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Podemos fuerza la polémica para evitar la irrelevancia: de Ana Rosa a los cayetanos
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Campaña al 28-M

Podemos fuerza la polémica para evitar la irrelevancia: de Ana Rosa a los cayetanos

Los morados disparan con todo contra sus rivales mientras denuncian su escasa presencia en los medios y registran tres leyes en el Congreso en 48 horas. Desvían el foco de la polémica por Bildu: "Hay que salir de ahí"

Foto: Roberto Sotomayor, Ione Belarra e Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)
Roberto Sotomayor, Ione Belarra e Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)

Salvar la barrera del 5% del voto en la Comunidad de Madrid y en Valencia se ha convertido en un asunto de vida o muerte para Podemos. Y no escatiman en medios para intentar hacerse un hueco en la campaña al 28-M. El partido carga contra los medios de comunicación, arropado por la televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, mientras denuncia su exclusión mediática. Y al mismo tiempo ponen toda la carne en el asador y buscan viralizar todas sus actuaciones, forzando la polémica con sus camisetas con el rostro de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña. También son capaces de registrar tres proposiciones de ley distintas en el Congreso en apenas 48 horas, aunque no puedan llevarlas a pleno hasta dentro de varias semanas, incluso meses. Siempre, siguiendo su estrategia para aparecer en titulares.

El esfuerzo se centra ahora en obviar la polémica de las listas de etarras condenados en las filas de Bildu. "Hay que salir de ahí", reconocen desde el grupo parlamentario Unidas Podemos. El objetivo es movilizar a los votantes, a las puertas de unas elecciones en las que hay "un 20% o un 30% de indecisos", en las que buena parte de sus candidatos son casi desconocidos. En la cúpula morada echan en falta más medidas "potentes" por parte del Gobierno de coalición para intentar que el debate sobre Bildu y ETA —"Un clásico de la derecha" en periodo electoral— no opaque sus propuestas, y compaginan los anuncios sobre nuevas medidas con un discurso más beligerante y provocador de lo habitual en su etapa como partido de Gobierno.

Es esa la filosofía que les llevó a colocar una lona con la imagen de su candidato a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, en pleno barrio de Salamanca, tildando de "cayetanos" a los residentes de la zona. Es lo que subyace en la promesa de Sotomayor de retirar a la "corrupta" Ana Rosa Quintana la medalla recientemente otorgada por el Ayuntamiento de Madrid, su segunda medida en el caso de que llegue a gobernar en la capital. Las encuestas, sin embargo, vaticinan que el candidato morado no logrará representación en el Consistorio y en su partido reconocen estar preocupados.

Tienen más fe en las posibilidades de Alejandra Jacinto, candidata a la presidencia de la Comunidad, que aprovechó el debate con el resto de aspirantes en Telemadrid para lucir la camiseta con el rostro del hermano de Díaz Ayuso. También para entregarle el libro de su exconsejero, Alberto Reyero, sobre los protocolos de la Comunidad de Madrid y las muertes de mayores en residencias durante la pandemia. O para afear a Mónica García que no haya querido negociar una candidatura unitaria de la izquierda al margen del PSOE, como sí aspira a construir de cara a las elecciones generales.

Foto: La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2023, Ione Belarra. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)

Esta exigencia molesta en la formación de García, Más Madrid, que se autorreivindica como una "izquierda moderna" e intenta eludir la batalla con los morados, que concurren en coalición con IU y Alianza Verde. "No somos lo mismo", afirman fuentes del partido en la capital. Más Madrid aspira a revalidar el liderazgo en la oposición, vende optimismo y distintas fuentes del partido se niegan a "distraerse" con sus hipotéticos aliados. Podemos, por el contrario, confronta con este partido, al que Sotomayor acusa de querer revitalizar el bipartidismo, mientras la dirección estatal los dibuja como una suerte de muleta del PSOE, frente a la batalla cultural que consideran necesario dar. La razón de ser de su formación. O, al menos, la que esgrimen de cara a sus potenciales votantes.

