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Aliados de Sumar acusan a Podemos de brazos caídos en la campaña: "No están haciendo nada"
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La batalla electoral de la izquierda

Aliados de Sumar acusan a Podemos de brazos caídos en la campaña: "No están haciendo nada"

La crítica se centra en la cúpula estatal, desaparecida de la esfera pública y solo presente en la televisión de Iglesias. Nacho Álvarez y los dirigentes madrileños sí ven reconocidas sus aportaciones

Foto: Ione Belarra y Yolanda Díaz. (EFE/Fernando Alvarado)
Ione Belarra y Yolanda Díaz. (EFE/Fernando Alvarado)
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"No están haciendo nada de nada, literalmente". La frase es de un dirigente de una de las formaciones políticas con asiento en las reuniones de Sumar para la campaña a las elecciones generales del 23-J, pero es compartida entre otras fuerzas, que acusan a la cúpula de Podemos de estar de huelga de brazos caídos a las puertas de la campaña. La líder morada y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, está fuera de foco; ni concede entrevistas ni utiliza sus redes sociales para defender propuestas o eslóganes de Sumar. Irene Montero, excluida de las listas y la campaña, reconstruye perfil propio obviando a Sumar. Y esta es la tónica general entre buena parte de los máximos dirigentes del partido. En los territorios, explican desde distintos flancos, la situación es distinta pero, aunque funcionen de forma desigual, están más implicados. El problema fundamental se da en Madrid.

Desde sus cuarteles de invierno, los morados suelen despachar todas las preguntas señalando a la ventanilla de Sumar. Mientras Izquierda Unida lanzaba un programa con 700 sugerencias para el partido de Yolanda Díaz, y Compromís hacía lo propio al presentar sus propuestas, en Podemos ni siquiera querían aclarar, oficialmente, si habían participado en la elaboración del documento que verá la luz este jueves.

Foto: Yolanda Díaz y Elizabeth Duval en abril. (Europa Press/Isabel Infantes)

Fuentes moradas apuntaban que Pablo Echenique, secretario de Programa, sí habría trabajado en esta materia, y entre los aliados de Díaz ensalzaban también la labor de Nacho Álvarez, responsable económico de Podemos y portavoz de Sumar en esta materia. "En la organización de campaña, ni están ni se les espera", afirman desde otro partido, cuestionando su falta de voluntad por levantar esta campaña. La consigna oficial desde Sumar es que todas las formaciones participan, y que todos los partidos han aportado propuestas al borrador del programa, extractado bajo la supervisión de la eurodiputada María Eugenia Martínez Palop, a partir de los 35 documentos elaborados por los grupos de trabajo de Sumar.

Mientras tanto, los máximos dirigentes morados se refugian en Canal Red, la televisión que dirige Pablo Iglesias, desde la que se elogiaba el miércoles a la ministra de Igualdad, a cuenta de su acuerdo con 15 países europeos para impulsar una declaración de reconocimiento a la autodeterminación de género. Durante la semana, también cargaron contra la reciente propuesta de garantizar una herencia universal de 20.000 euros a cada persona que cumpla 18 años, una de las medidas más polémicas entre las anunciadas por la vicepresidenta. La cuestionaron en privado, la criticaron en público.

"A todos los que hemos estado peleando con las tesis de Milton Friedman nos abre las carnes (...) Esto nos rompe culturalmente", afirmó el lunes el dirigente Rafa Mayoral, uno de los integrantes del núcleo duro morado que se han visto desplazados del nuevo espacio político. Era él quien ponía voz a estas críticas, como lo hacían después otros trabajadores de Canal Red, con Iglesias escenificando su silencio. Mayoral es precisamente el responsable de la última propuesta de los morados para compensar la subida de las hipotecas, uno de los frentes de batalla de Díaz, pero con recetas propias. Fuera de las reclamaciones que afectaban al real decreto de escudo social ante el impacto de la guerra de Ucrania, o a permisos de maternidad y paternidad, los morados evitan hacer nuevas propuestas.

Foto: Ione Belarra y Nacho Álvarez. (EFE/Luca Piergiovanni)

Ni celebran ruedas de prensa ni se prodigan en radios y televisiones, a diferencia de Díaz y de portavoces de Sumar como Ernest Urtasun o Íñigo Errejón, con agenda mediática diaria. Y lo justifican afirmando que el 28-M, cuyos resultados no quisieron emplear como principal baremo para negociar la confluencia, les ha puesto en un lugar "modesto". Con base en esa voluntad de evitar contradicciones, sostienen, prefieren estar en un lugar más discreto.

