Consejos sencillos para evitar el riesgo de un posible ahogamiento en el agua este verano
En verano, los ahogamientos en piscinas, ríos, lagos o el mar, están a la orden del día en España y en el mundo
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El calor aprieta y muchas personas aprovechan los fines de semana o las vacaciones para darse refrescantes chapuzones durante el verano. Sin embargo, no todo el mundo tiene la suerte de tener una piscina en su casa, por lo que, cada vez más, son más habituales los baños en ríos, pantanos o en un lago. El peligro de ahogamiento es mucho mayor en estos lugares y, por ello, es conveniente tener en cuenta ciertos factores para evitar una tragedia.
Las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud de la ONU son realmente impactantes. Según estos datos, en el mundo hay 236.000 muertes al año por ahogamientos, lo que supone una media de 643 personas cada día. Por ello, en cualquier espacio acuático es importante tomar precauciones para evitar desgracias.
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Así, es clave evitar el baño en lugares que no conocemos como pantanos o lagos muy profundos. Por ello, antes de meterte en el agua, asegúrate que la zona es segura y que no corres peligro bañándote. Un pantano tiene profundas pendientes repentinas, matorral en el que te puedes enganchar y corrientes inesperadas que te pueden arrastrar hacia dentro y provocarte el ahogamiento.
236.000 muertes al año
Lo mismo ocurre en el océano en zonas de mucho oleaje. Las corrientes marinas pueden arrastrarte a zonas más profundas y no tendrás posibilidad de salir nadando. Esto ocurre, ante todo, en lugares cercanos a los espigones de roca o en descansos de bancos de arena en la propia playa. Si esto te ocurre, debes seguir varios consejos que te ayudarán a sobrevivir.
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En primer lugar, no te pongas a nadar nunca en sentido contrario a la corriente. Déjate llevar e intenta moverte en paralelo a la línea de la costa hasta encontrar una zona donde haya menos corriente contraria. Si tienes problemas serios, grita pidiendo ayuda y mueve la mano saludando hacia la costa.
Las piscinas también son un lugar muy peligroso, especialmente, si se tienen niños pequeños. Tal y cómo indica CNN español, es importante cercar el vaso con una valla que ocupe los cuatro costados. Colocar una puerta con un avisador en forma de alarma por si el niño decide abrirla, puede ser fundamental para evitar males mayores. Incluso si tu hijo sabe nadar, es fundamental estar muy atento. Las horas de la siesta son las más peligrosas porque los más pequeños aprovechan que los padres duermen para acercarse a la piscina.
El calor aprieta y muchas personas aprovechan los fines de semana o las vacaciones para darse refrescantes chapuzones durante el verano. Sin embargo, no todo el mundo tiene la suerte de tener una piscina en su casa, por lo que, cada vez más, son más habituales los baños en ríos, pantanos o en un lago. El peligro de ahogamiento es mucho mayor en estos lugares y, por ello, es conveniente tener en cuenta ciertos factores para evitar una tragedia.