Más tensión en el CGPJ: piden que el nuevo 'presidenciable' deje su trabajo de abogado

La jubilación, el próximo 19 de julio, del actual presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial, Rafael Mozo, del bloque progresista ha comenzado a generar las primeras tensiones en el seno del órgano de gobierno de los jueces. Seis vocales han registrado un escrito en el que reclaman que el candidato natural a sustituirle, el vocal Vicente Guilarte, renuncie a su actividad privada que ahora compagina con la del Consejo si ostenta, finalmente, la presidencia.

La salida de Mozo que se oficializará ese día en un pleno deja un órgano aún más mermado y debilitado, lleno de bloques y enfrentamientos en que el paso del tiempo y los últimos acontecimientos han ido haciendo mella en una degradación institucional en la que, lo que más pesa, es la interinidad antinatural que lo ha mantenido activo casi una década. Los progresistas quedarán en franca minoría y el relevo de la presidencia se decide por la edad de sus miembros.

Aunque la sucesión aún no está clara, el primero de la lista es Guilarte, de 70 años, elegido en su día a propuesta del PP en el turno de juristas de reconocido prestigio. En la actualidad, ejerce la abogacía, ha sido letrado del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España y es asesor jurídico de la Universidad de Valladolid. Durante los últimos meses, ha habido dudas sobre si aceptará o no el puesto ya que, sobre el papel, le requeriría dedicación exclusiva. El bloque progresista teme, sin embargo, algún movimiento de la mayoría conservadora para pertimirle ejercer su labor profesional y ser presidente al mismo tiempo.

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Si la previsión se cumpliera, Guilarte ocupará como Mozo únicamente la presidencia del Consejo y la del Supremo continuará en manos de Francisco Marín. El TS solo puede ser presidido, incluso en funciones, por uno de sus magistrados y ni Mozo ni su sustituto probable cumplen esa condición. El órgano de gobierno de los jueces se quedará con 16 miembros de los 21 originales, incluyendo el presidente.

Que "renuncie"

En un escrito que firman Álvaro Cuesta, María Pilar Sepúlveda, Juan Manuel Fernández Martínez, Clara Martínez de Careaga, Juan Martínez Moya y Nuria Díaz Abad se tacha como una "cuestión controvertida" sobre la que el Pleno debe pronunciarse la posibilidad de que Guilarte no abandone sus actividades privadas. Dudan que el régimen de compatibilidad que permitía a Guilarte ser vocal y trabajar en su bufete de forma paralela "puede mantenerse ostentando la presidencia por sustitución".

Los seis vocales recuerdan que la Ley Orgánica del Poder Judicial establece entre las funciones del presidente la de convocar y presidir las sesiones de la Comisión Permanente. Sus integrantes deben contar con dedicación exclusiva. "Los vocales firmantes estimamos que la asunción de la presidencia por Guilarte le exige renunciar al ejercicio de su actividad profesional como abogado y pasar a la situación administrativa de servicios especiales en su profesión universitaria", defienden. La cuestión tendrá que ser debatida y votada la semana que viene.

En el caso de que Guilarte renunciara a ocupar la presidencia, el siguiente en optar a ella sería el vocal Wesceslao Olea, que en su día recurrió al Supremo la designación de Mozo, al no ver posible la "bicefalia" en la presidencia del Consejo y el Supremo. Tras Olea sería el turno de Álvaro Cuesta.