El PP quita el aire a Vox: "Génova nos quiere matar"

"El desastre en Mérida no va de Extremadura, ni de Murcia, sino de Génova, que está saboteando las negociaciones". Fuentes de la dirección de Vox ubican las dificultades para formar un Gobierno de coalición en Extremadura como parte de una pelea que se está librando en el seno de la derecha, y de la que responsabilizan al PP: “Quieren matar a Vox”.

Esa creciente tensión está relacionada con el intento de los populares de posicionarse en la campaña lejos de los de Santiago Abascal. Así lo creen en Vox: “Feijóo tratará de escenificar una ruptura, y dirá que no quiere ir de nuestra mano de ningún modo”.

En cierta medida, el deseo de Génova responde a la necesidad de contrarrestar el discurso del PSOE. Sánchez ha planteado la campaña como una lucha entre la mejor España y una coalición de las derechas que conduciría a España a un retroceso de años. Si Feijóo transmitiera el mensaje de que está claramente alejado de Vox, dejaría a Moncloa sin su principal baza. Sin embargo, este propósito es difícil de cumplir, ya que los acuerdos en muchos ayuntamientos y en algunas comunidades subrayan la realidad de la derecha nacional y si el 23-J el PP no consigue una mayoría suficiente, la coalición con Vox parece complicada de evitar.

La desaparición del voto útil

Precisamente por ello, es conveniente entender la otra parte de la pugna electoral, ya que el reparto de votos dentro de la derecha está en juego. El deseo del PP es captar el máximo número de sufragios de ese espectro ideológico y, para ello, tiene que reducir el espacio de Vox. Pero realizar acuerdos ahora en todos los ayuntamientos y las comunidades autónomas trasladaría al votante la idea de que el voto a Vox serviría para que el PP gobernase; es decir, el recurso del PP al voto útil desaparecería. Y hay una parte sustancial de votantes limítrofes, de los que pueden decantarse por un partido u otro en función de las circunstancias, y si creen que apostar por Vox implica hacerlo por un Gobierno del PP menos blando, es probable que den su confianza a los de Abascal.

Aznar, "que está metiendo muchísima presión", González Pons y el Partido Popular Europeo quieren que "no haya más derecha que el PP"

El PP no solo trata de evitar esa posibilidad, sino que aspira a contar con la fuerza suficiente para gobernar en solitario. Así lo afirman desde Vox: “Génova cree que puede tener una mayoría que les permita gobernar con pactos puntuales, por ejemplo con el PNV”. El objetivo de Feijóo sería conseguir ese número de diputados suficiente como para no depender de los de Abascal, y para eso necesitan reducir al máximo el espacio de Abascal. Sin embargo, las fuentes de Vox insisten en que este movimiento va más allá de lo puramente electoral: “El planteamiento, que es un síndrome permanente en Génova, es matar a Vox. Nos ven como su enemigo político principal, porque piensan que hay que volver a una situación en la que PP se encuentre sin nada a su derecha”. En ese propósito coinciden personajes tan dispares como Aznar, “que está metiendo muchísima presión”, y González Pons, pero también el Partido Popular Europeo, que vería mal una alianza entre ambas fuerzas en España.

La pelea europea

Sin embargo, el caso europeo es mucho más ambiguo de lo que se da a entender, porque hay dos posturas contradictorias. Por un lado, está la posición alemana, la del líder de la CDU, Friedrich Mertz, que se ha negado a hacer alianza alguna con la extrema derecha del AfD, y, por otro, la de Manfred Weber, el presidente del Partido Popular Europeo, más favorable a ellas. El crecimiento de estas fuerzas en el norte de Europa, con un este donde son presencia habitual y a menudo dominante, y un sur donde son primera fuerza en Italia, segunda en Francia y tercera en España, ha provocado que Weber valore lo que significaría un PP europeo con todo ese caudal en su interior.

"El PP europeo está en lucha y tendrá que partirse". Líderes como Giorgia Meloni serán decisivos en la nueva etapa

Desde Vox, creen que esa tensión interna se decantará pronto, ya que “el PP europeo está en lucha y tendrá que partirse”. Líderes como Giorgia Meloni serán decisivos para conducirlo hacia un nuevo lugar. Sin embargo, creen que ahora esa división en las derechas europeas, “que es la misma que se vive en España, porque en casi todos los sitios ocurre lo mismo”, les puede perjudicar, ya que hay presión para que PP y Vox no firmen una alianza de gobierno después de las generales.

La doble campaña

El futuro para Vox, desde esta perspectiva, está lleno de obstáculos: “Esperamos que nos ataquen desde todas partes, desde la prensa de izquierdas hasta Federico Jiménez Losantos, porque es algo en lo que hay consenso”. Su posición no variará: “Seguiremos a lo nuestro. En Baleares, por ejemplo, tenemos un preacuerdo muy interesante, con asuntos en los que demostramos que somos útiles”.

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Pilar Gómez

En última instancia, la tensión entre PP y Vox subraya cómo esta campaña tendrá dos focos de interés. La pelea entre bloques, en la que la derecha parte con ventaja, y la pelea intrabloques, en la medida en que Feijóo y Abascal tratarán de robarse votos, e igual ocurrirá entre Sánchez y Díaz. Lo más probable es que, a medida que la campaña avance, la lucha pase a ser más intensa.