Ferraz es un fiestón, pero la Moncloa no está asegurada: "No veo problema en pactar con Bildu y ERC"

El perro llegó en torno a las 23:30. Su dueña vive cerca y quiso traerlo a la sede del partido socialista. El perro es Gucci, un Shih Tzu de 13 años que mira atónito el escándalo que se ha formado en Ferraz. El canino está inquieto, pero no parece incómodo. Escasos minutos después, habló Pedro Sánchez: "Hemos demostrado que somos una democracia fuerte y limpia".

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La sorpresa se la han llevado todos, incluso los que estaban en la sede del PSOE, en la calle Ferraz, antes del 50% del escrutinio. Juan Carlos, enfermero de profesión y de 47 años, fue de los primeros en llegar. No cabe en sí mismo. "España ha frenado a la ultraderecha", argumenta mientras ondea una bandera del Partido Socialista. "Verás cómo se va a poner esto en una hora", presagió. Y así fue.

Apenas 30 minutos después de ese comentario, se cortó la calle, llegaron cientos de personas y se armó el jolgorio. "El resultado ha sido mucho mejor de lo que esperaba", señala Juan Carlos. "El bloque de izquierdas se ha pronunciado. No habrá elecciones en enero. Y no veo problema en pactar con Bildu y ERC. Ya se ha hecho y no ha pasado nada", continúa.

Ferraz es una fiesta. Es una boda, un cumpleaños y las fiestas de tu pueblo. Jóvenes, adultos y ancianos. Pero la realidad es que el candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha ganado las elecciones. Los populares han alcanzado 136 diputados. No obstante, una de las grandes bazas que jugó el PSOE en la campaña era frenar el ascenso de Vox, algo que finalmente ha ocurrido. Los de Abascal han perdido 19 escaños, lo que evita que puedan formar Gobierno juntos. El bloque de derechas sumaría, por el momento, 169 diputados. La izquierda se queda en 153.

Por tanto, no solo será necesario un pacto con los nacionalistas, sino también requerirán de la abstención de Junts. La portavoz de los catalanes, Míriam Nogueras, declaró que no harían presidente a Pedro Sánchez "a cambio de nada". "Que se pacte con el BNG también. Incluyamos todas las fuerzas menos PP y Vox", argumenta José Luis. "Pactar no es gobernar", continúa María Luisa, de más de 70 años, que ha venido a la sede socialista con su cuñado. "Gobernar con Díaz, y pactar con quien sea", señala esta "votante de izquierdas, que no socialista".

Las encuestas no daban buenos resultados al bloque de izquierdas, menos aún después de lo ocurrido en los últimos comicios del 28 de mayo. Hace apenas dos meses, la nación se tiñó de azul. El Partido Popular recuperó territorios como la Comunidad Valenciana, Extremadura o Cantabria, y terminó de afianzarse en Madrid. La presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, alcanzaron la mayoría absoluta.

La experiencia hacía presagiar que, tras la prematura convocatoria de generales de Pedro Sánchez, los electores elegirían la misma papeleta. En algunas regiones como la Comunidad Valenciana, los populares formaron Gobierno con Vox. Algo que podría haber condicionado la táctica del voto útil en algunas provincias, una estrategia para ir a las urnas pensando en bloque ideológico. Cataluña y Andalucía han sido claves: los buenos resultados del PSC y PSOE andaluz han dado un golpe de aire fresco a Sánchez.

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Al final, el PSOE ha conseguido dos diputados más que en 2019. "Tenía algo de esperanza, pero…", señala la dueña de Gucci. El resultado ha sido, a su parecer, lo suficientemente bueno para salir a la calle. No obstante, y aunque Ferraz siga contento, no hay nada asegurado. El bloqueo podría provocar una repetición de elecciones. Rubén, un peluquero de 30 años, espera que eso no pase. Antes votaba al PSOE, pero los últimos años apostó por candidaturas a la izquierda socialista. Para él, estos comicios eran decisivos. "Por eso me decanté por esto", dice señalando el edificio del partido.

Suena Pedro, de Raffaella Carrà, Quevedo y Camela. Y perra, de Rigoberta Bandini, que la han coreado hasta las señoras. María no deja de bailar. Es maestra de la educación pública. "Dentro de las aulas, lo que hay es pluralidad, y eso es lo que tiene que estar en el Gobierno", señala.