La estancia de Sánchez en Marrakech es un mensaje político de amistad, según la prensa de Marruecos
Los diarios de Argelia arremeten contra el presidente socialista, con crónicas salpicadas de infundios sobre su esposa, y formulan el deseo de que no siga al frente del Gobierno
Primero fue la alegría por el país elegido por el presidente Pedro Sánchez para pasar sus vacaciones veraniegas. “¡Bienvenido, señor Sánchez!”, titulaba, por ejemplo, Le Collimateur, un pequeño periódico digital marroquí. Las autoridades de Rabat quisieron que la noticia trascendiera y por eso el primer medio en darla fue, el martes por la tarde, Rue 20, un diario considerado afín al aparato de seguridad, que subió incluso a su web un vídeo con el jefe del Gobierno español, su esposa, Begoña Gómez, y sus dos hijas recorriendo la célebre plaza Jmaa el Fnaa de Marrakech.
Después llegó el turno de interpretar el gesto de Sánchez. “La visita de Pedro Sánchez a Marruecos es muy simbólica”, asegura el diario Le 360, descrito como el más afín al palacio real y que pertenece a Mounir Majidi, secretario particular del rey, según fuentes periodísticas marroquíes.
“Su viaje a Marruecos busca enviar un mensaje de amistad a Marruecos, ya que las relaciones entre Rabat y Madrid rara vez han sido tan sólidas gracias, en particular, al apoyo irrevocable del Gobierno español a la opción de autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí”, añade. Ese respaldo quedó puesto de manifiesto en la carta que Sánchez envió al monarca el 14 de marzo de 2022, cuyo contenido el Gobierno español no ha divulgado.
“Pedro Sánchez, de vacaciones en Marruecos: el PP despotrica”, titula H24 Info, otro digital, dando el tono de las críticas al principal partido de la oposición, pero también a Sumar y, más aún, a Vox por no secundar al presidente en su empeño por estrechar lazos con el vecino del sur.
Estrella del rock
“Sus detractores, sobre todo en el PP y en el partido de extrema derecha Vox, particularmente marrocófobo, han querido aprovechar la ocasión y han criticado que Marruecos sea el destino elegido para sus vacaciones”, continúa Le 360. “La derecha y la extrema derecha, así como la extrema izquierda, arremetieron con dureza contra las concesiones hechas por el Gobierno español a Rabat”, pero el “ogro marroquí” ya no asusta, como quedó demostrado en las últimas elecciones. Sus maldicientes “no han dudado en cubrirse de ridículo”. “Su juventud, su modernidad y su actitud cool hacen de Sánchez una estrecha del rock de la escena política española”, concluye.
Sánchez ha ido dos veces a Marruecos en lo que va de año, la segunda ahora en visita privada, pero a donde dijo querer viajar era a Argelia en una típica boutade presidencial. “Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia”, declaró, a finales de agosto de 2022, durante una rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, cerca de Berlín.
No parece que, por ahora, ese viaje sea posible, a juzgar por los comentarios que las vacaciones presidenciales suscitan en la prensa argelina. Sánchez “se ha convertido en un rehén en manos del majzén [círculos del poder real], incapaz de defender los intereses de su país frente a Rabat”, escribe Echrouk, el principal diario de Argelia. Su crónica está plagada de infundios sobre los supuestos negocios de Begoña Gómez en Marruecos, al tiempo que deja caer, en su titular, que la familia Sánchez viaja a gastos pagados por el rey Mohamed VI. La Moncloa lo desmintió de antemano.
“En materia de traición, de corrupción y de engaño, solo el primer paso cuenta; los demás se dan con naturalidad y este es el caso de Pedro Sánchez” con sus vacaciones en Marruecos, afirma, por su parte, La Patrie News, un diario argelino considerado cercano al Ejército. Sánchez “es sin lugar a dudas víctima de una forma de chantaje a juzgar por la manera altanera y dominadora con la que Rabat dicta sus instrucciones a Madrid”, añade. Formula, por último, el deseo de que no continúe como presidente “un individuo que traicionó a la causa saharaui y rompió el consenso que prevalecía en España”.
El presidente Sánchez y el PSOE evitan, desde hace años, criticar el atropello de los derechos humanos por parte de las autoridades marroquíes. Por eso, los eurodiputados del PSOE —no los demás socialistas— votaron, el 19 de enero pasado, en contra de una resolución instando a Marruecos a respetarlos, excarcelando, entre otros, a tres periodistas influyentes condenados a entre cinco y 15 años. Durante la estancia de Sánchez en Marrakech, la Justicia marroquí ha continuado ejerciendo de brazo represor.
El tribunal de primera instancia de Ain Sebaa (Casablanca) condenó a principios de semana a Said Boukioud, un marroquí de 48 años, a cinco años de cárcel por supuestas ofensas al rey. A finales de diciembre 2020, cuando residía en Qatar, Boukioud criticó en Facebook el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel. La política exterior es una competencia exclusiva del monarca.
Cuando supo que estaba siendo investigado por la Fiscalía, Boukioud borró esos mensajes y cerró su cuenta de Facebook, pero aun así fue condenado dos años y medio después de haberlos escrito, según reveló el miércoles pasado su abogado, Hassan Essouni. “Es incomprensible”, declaró el letrado.
Primero fue la alegría por el país elegido por el presidente Pedro Sánchez para pasar sus vacaciones veraniegas. “¡Bienvenido, señor Sánchez!”, titulaba, por ejemplo, Le Collimateur, un pequeño periódico digital marroquí. Las autoridades de Rabat quisieron que la noticia trascendiera y por eso el primer medio en darla fue, el martes por la tarde, Rue 20, un diario considerado afín al aparato de seguridad, que subió incluso a su web un vídeo con el jefe del Gobierno español, su esposa, Begoña Gómez, y sus dos hijas recorriendo la célebre plaza Jmaa el Fnaa de Marrakech.
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