En Madrid, Jacinto y Sotomayor se han cuidado de dejar que otros, como el propio Iglesias, sean quienes cargan contra sus rivales, recordando el bono térmico cobrado por García o cuestionando las palabras, y hasta la forma de hablar, de Rita Maestre, candidata al Ayuntamiento de Madrid. La idea siempre es la misma: Podemos es la única fuerza que verdaderamente impulsará políticas de izquierdas, la única que se atreve a soportar la presión para pelearlas: por eso Belarra anunció este miércoles que registrarán su tercera ley de la semana contra Desokupa, para penar con hasta cuatro años de cárcel a los integrantes de esta empresa.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Daniel Gonzalez)

En el discurso público, sin embargo, Jacinto intenta encontrar "un equilibrio", admiten fuentes moradas. "Somos diferentes, no se trata de confrontar como si fuéramos adversarios", aseguran. Creen que en Más Madrid se ven a sí mismos como "un PSOE rejuvenecido", y aseguran que su candidata debe dejar claro que, con una oposición "más eficaz" por parte de García, "Ayuso no podría hoy estar soñando con una mayoría absoluta".

Estos reparos, sin embargo, no son tan evidentes en la Comunidad Valenciana, en la que Ione Belarra e Irene Montero ya han participado en tres actos (en uno de ellos, juntas). Aquí, la ministra de Igualdad recurre al fantasma del frustrado Gobierno entre Sánchez, Albert Rivera y Podemos, en 2016, para reprochar al candidato de Compromís a la Generalitat, Joan Baldoví, que abogara por posibilitarlo.

Foto: Íñigo Errejón y Alberto Rodríguez, en el Congreso. (EFE/Sergio Barrenechea )

Más allá de la disputa electoral del momento, que se dirimirá en 10 días, Compromís y Más Madrid son firmes aliados del proyecto de Yolanda Díaz, Sumar. Podemos no está nada conforme con el hecho de que la vicepresidenta segunda haga campaña a dos bandas, con Unidas Podemos, la coalición que la propuso como ministra —siempre lo recuerdan—, y con los partidos de García y Baldoví. Sus críticas y sus esfuerzos por desmarcarse de estos partidos, sean más o menos evidentes, son constantes en sus apariciones públicas.

Solo en lo que va de semana, Podemos ha reclamado prohibir por ley que los partidos financien sus campañas con préstamos bancarios o actuar penalmente contra Desokupa. Replican a cada medida abanderada por la parte socialista del Ejecutivo del que forman parte, e identifican fallas: desde las entradas de cine a los créditos del ICO para acceder a una vivienda, pasando por el impuesto a las grandes fortunas que ahora exigen duplicar, vistos los beneficios registrados por las entidades bancarias. Y defienden un programa de máximos para el 28-M, que contempla la expropiación de pisos de grandes tenedores que lleven años sin uso, así como la creación de supermercados, farmacias y otras tantas empresas públicas.

Foto: Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra

Por su parte, Izquierda Unida presentaba el miércoles una iniciativa con el sello del grupo que comparten, la primera proposición de ley estatal para poner coto a imágenes y audios falsos creados con inteligencia artificial. Era el portavoz adjunto, Enrique Santiago (líder del PCE), quien exponía la norma, a la que los morados no hacían mención alguna. Sí celebraban la ley de vivienda recién aprobada por el Senado, cargaban contra Ayuso acusando al PP de "meter la mano en la caja" durante la pandemia o afeaban al PSOE que haya "permitido incumplir la Constitución" al PP durante los últimos cinco años.

Hasta cargaba contra su socio de Gobierno, con el que en su día pactó la composición de la actual cúpula de RTVE, después avalada por las Cortes, por repartirse la radiotelevisión pública con el PP, "para vetar" a su partido. "Eso es lo que no quieren, que salgamos en la televisión", "que nos vea la gente", reconocía Belarra en un mitin en Alicante. Esto es, precisamente, lo que quieren revertir como prioridad absoluta.

Salvar la barrera del 5% del voto en la Comunidad de Madrid y en Valencia se ha convertido en un asunto de vida o muerte para Podemos. Y no escatiman en medios para intentar hacerse un hueco en la campaña al 28-M. El partido carga contra los medios de comunicación, arropado por la televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, mientras denuncia su exclusión mediática. Y al mismo tiempo ponen toda la carne en el asador y buscan viralizar todas sus actuaciones, forzando la polémica con sus camisetas con el rostro de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña. También son capaces de registrar tres proposiciones de ley distintas en el Congreso en apenas 48 horas, aunque no puedan llevarlas a pleno hasta dentro de varias semanas, incluso meses. Siempre, siguiendo su estrategia para aparecer en titulares.

Ione Belarra Irene Montero