¿Qué está pasando en piscinas y playas de España? 126 muertos entre junio y julio por ahogamiento

Llega el verano y uno de los planes más habituales para hacer frente al calor es ir a la playa o a la piscina. No obstante, lejos del ocio, se han convertido en escenarios de trágicos sucesos: entre junio y lo que va de julio han muerto en España 126 personas por ahogamiento, 59 y 67 respectivamente. Y en los primeros siete meses del 2023 el dato asciende a 238, según los datos recogidos en el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Esta cifra supone 18 víctimas más en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando fue de 222 entre enero y julio, y 394 en todo el año.

De hecho, junio ha marcado el segundo peor dato de ahogamientos mortales en ese mes desde el año 2015, después de que en 2022 se diera esta misma cifra y siendo el 2017 el año en el que más fallecimientos por esta causa se registraron en junio (70), por delante de 2016 (56), 2019 (50), 2015 (43), 2020 (41), 2021 (35) y 2018 (34). Esto confirma la tendencia al alza de muertes por ahogamientos no intencionales.

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Así, según Alberto García Sanz, director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo, los ahogamientos ya son la tercera causa de muerte por traumatismos no deliberados y lo considera "un grave problema de salud pública en todo el mundo".

En España, las cifras varían dependiendo de la comunidad autónoma. Los datos mensuales de junio reflejan que Cataluña es la comunidad autónoma que más muertes registró por ahogamiento (10), seguida por Andalucía (7). No obstante, en el primer semestre es Canarias la que registra la cifra más alta (29), seguida por Andalucía (28) y Cataluña (20).

En cuanto a los factores de riesgo, la OMS establece que el riesgo es mayor para los niños, los varones en general y las personas que pueden acceder fácilmente al agua. Así, los datos coinciden en que los ahogamientos se dan principalmente en playas, 39 de las 70 que se registraron en julio, mientras que la cifra en las piscinas cae a 19. Además, la mayoría de las víctimas son hombres: 48 frente a 19 mujeres en junio, y 147 frente a 22 mujeres en el primer semestre.

¿Qué está pasando? Estas son las causas

Teniendo en cuenta esto, y ante las noticias diarias sobre nuevos casos, una pregunta ronda sin cesar: ¿qué está pasando? Los socorristas apuntan que esta cifra se acentúa por la "falta de personal" y la "precariedad", según declaraciones recogidas por EFE. De hecho, en Cataluña los socorristas han convocado una huelga indefinida debido a la falta de personal, lo que provoca que "tengan que hacer más tareas de vigilancia y menos descansos". Estas reivindicaciones también han tenido mucho peso en Baleares y Galicia. Además, Alberto García Sanz apunta a la modificación de la normativa, que exige un certificado de profesionalidad y/o título de salvamento y socorrismo para poder trabajar. "Una excesiva carga lectiva que hace que la demanda del sector, unida a la precariedad laboral y bajos salarios, disminuya año tras año".

Algunas causas serían la relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas prohibidas, el consumo de alcohol cerca del agua

Así, la RFESS afirma que "una de las principales funciones del socorrista es prevenir y vigilar, si no hay socorristas o el número es escaso, estas tareas se reducen considerablemente".

No obstante, la responsabilidad también recae sobre los bañistas. Jorge Natera, responsable de la empresa Costa Sur de Málaga, hace hincapié en que la "irresponsabilidad" y la "falta de concienciación" de algunos bañistas es otro factor que hay que tener en cuenta, y destaca el "caso omiso" a las banderas y socorristas, por lo que apuesta por llevar a cabo más labores de concienciación y endurecer las sanciones administrativas a quienes incumplan la normativa, según apunta a EFE.

La "irresponsabilidad" y la "falta de concienciación" de algunos bañistas es otro factor que hay que tener en cuenta

En esta línea, el Ministerio de Sanidad, publicó hace unos días algunas causas o factores de riesgo relacionados con el tema en cuestión, y pone el foco en los bañistas y su entorno. Así, asegura que algunas causas serían la relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas prohibidas, el consumo de alcohol cerca del agua, determinadas condiciones médicas como la epilepsia o turistas que no están familiarizados con las peculiaridades de la zona de agua local.

Se puede prevenir: estas son las recomendaciones

A pesar de las altas cifras, los expertos afirman que se puede prevenir. Desde el Ministerio de Sanidad y la Policía Nacional se han sumado a trasladar a la población algunas recomendaciones para evitar que esto siga sucediendo. Sanidad apunta que las consecuencias se pueden prevenir a través de medidas como poner barreras para controlar el acceso al agua, enseñar a los más pequeños a nadar y competencias para la seguridad en el agua o formar a las personas del entorno en cómo llevar a cabo rescates seguros y reanimación, por si fuera necesario.

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En el caso de las playas, apuntan a que es importante que se respeten las banderas, que no se sobreestime la condición física ni la capacidad de nadar, que niños y personas mayores se bañen acompañados o evitar hacerlo de noche. Las recomendaciones publicadas por la Policía Nacional siguen la misma línea: enseñar a nadar a los niños, tenerlos vigilados y estar alerta de los posibles peligros, atendiendo siempre a las indicaciones de los socorristas.

La RFESS apunta que este año hay que añadir nuevas recomendaciones y tener en cuenta factores como la mayor afluencia de turismo, lo cual no se corresponde con un aumento de la vigilancia, las altas temperaturas que hace que haya más gente en el agua. Así, instan a las autoridades a que se cree una Estrategia Nacional de Seguridad Acuática con campañas de prevención y una única normativa en materia de seguridad en las instalaciones.

El Consejo General de Enfermería (CGE), por su parte, ha redactado un decálogo de consejos dirigidos a los bañistas, a quienes instan a evitar comidas copiosas, el acohol o tirarse de cabeza, además de elegir lugares acuáticos vigilados.

En lo que todos coinciden es que estas prevenciones y recomendaciones se dan todos los años y la responsabilidad de cumplirlas o no recae sobre los bañistas.