Iglesias carga contra la "izquierda cómoda" y advierte a Díaz: "No queremos parecernos al PSOE"

Pablo Iglesias ha entrado en batalla este jueves y no ha dejado títere con cabeza, tampoco en la izquierda. El histórico líder de Podemos, que redobla su presencia en la recta final de la campaña para intentar salvar a su partido del abismo que supondría no llegar al 5% de los votos, ha cargado contra la "izquierda cómoda", donde sitúa al PSOE y a Más Madrid, pero también al resto de fuerzas de este bloque, salvo a la suya. Ante un auditorio abarrotado, en el madrileño barrio de Lavapiés, el exvicepresidente del Gobierno ha esgrimido que su formación fue "imprescindible" para que Ada Colau o Manuela Carmena llegaran a ser alcaldesas, pero también para que Yolanda Díaz o Alberto Garzón fueran designados ministros.

Podemos, advirtió, "es una pieza no autosuficiente, pero imprescindible para que determinados cambios se produzcan", que entiende que el Gobierno "no es lugar para repartir sonrisas" o "abrazos", sino que es "un terreno de combate". "Nosotros no somos el PSOE, no queremos parecernos al PSOE y tenemos un proyecto de país distinto", avisó a la vicepresidenta segunda, mientras arremetía contra sus aliados.

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Recordaba que Colau, la gran apuesta de Díaz esta campaña -de cuyos resultados se hará corresponsable-, no se habría hecho con el ayuntamiento de Barcelona de no haber contado con el respaldo de los morados. Pero también tildaba de cobarde a Más Madrid, el partido con el que Carmena concurrió por segunda vez a las elecciones, afeándole su apoyo a la operación Chamartín, y su supuesta docilidad ante las élites. "Ser cobarde, ¿para qué ha servido en Madrid?, cuestionó. "Puede que el valor se traduzca en que te hagan mucho daño, pero la cobardía es la derrota asegurada", abundó.

Precisamente este jueves, Más Madrid lanzó un vídeo en el que la exalcaldesa de Madrid pedía el voto para la que fuera su portavoz, Rita Maestre, hoy candidata en el ayuntamiento de la capital. Iglesias no se resistía a cargar contra Más Madrid, en un momento en el que Podemos endurece discurso e intenta desmarcarse del resto de la izquierda, presentarse como el único actor capaz de exponerse a todo para impulsar sus políticas: "A Podemos no se le puede comprar". Los morados firmaron su divorcio con Carmena hace años, y hoy no escatiman en críticas a su gestión.

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En esa línea, Iglesias acusaba a Carmena de haber cedido a las presiones para dejar a Podemos e IU fuera de la ecuación, con la consiguiente retirada de los morados en las elecciones al Ayuntamiento, y el fracaso de IU al intentar superar la barrera del 5%. "Acordaos ahora, a los que os hacen cantos de sirena".

Decenas de personas se han quedado en la calle por el límite de aforo, e Iglesias, megáfono en mano, ha acudido a arengarles antes de que comenzase el acto, como en las mejores épocas de su partido. Era el penúltimo mitin de Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, sus candidatos a la presidencia y a la alcaldía de Madrid, y el exvicepresidente les ha dejado ante un público entregado, que desde el primer minuto esperaba para recibirle al grito de ¡"Sí se puede"!.

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Jacinto y Sotomayor remaban en la misma dirección que el que fuera líder morado, que no dejaba lugar a dudas sobre quiénes eran los destinatarios de sus dardos. Puede que a algunos "les guste más cómo suenan el PSOE o Más Madrid", incidía, pero si no está su partido "pintando la cara a los poderosos" no se produce "ningún avance".

Entre medias, deslizaba críticas a los medios de comunicación, tildaba de "pelele" al alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, y de "corrupta" a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. No estará en el cierre de campaña, en la capital, este viernes, sino que viajará a Valencia, la otra plaza fuerte para los suyos en la contienda electoral. En Madrid se juegan su supervivencia institucional, pero en Valencia también corre peligro el pacto del Botánic. Perderlo es algo que no pueden permitirse.