgia Meloni, Viktor Orbán, Mateusz Morawiecki o Marine Le Pen. Su peso en las órdenes de la dirección ha crecido notablemente desde su nombramiento como vicepresidente de Acción Política, hasta el punto de diseñar las campañas durante el reciente ciclo electoral. Los encontronazos con Espinosa de los Monteros han sido habituales.

Iván Espinosa de los Monteros ha querido espantar el fantasma de la crisis interna en su mensaje de despedida. El hasta ahora portavoz en el Congreso ha limitado su renuncia a razones "personales y familiares". "La vida se compone de etapas, y ahora empiezo una nueva, con un enorme optimismo acerca del futuro de España, incluso en momentos como este. Tenemos una gran nación, a la que espero seguir sirviendo siempre, esté donde esté", subrayó. Pero a nadie se le escapa que la situación en Vox, especialmente tras el batacazo electoral, es mucho más delicada y compleja. Un sector de la formación ni siquiera esconde sus discrepancias.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, en los pasillos del Congreso. (EFE/Zipi Aragón)

Fuentes consultadas por El Confidencial ahondan en el choque entre las dos corrientes, pese a los intentos de la cúpula por enterrar esta cuestión, con el rumbo que ha de tomar el partido sobre la mesa. El propio Javier Ortega Smith publicó este martes un tuit en el que desliza sin disimulo este escenario y las verdaderas razones que han desgastado a su compañero hasta tomar esta decisión. "Siento mucho tu dimisión y mucho más las razones que la provocan. Has luchado sin descanso desde la fundación de Vox con lealtad, con generosidad y con sacrificio. Aunque algunos no han sabido reconocértelo, la inmensa mayoría tenemos una impagable deuda de patriotismo contigo. Seguiremos luchando por los mismos principios y valores por los que juntos pusimos en marcha este proyecto al servicio de España y de la libertad. Siempre a tu lado" señaló el exsecretario general.

No ha sido el único que ha aprovechado el momento para brindar su apoyo sin fisuras a Espinosa de los Monteros. Sánchez del Real ha sido menos explícito, pero igualmente ha dejado claro en qué bando se ubica. "Contigo, siempre. Donde sea. Como sea. Cueste lo que cueste otra vez", publicó.

También Manso, a través de un artículo en Voz Pópuli. "Vox no tiene futuro. Este partido del que muchos hacían una caricatura que, como toda caricatura era injusta e hiperbólica, ha decidido parecerse a ella y no al épico retrato que algunos, con Espinosa de los Monteros de maestro, iban pintando", denuncia en su escrito. El ya exportavoz parlamentario, no obstante, continuará como afiliado de base del partido y sin responsabilidades.

Abascal tiene que lidiar ahora con la reorganización de la cúpula y asignar nuevos roles en el Congreso tras la salida de Espinosa de los Monteros

Vox debe decidir ahora qué rumbo tomar. Su papel en la gobernabilidad de España ha sido, evidentemente, uno de los puntos de fricción en las últimas semanas. Incluso antes de las elecciones generales ya se había planteado la idea no entrar en el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. El punto de partida era que una coalición con el PP acabaría diluyendo su peso e influencia, como ya ocurrió con Unidas Podemos tras su pacto con el PSOE. Esa estrategia, defendida por el sector más radical, pasaba por firmar un acuerdo programático y esperar en la oposición. Conceptos como la familia, la seguridad, la inmigración ilegal o el rechazo a las políticas de género y las injerencias de Bruselas marcarían los próximos meses. La conocida como "guerra cultural" en toda su dimensión.

El resultado electoral no fue el esperado, pero el argumentario será el mismo y la posición respecto a sus potenciales socios ha sido precisamente esta. Tras la negativa inicial, Santiago Abascal anunció el pasado domingo que entregará gratis sus votos ante una eventual investidura de Feijóo.

Abascal tiene que lidiar ahora con la reorganización de la cúpula y asignar nuevos roles en el Congreso de los Diputados para la formación ultraconservadora. Está por ver quién ejercerá de portavoz en la Cámara Baja, con el lastre de que los responsables no tienen el peso ni el carisma de Espinosa de los Monteros. Tras la salida de Macarena Olona cogió galones el diputado José María Figaredo, que de nuevo estará en la bancada de Vox. El futuro del partido está en el aire.

La marcha de Iván Espinosa de los Monteros ha dejado al descubierto el enfrentamiento abierto entre las dos almas de Vox. El runrún en torno a las diferencias internas, con un choque entre la corriente liberal y la línea más dura y nacionalista, ha tomado forma y abierto una nueva crisis en el seno de la formación. Un año después del fiasco de las elecciones en Andalucía y la abrupta salida de Macarena Olona, uno de los fundadores del partido ha dado un portazo y abandona la política ante la sorpresa de todos. Santiago Abascal deberá ahora reorganizar la cúpula, con más peso para el sector que encabeza el eurodiputado Jorge Buxadé.

Vox Santiago Abascal
El redactor recomienda