Asesor político busca empleo: interesados, escribir un correo a Ferraz

El presidente Sánchez se juega su futuro en 50 días. No lo tendrá fácil. A la desilusión de la derrota del 28-M, que impacta sobre todo en el votante, se suman otras cuestiones de corte logístico. Y es que varias federaciones territoriales culpan al presidente del descalabro electoral y no afrontan las generales con la mejor de las actitudes. En muchos casos, con la pérdida del poder, se ha esfumado también una legión de asesores y trabajadores eventuales cuya labor no es visible, pero resulta indispensable a la hora de llevar adelante una campaña electoral.

Pero si las autonómicas han desafectado los territorios, es el adelanto electoral el que ha sentado como un tiro en Madrid, donde asesores y eventuales del entorno del Gobierno se han encontrado con un horizonte laboral seis meses más cercano.

"Lo de los territorios desafectos no es nuevo, a Sánchez se le ve poco por Castilla-La Mancha"

Ignacio trabajó como asesor de uno de los ministros de Rodríguez Zapatero y ahora realiza labores esporádicas de fontanería para Ferraz. Evita revelar su nombre porque su gremio siempre sale escaldado en la prensa. "Cuando un lector ve la palabra asesor, inmediatamente piensa en gasto público. Eso es injusto: los asesores y los eventuales somos completamente imprescindibles para un partido, desde la elaboración de la estrategia hasta el alojamiento de los cargos en un congreso nacional", explica.

Se concibe al asesor como el que escribe los discursos de un político o le coloca la corbata un segundo antes de entrar al plató, pero lo cierto es que son profesionales de distinto perfil con competencias dispares: "Un asesor puede ser un experto en un tema concreto al que se llama de vez en cuando para hacerle consultas. Un asesor puede ser un militante que se ha dejado la piel en una agrupación municipal y que el partido quiere mantener contento. Un asesor puede ser un personal shopper. Un asesor puede ser un tuitero poco afín, cuyos mensajes creen una fractura en el rival político", afirma Ignacio. "Un asesor puede ser cualquiera que aporte algo".

El de Pedro Sánchez es el Gobierno con más ministerios de la democracia, 23, empatado con la primera legislatura de Adolfo Suárez. En total, y según la Oficina de Conflicto de Intereses del Ministerio de Hacienda, los miembros del Ejecutivo han nombrado a 762 altos cargos, entre embajadores, subsecretarios y directores generales. Además, cuenta con 1.123 trabajadores eventuales, de los que en torno a 390 son asesores de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Todo un ejército que, si las urnas no favorecen al PSOE, pasará a engrosar las listas del paro el 29 de junio. "Sí, por supuesto, que el adelanto electoral es un palo para estos trabajadores", relata el asesor socialista. "La gente hace sus planes, cuenta con tener trabajo hasta fin de año, y de repente les pones en esta tesitura. A eso súmale la de vacaciones anuladas, ¡que ese dinero no te lo devuelven!", bromea.

Otro asesor socialista, este en activo en el ámbito de la capital, le quita peso a la situación: "Es una tontería pensar que no vamos a trabajar hasta el final por el adelanto electoral. En política, tenemos que estar preparados para estas situaciones, sobre todo cuando los giros vienen desde tu propio partido. Vamos, que no dudo que el adelanto electoral es una idea de mis compañeros de la Moncloa. Confío en la profesionalidad de mis compañeros y del partido que, aunque tiene muchas cosas que no me gustan, cuenta con un nivel de organización altísimo".

Una campaña sencilla

La organización es la clave. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, no queda tiempo para repensar estrategias ni exprimir a los asesores: "Será una campaña directa y emocional, con mensajes que toquen el corazón. Algo básico a nivel compol [comunicación política], solo hay que ejecutar. El problema, de cara a una campaña electoral, serán esos trabajadores eventuales que no somos los asesores", continúa Ignacio.

"Imagina un mitin de cierre de campaña, con el presidente en una plaza llena y todos sus ministros aplaudiéndole en pie. Empezamos a pensar: ¿quién ha llevado a esa gente ahí? ¿Quién ha decidido quiénes se sientan en las primeras filas? ¿Quién los ha sentado? ¿Quién se ha preocupado de buscar un hotel a los ministros y altos cargos desplazados? ¿Quién ha tomado la decisión de iluminar las caras de los ministros? ¿Quién ha encargado esas letras enormes en las que pone PSOE? ¿Quién ha conseguido que venga ese científico famoso?", dice el exasesor ministerial. "Lo que quiero decir es que no puedes encargar un mitin a una empresa de eventos. Eso te lo tienen que levantar los eventuales, los cuadros municipales, los militantes...".

Al respecto, lo que más preocupa a los expertos consultados es la desafección de los territorios. Según apuntan, se trata de un rosario de trabajadores al borde del cese que tienen que implicarse en la campaña nacional "sin ganar nada". Ignacio cree que el mayor riesgo no es que no trabajen, sino que lo hagan contra Ferraz: "En un entorno pequeño, como un pueblo, si no movilizas, desmovilizas. Si, por ejemplo, el alcalde saliente pasa de pedirte el voto para Sánchez a rajar de él con los vecinos, pues lo mismo ese pueblo lo has perdido".

Por contra, el asesor madrileño confía en la capacidad de Ferraz para organizar una campaña sin incidentes. "Va a ser una campaña corta, con mucha presencia en redes sociales y televisión. Si Sánchez sale de gira, será de modo muy selectivo. Porque lo de los territorios desafectos tampoco es nuevo. ¿Que no vamos a ver a Sánchez en un mitin en Castilla-La Mancha? Yo te pregunto: ¿le veías mucho antes? Porque lo de García-Page no es nuevo, aunque haya subido el tono tras el 28-M".