Díaz ya ha revelado los principales hitos de su campaña, incluido un acto con Ione Belarra y con la eurodiputada Idoia Villanueva, en Navarra, donde Villanueva es cabeza de lista. Será el 17 de julio, aunque la líder morada y número cinco al Congreso por Madrid también compartirá escenario con la vicepresidenta en el cierre de campaña, el 21 de julio, en Madrid. Desde Podemos, hasta la fecha, no han dicho una palabra sobre esta agenda.

Foto: Roberto Sotomayor, Ione Belarra e Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)
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Belarra, activa en sus redes sociales para disculparse por la inacción de sucesivos gobiernos ante las víctimas de la talidomida, o por la aprobación de nuevos permisos que deberían haberse incluido en la fallida ley de familias, ni siquiera ha compartido el lema desvelado por Sumar el lunes, ni ha hecho suyas las propuestas lanzadas por Díaz. Más allá de su agenda en el ministerio, o de su asistencia al Orgullo LGTBI, Belarra ha participado al menos en tres actos, exclusivamente de su partido, desde que se registraron las listas electorales: uno sobre vivienda; otro junto a la militancia de Podem en Barcelona... y otro junto a sus bases de Madrid, a puerta cerrada. En la sede del partido, con Verstrynge e Isa Serra, sin anunciarlo previamente y sin siquiera comunicarlo a los medios. Lo desvelaron a posteriori, en redes sociales.

Foto: Irene Montero y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

En su única entrevista desde la debacle electoral, en Canal Red, hace una semana, ni siquiera mencionó a Sumar. "Si quieres votar por el derecho a la vivienda, solo hay una opción en estas elecciones (...) la única opción segura es la nuestra", dijo. Sin nombrarla. Días antes, en el acto por el derecho a la vivienda de su partido, se refirió a la candidatura en la que participa, en la que confluyen otra decena de fuerzas, como "la coalición de Sumar y Podemos".

En la misma intervención, advirtió de que EH Bildu y ERC —cuyo portavoz, Gabriel Rufián, dedicaba varios dardos a Díaz el martes— no podrán participar "en la gobernabilidad del Estado" si los suyos no están fuertes. Desde los encontronazos en la negociación de la reforma laboral, con posiciones que estuvieron a punto de sentenciar la norma estrella de Díaz, la tensión y los rencores entre los aliados de Sumar y estas fuerzas son más que evidentes. Y Podemos lo sabe.

Foto: Nadia Calviño y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

La irritación de Podemos, toda vez que Díaz no da la batalla cultural ante desafíos como la lona de Desokupa, es palpable en una formación que llegó a pedir una ley para condenar con penas de cárcel la actividad de esta empresa. Iglesias le dedicó un programa especial el miércoles. Poco después, Sumar anunciaba una entrevista de su candidata con Ana Rosa Quintana, para el jueves. Quintana es una de las bestias negras de los morados, que han cargado contra la presentadora en varias ocasiones, incluso durante la campaña del 28-M. Y han criticado reiteradamente a la "izquierda cuqui" que se presta a ponerse ante sus micrófonos.

Más allá de Álvarez o de Alejandra Jacinto en la campaña madrileña, hay ejemplos concretos de dirigentes y candidatos que celebran y pregonan sus actos para promocionar su candidatura, o que recurren al altavoz de las redes sociales, de Martina Velarde (Málaga) a Javier Sánchez Serna (Murcia). En los territorios, la tónica es algo distinta. Pero entre los aliados de la vicepresidenta, señalan la indolencia de una cúpula que, este mismo miércoles, mientras Sumar o Más Madrid anunciaban los tradicionales actos de pegada de carteles del jueves, guardaba un silencio sepulcral.

"No están haciendo nada de nada, literalmente". La frase es de un dirigente de una de las formaciones políticas con asiento en las reuniones de Sumar para la campaña a las elecciones generales del 23-J, pero es compartida entre otras fuerzas, que acusan a la cúpula de Podemos de estar de huelga de brazos caídos a las puertas de la campaña. La líder morada y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, está fuera de foco; ni concede entrevistas ni utiliza sus redes sociales para defender propuestas o eslóganes de Sumar. Irene Montero, excluida de las listas y la campaña, reconstruye perfil propio obviando a Sumar. Y esta es la tónica general entre buena parte de los máximos dirigentes del partido. En los territorios, explican desde distintos flancos, la situación es distinta pero, aunque funcionen de forma desigual, están más implicados. El problema fundamental se da en Madrid.

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